Capítulo 46: "Esto no puede ser posible..."

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Por más que lo intentara no conseguía que el sueño viniera a mí. Lo que había pasado hace horas me ha dejado desconcertada, confundida, pero sobre todo con un sabor amargo en mi boca que significaba que la tristeza se adueñaba de mí. Millones de preguntas y situaciones rondaban en mi cabeza, "¿Por  qué me besó? ¿Por qué allí? ¿Por qué no en otro lugar?" Al recordar el beso la felicidad y un leve sonrojo me invadían por completo. Pero al recordar esa frase hace que todos esos recuerdos valgan nada y el corazón me duela hasta sangrar sin notarlo.

"-Ha sido por los fans.-"

Esa maldita frase es la que arruina todo. Se ha quedado grabada en mi mente y me es imposible borrarla. Siento una presión constante en mi garganta, un nudo que no aflojará su agarre por nada y la angustia me come viva.

Y pues supongo que eso será, solo un beso sin importancia para complacer a los fans que tanto habían creído en que aquella escena alguna vez ocurriría. Cuando por fín había tenido claros como el agua mis sentimientos, se le ocurre decir eso. Ojalá supiera lo que siento, ojalá supiera que él me ha abierto los ojos y que él es el causante de que en este momento me esté desmoronando por dentro.

Durante el resto del show y por el día siguiente no pude evitar mirarlo de reojo algunas veces. Mi forma de verlo había cambiado completamente. Ya no era ese chico inmaduro que hacía tonterías solamente para quedar en ridículo y que la gente se riera de él, sino que ahora era un chico que buscaba hacer felíz a la gente sea como sea, pensando siempre en los demás y no hay que olvidar... que era guapo.

Tenía que contarle esto a alguien. Siento que la culpa me ahoga y no me deja respirar. No es que sea algo malo estar enamorada, pero es un secreto que no puedo guardar.
Cojí mi netbook y comencé a buscar. Debe de haber más sucursales de Letratec. Me aparecieron algunas no muy lejos de aquí, así que no sería problema ir caminando.
Me puse una musculosa, una campera de verano de Adidas, unos jeans, llevé un bolso y mis Converse, todo negro. He cojido un cuchillo de la cocina por las dudas. No, no iré a asesinar a alguien para desquitarme, (a no seeeer... vale paro :c) solo que aquí es mucho más peligroso salir de noche debido a que hay mucha pobreza y asentamientos que vuelven inseguras las calles.

Llegué al lugar indicado y como lo suponía, era otro edificio abandonado solo que estaba en un mejor estado que el que se encontraba en España.
Entré por la puerta trasera sin dificultad y me aproximé unos pasos al área en donde pintaban. Mis pensamientos no fallaron, latas de pintura en aerosol llenaban los estantes sin dejar ningún hueco.
Puse algunas en el bolso y salí del edificio.
Caminando por las calles pude descubrir una pared medio rojiza que me vendría bárbaro. Coloqué el bolso en el suelo y comencé a trazar delgadas líneas para luego rellenarlas.
Tras una hora y cuarenta pintando, mi obra había quedado terminada.

Era una chica parada en las orillas del mar, mirando a la redonda y brillante luna llena que se alzaba en el cielo. En el lugar del corazón, éste estaba brillando. Puse una frase al lado del corazón de la chica:

"Todo está hecho para ser roto, pero tu corazón no es una de esas cosas..."

Cojí mi bolso y salí corriendo no sin antes dejar mi firma a un costado de la luna. Eran las cuatro pasadas de la madrugada. Entré al hotel y subí a mi habitación lo más rápido y sigilosamente posible.
Al llegar al cuarto pude notar que todo seguía tal cual lo había dejado al salir. Los chicos seguían durmiendo y todo estaba en silencio. 
Me recosté al lado de Rubius, que dormía plácidamente sin enterarse de nada, verdaderamente de nada. 
Tras una hora mirando el techo pude conciliar el sueño y dormirme, con alguna que otra lágrima saliendo de mis ojos y dándole la espalda a mi compañero.

