Un pequeño inciso: los capítulos marcados con el punto en el titulo, son desde el punto de vista de James. Solo por aclarar :3
Aquello era algo que no me esperaba.
-Bueno, entonces no insistiré... -digo algo alicaído.
-Oye, James... No es que no quiera, o que no me parezcas atractivo, pero ya te dije que Año Nuevo fue un error. Estábamos borrachos, y tal... -dijo bajando cada vez más la voz.
-No te preocupes, Ruben. -le agarro el mentón y le levanto la mirada.- No voy a tratar de que sientas lo que yo.»Pero hoy, hoy permitete palpitarte en mi oreja.
Atroname el oido con tu descompas nervioso.
Voy a regocijarme en la victoria mas rastrera de mi atributo más odioso. Cuentale a mi pelo en susurros que no me quieres decir nada.
Y mañana huye de mi cama. Pero hoy, hoy permite me olvidar de ti en ti.
Procura ser todo ojos, que yo seré todo manos sobre tu piel.Me acerqué a él y dejé un beso tan suave en sus labios que apenas pareció un roce. Un segundo, fue en la mejilla, cortés y con cariño. Y un tercero, en la frente, con toda la ternura que era capaz de demostrarle con un gesto tan pequeño.
Despues me aparté, y le miré a los ojos, sin decir nada más. El otro, me miró también, y nado hacia el borde, saliendo de la piscina.
Salió por la puerta de la piscina en vez de la del bar, y ese día no lo vi de nuevo. Después de maldecir durante lo que parecieron horas, salí de la piscina y fui a secarme. Salí del bar con más prisa que otra cosa, y fui a por mi coche.
Dos días después, estaba encerrado en mi dormitorio, tumbado en la cama. Puede que con depresión, o algo peor.
Suena la puerta, y me tapo la cara.
-Leave me alone!
-James, it's me. -era mi hermanita.
-It's open.Se abre la puerta y luego siento un bote en la cama.
-¿Estás bien?
-Si, creo.
-No lo estás. No has bajado a desayunar, ni a comer. Y con lo que comes tu, no me lo creo.No puedo evitar reír un poco, y me destapo la cara. Mi falta de sueño era notable.
-Dios, pareces una marmota, con esas ojeras.
-¿Me has traído algo? -digo levantando una ceja.
-Si. -sale un momento del dormitorio y me trae un plato con una montaña de crêpes con chocolate y una taza de café.
-Eres la mejor, hermanita. -le doy un beso en la frente y le doy un sorbo al café. Al menos me despejaría.
-Hoy voy a jugar a casa de Malwi, así que tienes que llevarme.
-Ya decía yo que era raro que lo hicieses por voluntad propia. -le digo apuntándole con la crêpe.
Se encoje de hombros y sonríe.-Hay que saber priorizar tus objetivos. Y tener en cuenta que hay que hacer cosas que no quieres para consegurlos.
Mi hermana podía parecer una niña dulce y tierna, pero tenia un coeficiente de 154.
-A veces me das miedo.
-Ea. -dice con una sonrisilla. - Que sepas que aún así, puedes contarme lo que pasa. Tengo 12 años, pero comprendo las relaciones interpersonales.
-No seas listilla, ayudame a terminar esto. -agarro otra crêpe y la muerdo.- Estás no son como las de mama. -termino la frase con un sorbo de café.
-No, las ha traido el chico que vino con la que organizó mi cumpleaños.Toso y la miro con los ojos abiertos.
-¿Ruben?
-Si, supongo que él. Decía que era un agradecimiento por lo del otro día, pero no dijo el que.Sonrío silencioso y muerdo la crêpe.
-Bueno, en ese caso, tengo que decirle que hace unas crepes buenísimas.
-Su madre es pastelera. Es normal que sepa hacer dulces.Agarro el teléfono y lo busco, para mandarle un mensaje.
J- Hey Ruben! Mi hermana me ha dado las crepes. Muy buenas, por cierto.
Cuando lo envio, lo dejo a un lado y nos terminamos todo entre los dos.
-Dios, voy a reventar.
-Pues no lo hagas aún, que tienes que llevarme a casa de Malwi.
-Vale, vale.
-Así que ya estas levantándote y duchándote.Sale de la habitación con el plato y la taza y yo voy al baño a ducharme. Dejo el móvil en el lavabo y pongo el mp3 en la radio para oír música mientras me ducho. En esas oigo una vibración, y agarro el teléfono.
Ojos Azules- De nada. Me lo pasé muy bien el otro día contigo, y bueno....
J- ¿Bueno...que?
O.A.- El beso....
J- Dije que no sucedería de nuevo si no querías.No contestó más, así que deduje que no quería hablar más y me metí en la ducha.
Oigo unos aporreos en la puerta.
-¡James! ¡Date prisa, tortuga!
-Ya voy, ya voy. -digo cerrando el agua.
CZYTASZ
You're Right
LosoweDesde aquella fiesta en Barcelona, Gus se come la cabeza. James, el chico inglés que conoció en fin de año, ha ocupado su cabeza día y noche. Sueña con volver a verle... Y quizás su sueño tarde poco en cumplirse.