⎯⎯ㅤ SOFT FOCUS ❪ CHAT NOIR 𝒇𝒕. ❫
ㅤO2 entonces cuál es tu tipo.ㅤ .ᐟㅤㅤ
UN DÍA de camino a casa te encuentras
con chat noir herido, amnésico, y con
un problema para d...
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Adrien -Chat Noir- había sido fácilmente convencido de seguir tu camina y de botar su chaleco blanco. Sospechabas a medias sobre algún tipo de motivo oculto y te reivindicaste cuando viste a Chat mirándote apreciativamente mientras checabas sus brazos por más rasguños. Se sintió igual de perturbado y halagado por ello. Adrien era, después de todo, más caliente que el sol y casi igual de inalcanzable, pero también era Chat Noir. Así que.
Ahora Chat Noir... Adrien Agreste -¿cómo se suponía que deberías llamarlo?- Lo miraba con una intensidad que hacía que caminar por las calles poco transitadas fuera un poco difícil. Te estremecías cada vez que Adrien batía sus pestañas hacia tu dirección, un evento muy frecuente.
—Sabes, no creo que alguna vez te hayas presentado. ¿Cómo te llamas, hermosa? —preguntó Adrien, después de un largo momento sin palabras.
Hermosa. Oh Dios. Sientes que algo no muy diferente al pánico se elevaba desde su estómago, se expandía hacía tu pecho y obstruía la parte posterior de tu garganta. Tus pies trastabillan por un segundo y después te estabilizas.
—Realmente no creo que mi nombre sea tan importante —anuncias después de un largo momento, parpadeando rápidamente y casi estrellándote con un poste de luz.
—Entonces supongo que está bien llamarte hermosa, como lo he estado haciendo en mi cabeza —ofrece. Su sonrisa era un sólido nueve de diez en una escala de encanto no adulterado.
—(T / N ) —dices, tan rápido que casi te ahogas
—(T / N ) — repitie Adrien, un poco soñador y se ríe. Se ríe.
Dios mío, piensas. Oh, Dios mío. Caminas un poco más rápido.
Se detuvieron afuera de una casa con forma de bloques y un Escarabajo amarillo estacionado en frente. Adrien se hizo a un lado justo a tiempo para que abrieras la puerta de la casa y le indicaras a Adrien que entrara. Él sonrió un poco soñador (eres amable, además de ser la cosa más atractiva que Adrien había visto nunca) antes de tropezar en la entrada, tambaleándose cuando el suelo se agitó debajo de él.
—¿Estás bien? —Ante el débil asentimiento de Adrien, lo agarras suavemente por el brazo, cerrando suavemente la puerta detrás de él y lo conduciéndolo suavemente escaleras arriba, a tu habitación. Suavemente, suavemente, suavemente. No importa tu espinoso exterior, eres lo opuesto a duro, y eso lo hizo sonreír de nuevo.
Hubo un silencio incómodo. Le lanzas una mirada a Adrien, solo para descubrir que él ya te estaba sonriendo débilmente, inquietantemente cariñoso. Como si supiera lo suficiente sobre ti como para sentirse afectuoso con solo mirarlo.