*narra Rubius*

Me desperté al rededor de la una y media del mediodía. Jaz estaba a mi... wait, no estaba a mi lado. Vi la netbook arriba de las sábanas, ¿Letratec? ¿Qué coño es esto? ¿Estaba buscando trabajo? Vaya forma de comenzar la mañana...
Me levanté de la cama y fui hasta la cocina de la habitación. Jaz estaba preparando el desayuno y al parecer no se ha percatado de que yo estaba destrás suyo mirándole.
Iba a saludarla cuando ella habló primero.

-Buenos días.-. Dijo sin siquiera mirarme. Su voz sonaba algo fría, pero no me importó.

-B-buenas... ¿has dormido bien?-. Me extrañó que por unos instantes no supiera qué responder, pero luego asintió.
"Déjala, debe de estar cansada..." Me dije a mí mismo.
Cuando Mangel se despertó, cojimos nuestras cosas y fuimos al aeropuerto.

He amado el Club Media Fest. Sobre todo porque he besado a Jaz y ella a correspondido al beso, pero no estaba seguro si había sido por los fans que ella correspondiera así que se lo he dejado en claro (aunque no sea cierto) que solo había sido nada más ni nada menos que un simple beso, lastimosamente. Pero en los momentos siguientes me miraba de reojo, no sonreía ni hacía algún otro gesto que la delatara, solamente me miraba.
Cuando subimos al avión ella dijo que esta vez quería sentarse sola. ¿Qué le está pasando? No me saluda como siempre lo hace, no me dirige palabra en todo el puto día y ahora quiere sentarse sola. ¿Es por el beso? ¿Es por mí? ¿Trata de evitarme? Y si es así, ¿por qué? Dejé todas esas incógnitas a un lado y me dispuse a dormir.

Una vez que llegamos a España y entramos al departamento, lo primero que hizo Jaz fue saludar a Lola y enseguida se cambió de ropa, a una más abrigada y estaba justo por abrir la puerta cuando...

*narro yo*

Rubius me coje de la muñeca haciendo que me sobresalte y vuelva a mirarlo, algo que he tratado de evitar todo el día.

-Jaz, ¿qué tienes? Puedes decirme...-

-N-no es nada, solo... necesito estar sola un rato.-

-A las nueve y media estás a...-

-¡Que sí! ¡Que ya he entendido coño!-. Y cerré la puerta detrás mío con un portazo.

No me gusta que la gente se meta en mis asuntos. Es cierto que acabo de descubrir mis sentimientos hacia él, pero también está más que claro que el no siente lo mismo.
Caminaba hacia un parque cercano envuelta en mis pensamientos cuando de repente alguien chocó conmigo.

-Perdón, yo...-. Dijo la voz. Levanté la mirada y me sorprendí al encontrarme con un chico de no más de diesiséis años. Su cabello era castaño muy oscuro, casi negro, pelo hasta el cuello, algo corto, ojos cafés y pestañas largas y... un lunar arriba del ojo derecho. 

Nuestras miradas se encontraron. El chico se levantó, era algo tímido, pero no me quitaba los ojos de encima.

-¿Jaz?-. Fue lo único que pudo pronunciar.

"Debe de ser algún fan..." dije para mí misma. El chico esbozó una sonrisa de oreja a oreja y acto seguido me abrazó. No sabía si corresponderle el abrazo o no. Así que me separé de el y lo miré de arriba a abajo. Era algo delgado y de piernas no muy largas.

-Disculpa pero... ¿quién eres?-. Su expresión cambió a una más angustiada.

-¿No me reconocés?-. Se trataba de un argentino sin duda. Negué con la cabeza y me quedé firme mirándolo.-Soy Stephan.-. Solo hay una sola persona que yo conozca o... bueno, conocía, que tuviera ese nombre. Y esa persona era mi hermano ya difunto.

-¿Y tu apellido es...?-. Pregunté para confirmar mis sospechas.

-Gonzales-. Algo golpeó mi pecho tan fuerte que casi caigo.

-T-tú eres...-

-Sí... tu hermano.- 

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Holaaaa ;)

OMFG QUE SUSPENSO :O

Creo que ya van entendiendo lo que sucede aquí, pero no diré nada NI USTEDES TAMPOCO.

Pobre Jaz, ojalá no fuera tan estúpida y se diera cuenta :'v

Dato personal: soy muy insistente con los mensajes (Whatsapp, Facebook, etc)

Besos, cuídense y... ADIOS CRIATURITAS :D

Mi vida con RubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora