El bachillerato aquel año lo compartía con Lena. La verdad, nos habíamos convertido en muy buenos amigos, y todas las tardes solíamos hablar, o quedábamos para tomar un café o té, según nos apeteciera ese día.
Un día, estaba saliendo de clase, cuando oigo murmullos de la gente.
-"Está en la entrada..." "¡Que bueno está!" "¿A quien estará buscando?"
Intrigado, con lo curioso que soy, voy a la entrada. El alma se me cae al suelo por segunda vez.
El chico pelirrojo. Ese gigante, con esos ojos azules, estaba dando vueltas por la entrada del edificio. Cuando su mirada se cruza con la mía, sonríe de forma amplia y se acerca a mi con un ligero trote.
-Hello, darling~. Te he echado de menos. -y me abraza. Le aparto un poco brusco y le miro.
-¿Que haces aquí? Estás loco...
-He venido a traerte... -saca de su mochila una camiseta. Mi camiseta. Negra, de cuello amplio y una frase en el cuello. "We are all just destined to die". Fue un regalo de cumpleaños.
- Bueno, gracias... -agarro la camiseta y la meto en mi mochila-. ¿Has venido solo a eso?
Se calla, y un instante después, se da la vuelta y se va.
Una chica de las que antes murmuraban se acerca corriendo a mi.-¡Gus! ¿Quién es ese chico que se acaba de ir?
-James... -niego con la cabeza y salgo.Segundos después, tengo a Lena detrás mía, llamándome a grito pelado.
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You're Right
RandomDesde aquella fiesta en Barcelona, Gus se come la cabeza. James, el chico inglés que conoció en fin de año, ha ocupado su cabeza día y noche. Sueña con volver a verle... Y quizás su sueño tarde poco en cumplirse.