Cap. 5 "Llévame donde tu quieras."

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La semana pasó realmente rápido. En los recreos me juntaba con Carter en el jardín de la escuela. Los niños tenían recreo en diferente horario y nadie iba allí.

- Vamos Chloe.- Rió. Estaba subiendo a una casita del árbol que había en el jardín.

- Estas loco.- Negué con la cabeza y me guiñó un ojo. Decidí seguirlo y subí con cuidado por el árbol. Para entrar tuvimos que agachar la cabeza, pero una vez dentro, estábamos erguidos.

Por fuera, estaba pintada toda de verde, casi ni se podía ver entre los arboles. Pero por dentro tenía azul, rojo y amarillo. Muchos dibujos pegados en las paredes y una ventana. Había una mesita y dos sillitas. Nos sentamos pero en el piso ya que las sillitas eran muy pequeñas.

Sin querer, fue allí donde el lunes, nos salteamos el resto de las clases y pasamos en la casita toda la mañana.

Sonó el timbre. Sonreí. Era jueves y la semana ya casi terminaba. Tomé apurada mis cosas mientras salía del salón.

- Chloe, a la salida nosotros...- Escuché la voz de Marco.

- ¡Chloe!- Mi hermana me gritó pero no volteé. Solo reí por mi actitud y corrí hasta el jardín. Subí a la casita del árbol y allí estaba Carter con su desayuno sobre la pequeña mesa.

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Allí estaba yo, caminando de un lado al otro en mi habitación. Eran las dos de la tarde. Marco estaba en su típica siesta luego del almuerzo y Gemma estaba interrumpiendo en el cuarto.

- ¿De que tanto te quejas? Desde abajo escucho tus gruñidos.- Entró y se sentó en la cama.

- No iré.- Solté mirándola. Ella me miró confundida tratando de entender de que hablaba. Se corrió el pelo de la cara y habló.

- ¿De que hablas?- Me senté a su lado en nuestra cama. Miré hacia otro lado, sabía que me mataría.

- No iré el sábado con ustedes al club.- Se quedó callada. La miré.

- Si vas a ir.- Me dijo firme. La miré confundida.

- No, no iré. Los chicos estarán en la piscina. ¿Que haré yo? ¿Quedarme sentada mirando?- Negué.

- No quiero ir sola. Por favor. Yo tomaré sol contigo, soy un fantasma. Pero por favor ven con nosotros.- Suspiré.

- De acuerdo.- Ella sonrió y aplaudió. Se me tiro para abrazarme. Sabía que me arrepentiría de esto. Pero lo hecho, hecho está.

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Era viernes. Carter y yo habíamos acordado en ir a almorzar al centro de la ciudad luego de la escuela. Estaba en la ultima clase escuchando a la profesora de Historia hablar. Bueno, escuchando. En realidad estaba dibujando flores en mi carpeta.

Muy productivo, ¿verdad?

La puerta sonó y quien sea, se puso a hablar con la profesora. Yo seguía concentrada en los bellos tulipanes y jazmines que creaba con mi lápiz.

- Señorita Anderson.- Levanté la cabeza algo desconcertada. Creí que me pediría que diga algo sobre la tarea, pero no.- Vienen a retirarla, puede irse.- Mi cara de desfiguró. Todos me miraban. Junte todas mis cosas y las guardé en la mi mochila. Salí del salón y allí estaba el. Sonriente con su mochila al hombro. La profesora cerró la puerta una vez que salí.

- ¿Lista?- Preguntó.

- ¿Como has podido retirarme antes?- Lo miré confundida. Comenzó a caminar a la salida.

15 SecretosWhere stories live. Discover now