Capítulo 5 – Cosas que No se Dicen
El día amaneció con cielo claro y mente nublada.
No habías dormido bien. Otra vez.
Desde aquella charla con Checo en el pasillo, las cosas habían quedado en pausa, como si alguien hubiera dejado el corazón en punto muerto.
Y tú… tú no sabías si acelerar o frenar.
Pero antes de que pudieras resolverlo, recibiste un mensaje inesperado.
Max.
> ¿Te secuestro para cenar esta noche? Prometo no hablar de autos… bueno, solo 5 minutos.
Sonreíste sin darte cuenta.
Sabías que lo necesitabas. Una noche lejos de todo.
De las cámaras.
De las miradas.
De Checo.
Aceptaste.
Horas después…
El restaurante era discreto, elegante, de esos lugares escondidos que solo los verdaderos locales conocen.
Max te esperaba en la entrada, sin gafas oscuras, sin ropa de sponsor, sin armadura.
Max: Wow… --dijo apenas te vio--
Tú: ¿Demasiado?
Max: Demasiado perfecto, sí.
Rodaste los ojos, pero esa sonrisa suya te desarmaba.
La cena fue ligera, divertida. Max sabía exactamente qué decir para hacerte reír sin esfuerzo.
Te hablaba de su infancia, de su papá, de sus dudas en su primera temporada.
Y en un momento, bajó la voz.
Max: ¿Sabes qué me molesta a veces?
Tú: ¿Qué?
Max: Que nunca sé si te tengo… o si siempre estás a punto de irte.
El aire cambió.
El silencio fue denso.
Tú: Max, yo…
Max: No, no tienes que explicarte. Solo… me pasa. Lo siento a veces. Como si tú también tuvieras que estar en otra parte.
No supiste qué decir.
Porque tenía razón.
Y al mismo tiempo… no querías que la tuviera.
Mientras tú compartías vino y risas con Max…
En otro lugar del paddock, Victoria hablaba con Checo.
Vic: No es que quiera meterme… pero creo que deberías saberlo.
Checo: ¿Saber qué?
Vic: Ella y Max... Lo de ustedes es secreto ¿no? Pues… ella no parece muy preocupada por eso. Ahora estan en un restaurante. Muy… juntos.
Checo frunció el ceño.
Checo: Ella puede salir con quien quiera.
Vic: Claro. Solo… pensé que te gustaría saberlo antes de que alguien más te lo diga.
Victoria sonrió suavemente.
Y se fue. Dejando la bomba caer con delicadeza quirúrgica.
Checo no dijo nada.
Pero lo sintió todo.
La mañana siguiente, el aire era raro.
Tú entraste al hospitality como si nada, aún con la calidez de la noche anterior en la piel.
Pero cuando viste a Checo…
Notaste algo distinto.
Su mirada ya no era cálida.
Era distante. Dura. Como un muro.
Te acercaste.
Tú: Buenos días.
Checo: ¿Lo fueron?
--respondió, sin mirarte directamente.--
Tú: ¿Pasa algo?
Checo: No. Solo me estoy acostumbrando a lo que hay.
Te paralizaste.
Era un golpe sin contacto. Una sentencia sin juicio.
Tú: Checo, no sé qué te dijeron, pero…
Checo: No me dijeron nada. Lo vi.
Tú: ¿Viste qué?
Checo: No importa. De verdad, no quiero que esto afecte tu concentración. Tú sigue con tu historia. Yo ya entendí dónde estoy parado.
Y con eso, se fue.
Ni un reclamo. Ni una explicación.
Solo un adiós escondido en palabras frías.
Y tú, por dentro, quisiste correr tras él.
Gritarle que nada era lo que él creía.
Pero no lo hiciste.
Porque una parte de ti… también dudaba si habías cruzado una línea con Max.
Y Victoria, en un rincón del paddock, veía todo.
Y sonreía.
Porque en su juego…
acabas de perder la primera vuelta....
YOU ARE READING
Entre curvas y secretos
Science FictionEsta es una historia de un triángulo amoroso entre Max,Checo y tú espero y la disfruten Ojo: esto es con fin de entretenimiento no busco dañar la imagen de ningún personaje involucrado en la historia
