Capitulo 8

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Bajé a la sala donde SuA ya me esperaba junto a mi madre, que —debo decir— seguía siendo una mujer tan guapa como en su juventud. Aún tenía pretendientes, y que estuviera casada solo parecía sumarle puntos.

— Madre mía, estás guapísima.

— Gracias, cariño. Tú también.

— ¿Vamos yendo?

— Claro.

— Iré por el auto, las veo en la entrada —dije, saliendo hacia la cochera.

Elegí el Audi; se adaptaba mejor al evento de esta noche. Íbamos a una cena con inversores y socios, así que era obligatorio asistir. Me estacioné al frente de la casa y toqué el claxon para avisarles. Dos minutos después salieron ellas... y mi padre.

Una hora más tarde llegamos al hotel donde se celebraría el evento. Era uno de los nuestros, el segundo más importante de la cadena. El salón ya estaba lleno.

— Hija, ven conmigo. Quiero que estés presente en la firma del contrato.

— ¿Ahora? Pero si aún ni empieza...

— Yoohyeon —cortó mi padre, usando ese tono que no deja lugar a réplica.

Me levanté en silencio. Tomé su brazo, sin escapatoria posible. Dami no estaba, y era la única que podría haberme cubierto. Caminamos hasta una mesa donde esperaban tres socios, cuyas caras reconocí gracias a mi investigación. Me presenté incluso antes que mi padre.

Conversamos un rato hasta que el evento inició oficialmente. Regresé a mi mesa y me senté entre SuA y mi madre. Ella tomó mi mano y me sonrió. Sabía que la frialdad de mi padre me afectaba más de lo que dejaba ver.

El evento comenzó con agradecimientos, excusas por las ausencias y la presentación del nuevo proyecto: la remodelación de uno de nuestros hoteles de playa, en colaboración con la prestigiosa Firma de Arquitectura R.D., de los Kim del Sur. La mejor del país y la cuarta mejor del mundo.

Todo lo que hiciéramos a partir de ahora sería noticia. No había margen de error.

— Vamos, Yoohyeon —dijo mi padre.

Subimos al palco. Ya había otros allí: Namjoon, quien también tomaría pronto el control de su empresa, y otro chico que no reconocí, detrás del alcalde. Este último se había unido al proyecto para impulsar el turismo local.

El portavoz tomó el micrófono:

— También informamos que los hijos y futuros CEO de estas empresas estarán a cargo directo del proyecto.

¿Qué? ¿Cómo que yo me haría cargo? Nadie me había dicho eso. Me contuve para no mostrar sorpresa. Soy buena en eso.

Firmé junto a Namjoon, comprometiéndome oficialmente. Apretón de manos, fotos, más fotos. Y al fin terminó. Casi cinco horas después, la gente empezaba a marcharse. Menos mal, porque mi batería social ya estaba agotada.

— Yoohyeon, debemos irnos —SuA me tocó el hombro y me entregó el celular—. Nos están convocando. Parte trasera.

— Tengo que informar a papá.

— Ya le dije que nos íbamos y que se llevaría tu coche.

Por supuesto. Si se lo dijo SuA, no se atrevió a contradecirla. Salimos discretamente por la cocina. En la parte trasera, el auto de la compañía nos esperaba. Nam y Mingyu ya estaban adentro. Mingyu conducía.

— ¿Siempre es así? —pregunté.

— Siempre —respondió Namjoon.

— Tenemos que pasar por la capitana. Su coche se averió —avisó Mingyu.

Weak for You ♡》> JiyooWhere stories live. Discover now