Capitulo 10: Juego

10.2K 1.5K 542
                                    

Había llegado a casa a duras penas esa noche, Josh de alguna manera siempre estaba allí para salvarme, atraparme, no sé cómo explicarlo. Pero él me saco de sobre el pecho de Harry, tomó mi mano, me ayudo a caminar hasta el auto.

Después de eso solo me quede en mi cama mirando el techo y pensando cómo es posible que me haya mostrado tan jodidamente débil , mis piernas aun temblaban levemente, mientras que mi cabeza no pretendía apagarse, yo no podía dormir por más que lo quisiera. Di muchas vueltas, mi estómago gruño por el hambre, pero no comí nada porque auto destruirme para mi era como el castigo que encontraba por sentir. En casa me habían enseñado a odiarme inmensamente, tanto que si algo malo en mi vida pasaba debía duplicar el malestar con la fatiga de no comer hasta que ya no pudiera más.

Dios, como odiaba no tener el privilegio de haber tenido una familia decente para no estar mal de la cabeza.

Yo no había vuelto a mirar mis piernas, incluso cuando en la mañana, sin poder haber dormido ni una hora, me puse los pantalones que tenía y el ardor que produjo la tela pasando por los lugares golpeados, magullados y rasguñados, me estaban casi obligando a mirar, yo no lo hice. Me resistí, todo eso no era nada más que un recordatorio innecesario de todo lo que había pasado. No me sorprendí en absoluto cuando vi muchas llamadas perdidas en mi celular.

Josh, Gabrielle, Harry y una del hospital. Comencé con lo más importante mientras ponía mi mochila en mi hombro caminando hacia afuera de la habitación con mi rostro totalmente horrible, opaco, no lucia para nada bien. Fueron tres tonos antes de que el doctor me atendiera. —Louis, no te preocupes, la llamada solo era para recordarte que dentro de dos días es la operación de Jess.

Mordí mi labio ante la rápida respuesta, caminando hacia la sala de estar de casa topándome con la mirada de reojo de mi madre inyectada en desprecio. —Oh, sí, muchas gracias por recordármelo. ¿Cómo esta Jess, por cierto? Ayer no pude llamarlo.

—Él está bien, bueno, es un chico muy fuerte, Louis. Te extraña, roguemos que luego de esta operación él pueda estar de vuelta en casa, tú eres lo único que tiene, los dos lo sabemos. Y esta tan aferrado a ti que no tenerte cerca lo está dañando. —yo sentí mi labio inferior temblar, Jess era tan frágil y yo nunca podía estar el tiempo suficiente con él.

— ¿Hubo algún problema con él anoche?

—Sí, lo hubo. Una enfermera tuvo que ir a verle porque no dejaba de chillar y había despertado a otros pacientes, lo comprendo de cierta manera, los dolores de cabeza son terribles. Él le dijo a Anne que estaba tratando de ser fuerte pero que dolía demasiado.

— ¿Quién?

—Anne, así se llamaba la enfermera que lo vio. No suele atender a niños pero como no había muchos doctores cerca ella decidió ayudar. —asentí, el nombre me sonaba de alguna parte, no sabía de dónde. Abrí la puerta de mi casa mientras me despedía del doctor. Hoy iba a pasar la noche en el hospital, después de la escuela. Comprare algunos juguetes y dulces para Jess, porque se lo mucho que le gustan y a mí me hace feliz verlo feliz.

Mi teléfono vibro en mi mano apenas salí de casa. Era Harry, pero yo no conteste, guardé el aparato en mi bolsillo trasero sin pensarlo dos veces, avanzando con ligero ardor en mis piernas.

— ¿Por qué no contestas si acabas de ver que te estoy llamando? —subí mi mirada al escuchar esa voz, y vi a Harry, apoyando su espalda en el árbol que había justo frente mío. Maldecí, lo hice muchas veces, entre dientes, ignorando su presencia y caminando lejos de allí mientras sentía que él se disponía a ir por mi nuevamente. —Eh, déjate de niñerías, Louis. No estoy para esto.

—Yo tampoco estoy para esto, ¿Qué tengo que no quieres dejarme tranquilo? No entiendo porque no puedes dejar simplemente que me vaya, no soy importante para ti, no hay-

Detuvo mi brazo, y con ello, también mis palabras. Me obligo a voltearme, solo para mirarle y notar que su ceño estaba fruncido. —Ya, Louis, deja esto. Si me importas o no, ¿Es relevante? Ahora mismo estoy aquí.

— ¿Cómo supiste dónde vivo?

—Eso no tiene importancia ahora, ¿Estas bien? —lo miré esperando que no estuviese hablando en serio, de verdad lo esperé.

—No lo sé, no tengo idea de cómo me siento. No creo que te importe de todas formas. —intento alejarme de su agarre pero él lo hace más fuerte, acercándome. No quiero estar ahí, no me hace bien tenerlo cerca.

— ¿Es por lo de Gabrielle que estas así? Jesús, estaba drogado y ella ha estado literalmente pidiéndome que la folle, ¿Qué esperabas? Soy humano.

—Y ella es muy linda, nadie se resistirá, ¿No?

—Si- digo, ¿No la haz visto?

—Ajá, todo el maldito tiempo porque resulta que era mi jodida mejor amiga. —esta vez sí logre zafarme del agarre de su mano, mientras él balbucea una respuesta innecesaria.

—Perdón, ¿Está bien? Lo siento mucho, no quería que esto fuera así, no era lo que estaba esperando. Ayúdame con esto, por favor, no quiero seguir rogando.

Sonreí de lado, lo peor no había sido aquella disculpa de mierda, si no el hecho de que no había ningún tipo de arrepentimiento en su voz. Ni uno solo. — ¿Por qué deberían interesarme tus problemas, Harry? Tus problemas son tuyos, no míos, ayúdate tu solo.

Me di la vuelta, y volvió a seguirme. Yo ya había terminado con esto, lo había cortado de raíz. Eso creía. —No voy a dejarte en paz y lo sabes. Quieres actuar como yo pero tú eres mejor que eso, Lou...

—Yo era algo mejor. —hice un pequeño sonido con mi boca deteniendo mi caminata, aun de espaldas a él. —Y entonces mi hermano tuvo cáncer, mis padres se volvieron una mierda y tú te volviste un juego difícil de ganar. Yo ya no quiero esto, estoy cansado de lo que estás haciendo. No quieres que actué como tu porque te da miedo hacer el papel que hago yo, ese que estás haciendo justo ahora. Y no se siente bien, ¿No?

No lo mire después eso.

Esto iba a ser tan, pero tan, divertido.

Que empiece el juego, Harry.

drama king  _ larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora