Un gusto conocerte.

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Aún no podía analizar todo lo que paso en el día. El dolor en mi pecho como si algo no me permitiera respirar estaba ahí permanentemente. Tenía ganas de golpear algo. Debía golpear algo. Estaba molesto, frustrado pero sobre todo lo demás, estaba dolido.

Dolido por la forma en que Amber simplemente dejo que la gente alrededor afectara en sus decisiones y se alejará de mi vida.  ¿Por que si quiera decía cosas como que me quería, si al menor obstáculo que se presentara ella huiría despavorida, con alejarse de mi como la única solución a lo problemas?

Yo había lanzado mis cartas y ella no las tomó. Yo nada mas podía hacer.

Suficiente había sido con obligar a mi corazón romper las barreras que había construido para ser dañado nuevamente. Pensé que Amber podría ser la persona con la cual podría reparar del todo el daño hecho, pero solo término por quebrantar aún más lo que pudo tener arreglo alguna vez. 

Después de las constantes preguntas de Jaxon por donde estaba Amber, de por que no había vuelto con nosotros e inventar que tuvo una emergencia en su hogar. Finalmente llegamos a casa con el recibimiento de Esther y su popo. Gran bienvenida. 

— ¡Esther se ha hecho pupú! — Grito mi hermanito jugando con el peluche gigante que había ganado en uno de los juegos para Amber. Hice una mueca. 

— Ya la recojo, espérame arriba. — Palmee su trasero incentivando a subir las escaleras. 

 —¿Estás bien? — Hizo un puchero.

—¿Por qué lo preguntas? — Lo miré con curiosidad.

— Por que normalmente haces bromas o cantas conmigo en el auto. — Habló con su voz de niño. — ¿Estas molesto conmigo?

—¿Qué? No Jax, no estoy molestó contigo. — Acaricie su nuca. — No pienses eso, sólo estoy un poco triste.

—¿Sabes lo que yo hago cuando papá me reta y estoy muy triste? — Negué con mi cabeza. — Veo Gravity Falls  y se me pasa. — Dijo emocionado a lo que le sonreí.

— Entonces veremos una temporada completa, espérame en mi habitación. — Bese su frente.

— Y Justin. — Volteo a verme cuando estaba en el último escalón. — Lo que sea que ocurrió con Amber, se arreglara.

— Yo no...

— Soy un niño pequeño, pero no bobo, bro. — Rió. — Jazzy dice que cuando se enoja, papá finge ser su pony. Trata con eso. — Y se fue corriendo a la habitación.

Lástima que yo no tenía intención de arreglar las cosas.

Fui en busca de una pala y una bolsa  Esther se encontraba allí mirándome.

— No me mires así, que se que eres la culpable de este desastre. — Hablé. Y no me refería a su feca. Hablaba de todo en general.

Si no hubiera entrado en esa tienda, jamás hubiera traído a Esther y conocido a Amber.

Recogí los desechos y fui a botarla al tarro de la basura fuera de casa. Volví para tomar a Esther en brazos y acariciar sus bigotes.


— Amber se ha ido Esther, pero no te preocupes, yo cuidare de ti muy bien. Tuve a una buena profesora. — Subí las escaleras dirigiéndome a mi habitación y encontré a Jaxon dormido. Deje a Esther en su cama y acomode a Jaxon bajo las sábanas. Me acosté a su lado y coloque Netflix siguiendo el consejo de mi hermano pequeño. Vi Gravity Falls hasta quedarme dormido.


Una semana después me sentía relativamente bien. No del todo, pero al menos había dejado de escuchar a Lady Antebellum como forma de desquitarme.

Esther ➸ j.b (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora