Capitulo 7: Día Décimo

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Era tarde, nuestros padres ya se habían ido a dormir. Esperé a que no hubiese ningún ruido para llamar a Karls que estaba dormido rodeando mi cintura, al principio se quejaba con que no quería moverse, que estaba muy cómodo, pero ya después comenzó a entrar en razón y a levantarse.
Me dio un beso de buenas noches en la mejilla y saltó como todos los días desde mi balcón al suyo.

Se me hacía raro el hecho de pensar que estaba saliendo con él, pero en el fondo de mi alma sentía una cáliz, que hacía ya tiempo que no sentía. Estaba bien, aunque aquello me aterrase un poco.
Esperé a que sus luces se apagasen, para poder coger mi diario y así contarle todo lo que me había pasado estos días, que había estado ausente. -

- Hola querido diario, que de tiempo sin hablarte, tengo miles de cosas que contarte pero que no se como expresarte.
Te acuerdas que te dije que iría a un parque de atracciones, pues fuimos y Karls al final no paso miedo en la atracción sino yo y para colmo se cabreo conmigo por un comentario desafortunado qu hice. En definitiva que salimos de la atracción y ambos estuvimos discutiendo..., pero no te vas a creer lo que paso luego.
Va el niño y averigua mi nombre a causa de una torpeza mía, que fue que me lleve la mochila de papa y en ella papa había labrado mi nombre. Pero bueno eso es lo de menos, lo fuerte es que Karls se me declaró y he llegado a estar 3 días sin hablarle. Claramente como puedes imaginarte al tercer día Karls elaboró un plan para capturarme y tener que respondedle. Al principio el hecho de tener que contestarle delante de mi madre no me hizo gracia pero como es típico en el, no acepta un no por respuesta, así que me cogió y me metió a mi cuarto hasta que me saco la verdad. Vamos en resumidas cuentas, que estoy saliendo con él y debo decírselo a mi madre, ya que la deje muy descuadrada antes en el salón.

Bueno diario esto es todo, si pasa algo más prometo volver para contártelo, gracias por siempre escucharme. -

- A LA MAÑANA SIGUIENTE -

Estaba super cansada, no había parado de dar vueltas en la cama toda la noche. Andaba muy inquieta, aún no sabía como decirle a mi madre que estaba al final saliendo con Karls.
Se que iba a ser difícil y me consideraría una chica bipolar, pero bueno..., creo que me lo merezco.
Me puse la ropa más cómoda que encontré en mi armario, un chándal y una camiseta de manga corta color rojo. Fui al salón, en donde olía a comida recién hecha. Allí estaba mi madre haciéndome unas tortitas mañaneras, esas que tanto me encantan, la escuchaba hablar con alguien por lo que me acerque a la cocina. Ella tenía en las manos la sartén con la espátula moviendo la tortita y con el hombre sostenía el teléfono fijo de casa.
Se la notaba animada, debía ser alguien que realmente le agradaba, cuando termino de hablar, me miró me dio dos besos uno en la frente y otro en cachete y me indicó que nos sentáramos a comer.

Al principio hubo un lindo silencio que agradecí, ya que no sabía como comenzar la Conversación y necesitaba tiempo para meditarla. Pero ese tiempo se me acabo en el momento que de los labios de mi madre oí la palabra "boda".

- ¿Cómo que te vas a casar con el padre de Karls?, pero... Si apenas le conoces.

- Cielo, yo le amo, le quiero muchísimo.

- Pero mama...

- Cielo escúchame, el es un gran hombre, el ha sido capaz de llenar ese vacío en mi pecho desde que tu padre, "que dios le tenga en su gloria" , nos dejó. El ha sido mi apoyo aparte de ti cielo, el me da vida.

- Pero mama entonces..., no puedo decirte lo que Venía a contarte

- El que cariño, seguro que es muy importante

- Da igual, es un deseo egoísta, no debo ni de preguntártelo . Me alegro que seas feliz, pero si me disculpas quiero acostarme un poco estoy algo mareada.

- Como podría decirle nada a mi madre. Me sentiría una mala hija, egoísta y cruel. Jamás podría hacer algo que hiciera que mi madre volviera a ser infeliz..., si para que ella sea feliz yo debo ser infeliz, lo haré con mucho gusto. Su felicidad es primera antes que la mía. Le debo mucho después de haberle arrancado a papa de sus brazos.
Entre soyosos me fui a mi cuarto, abatida sin fuerzas y sin ganas de moverme de la cama. ¿Cómo iba a afrontar a Karls, como haré para que no sufra?.

Me siento incapaz de hacerle daño, odio verle sufrir y más cuando me mira con esos inmensos ojos que tanto amo. Debo pensar rápido, antes de que él aparezca. Si tengo suerte tal vez su padre aún no le haya dicho nada, por lo que será más fácil engañarle y será más fácil para mi no tener que auto-convencerme con cada palabra que repita en voz alta mientras le intento dar una razón de porque no quiero amarlo o de porque nunca podré ni siquiera intentarlo. -

- Hola mi dulce flor - decía Karls saltando desde su balcón a mi ventana -

- Hola

- Oh!, que seca estas se nota que acabas de despertarte - se acomodada en mi cama -

- No quiero que te sientes en mi cama

- ¿Por qué ahora te has vuelto tímida?, yo pensaba que era la guerrera Ania. - le hacía cosquillas -

- PARA!, por favor no me toques sin mi permiso

- Ania,¿ qué te pasa?

- Karls, creo que debemos dejarlo, no me atrae mucho la idea de salir contigo la verdad. No me siento preparada. Además quiero salir con mis amigas conocer a más chicos, soy joven aún como para comprometerme ya con uno. Lo siento de veras, espero que lo entiendas - lo solté todo de golpe -

- Pero a ti que coño te ha picado, que eres bipolar o algo por el estilo, si me ibas a dejar por segunda vez me lo podía haber ahorrado ayer, y no paso por lo mismo dos veces. Eres mala y caprichosa. No me extraña que tu padre muriese por tu culpa - dejando la última frase en el aire, consiente de que la había cagado -

- Fuera de mi vida y de mi cuarto ahora mismo. No quiero volver a saber nada más de ti, te odio, eres lo peor. Me alegro de a verme alejado de ti y no tener que vivir una vida con una persona sin el más mínimo miramiento por los demás. Fuera o te juro que te hecho a patadas

- Lo siento Ania, no pensé lo último que te dije..

- Fuera! Fuera! - decía entre soyosos -

- Lo siento Ania - desapareciendo por el balcón y adentrándose a través de la ventana de su cuarto cubierta por bellas cortinas de color verde -

- Si había una mínima esperanza de encontrar un camino en el frío corazón de Ania..., Karls, se había encargado de romperlo. Las duras palabras que el pronunció sin pensar en ese momento, marcarían su destino desde el primer momento que a través de su boca fluyen, sin control o medida. No sabe aún cuanto llegará a arrepentirse de haberlas tan si quiera pronunciado. -

Querido Diario ¿Sabrá Que Existo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora