En problemas ¿ otra vez ?

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Después de dos semanas de tranquilidad en la escuela seguía sin ver a André, no es que lo buscara todos los días es simple curiosidad. Ese extraño inquietante fin de semana pasó al olvido y eso me daba una oportunidad para poder pasar todos los cursos. Además el campeonato de voley estaba a la vista y planeaba verlo todos los días.
- Jóvenes Vergara, Rodriguez, Bates Y Garland, por favor vegan conmigo.
La subdirectora nos sacó de la clase de Biología y nos llevó a su oficina. Para los tres era la primera vez que la Sra, Horna nos llamaba a su despacho, ni Josue que era el más inquieto; ella daba un poco de miedo con su cabello negro atado en un moño estirado y perfecto.
-Jóvenes, siéntense por favor.- nos ordenó- Usted no señorita Vergara, espere afuera por favor.
Salí de us oficina y me senté en los sillones de la sala de espera al lado del recepcionista.
En mi mente repasaba todo lo que había hecho y lo que no, mi pierna derecha se movía con nerviosismo rebotando repetidas veces. Esperé 5 minutos. 10. 15. Y todavía no salían mis amigos.
-Señorita Vergara, ya puede pasar.
Mis tres amigos salieron uno detrás de otro con el semblante serio.
-No se preocupe señorita, usted no ha hecho nada.
La oficina está bien iluminada, todo estaba ordenado milimétricamente.
Puse mis manos debajo de mis muslos para ocultar mi nerviosismo.
- Vamos a ser breves, usted conoce al señor Terrez.
- ¿ Quién ?
- A André Terrez.
- Si, lo he visto algunas veces.
- ¿ Y últimamente ?
- Hace más de dos semanas que no lo veo.
- Eso es mucho tiempo para un estudiante, ¿ no cree ? ¿ Sabe si le ha pasado algo ?
- Como le he dicho no sé nada de él- mis manos apretaban los brazos de la silla.
- No se altere señorita- habló retándome- Sus compañeros mencionaron sus sospechas de que él la haya secuestrado el día del accidente.
Me quedé helada, no sabía que decir frente a eso y mi mente en blanco no me ayudaba en nada.
- Tomaré eso como un sí, señorita Vergara.
- Yo... no sé que decir, Sra. Horna.
- Su compañero no viene hace dos semanas, y no tenemos ningún contacto para saber algo de él.
En ese instante sonó la campana salvándome de un largo interrogatorio.
- Puede retirarse.
Sin esperar a que me lo repitiera salí rápido de ese suplicio, Brandon estaba en la recepción esperándome.
- ¿ Qué te dijo ?
- Me preguntó sobre el día del accidente. ¿ A ti ?
- Igual. Los tres le contámos todo lo que vimos.
- ¿ Y qué vieron ? No me acuerdo de nada.- dije en un tono sarcástico y achinando los ojos.
- A ti, gritando de dolor por tu tobillo, luego a Terrez corriendo hacia ti, sus brazos cargándote y luego nada.
- ¿ Nada ? - dije tajante.
Brandon se quedó callado con la cabeza gacha, sus hombros estaban caídos mostrando culpa.
- Puedo cuidarme sola, no es necesario que estén detrás de mi cuidando mis espaldas.
- ¡¡ Estabas en peligro !! Tirada en el piso y una estampida de gente venía hacia ti.
- Lo sé. Pero ninguno tenía derecho a acusar a André.
- Se fue contigo en sus brazos, dejó un rastro chamuscado.
- ¡¿ Qué cosas dices ?!
- Si quieres te enseño.
Suspiré y me fui directo al salón dándole la espalda a Brandon, no soportaba que me tratarán de esa forma y peor si no sabían que André me había salvado. Todos ignoraban la realidad y yo no iba a rebelarsela a alguien, ni a mis amigos. Quería llegar rápido a mi casa para despejar mi mente después de todo esto.
No tenía ganas de hacer clases así que cambié mi rumbo hacia el baño. Sentía una ganas enormes de dormir acurrucada entre las sábanas de mi cama.
- ¡ Eh ! Katleen- el dueño de esa voz me jaló al baño de hombres.
- ¡ Hey ! Suéltame depravado.
- ¡ Shh ¡ Nos van a descubrir.
- No me voy a callar. ¿ No te das cuenta que estamos en el baño de hombres ?
- Eso es obvio ¡ dahh ! No soy ciego.
- Sonó sonso, lo sé. Pero ni loca me quedaré acá contigo.
- No vamos a entrar al de mujeres.
- ¿ Por qué no ? ¡ Oh si, claro ! Tu no quieres entrar al baño de mujeres pero yo me veo obligada a entrar al de hombres. Adiós.
- No te puedes ir, tenemos que hablar.
- Adelante, dime todo.
André se quedó mudo mirándome sorprendido.
- Ese día... Te salvé, no te secuestré como todos dicen.
- Claro, como no.
- ¡ Eso es cierto !
- Ahora tu eres el que debe bajar las revoluciones. Cálmate.
André se paseba de un lado para el otro con sus manos ocupadas desordenando su colorido cabello. Se notaba muy cansado, más de lo normal para ser sinceros. Lo extraño es que su chaqueta había desaparecido dejando ver extensas marcas en sus antebrazos descubiertos por su camisa remangada.
Tenía que irme de aquí, presentía que algo malo iba a pasar sino empezaba a moverme. Derrepente el día se oscureció, "Corre" " ¿ A dónde ? " " Fuera de aquí " " ¿ Por qué ? " Sólo hazlo si quieres seguir viva ".
Sin perder el tiempo abrí la puerta ruidosamente y salí corriendo sin mirar atrás para ver si André me seguía.
Paré al llegar a mi salón, toqué la puerta y nadie me contestaba , con temor giré el pomo y la abrí para encontrarme con una gran sorpresa. Nada, parecía la dimensión desconocida.
- ¡¡ Oye Katleen !!- gritó André mientras corría- Nos tenemos que ir y ya.
Atrás de él se podían escuchar golpes pesados acompañados de gritos de guerra.
- ¡¿ Por qué ?! No me pienso mover hasta que me des una explicación.
- Eso te quise decir, pero te fuiste. - continuó- Eso lo solucionamos después.
-  ¡¡ Jóvenes !! - gritó el profesor de matemática mientras trotaba hacia nosotros- Váyanse. André es una emergencia, ellos saben quien es. Katleen no te preocupes por tus amigos ellos están bien.
- Esto no tiene sentido- grité alejándome desesperada- Profesor, usted me va a decir que pasa ¿ Verdad ?
- Después ¡ Sólo vete !
Retrocedí sin quitar la mirada encima de André y el profesor, entonces... silencio.
Vi el miedo de Katleen en sus ojos cuando empezó a flotar, poco a poco todo a su alrededor la seguía. El profesor y yo miramos alarmados todo el revuelto que estaba formando Katleen, sus ojos abiertos mirando a la nada y su cabello flotando a su alrededor. Las manos de Katleen eran unos puños fuertes a cada lado de su cuerpo y absorbían el color como en la fiesta.
Esto era increíble pero a la vez peligroso para ella, no podía dejarla ahí flotando. Derrepente su boca se abrió en un grito silencioso y nos lanzó contra la pared.
Mi cabeza dolía como mil demonios y no podía respirar bien, a mi lado el profesor estaba tirado inconsciente.
" Katleen ", fue en lo último que pensé, en su nombre
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Por fin !!! D: 
Estoy en un bus, en un viaje de 16 horas :(
Gracias por la nueva portada y la edición de la foto de multimedia @totto123456
Estoy muy cansada, así que cualquier error o observación me lo dicen.
Cuidense :)

Escondida en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora