Capitulo 4: Cosquilleo

14.5K 1.8K 530
                                    

Hable con Harry durante las siguientes semanas. Él me había tomado cariño, pero no el suficiente. Nuestras conversaciones eran amenas y nuestros silencios cómodos, su manía por tocar mi cabello se había convertido en algo normal entre nosotros, también el poner su mano en mi rodilla o mi pierna. Le he sacado un par de sonrisas, es bonito verlo reír aunque sea unos segundos.

Habíamos logrado muchas cosas o bueno, yo había logrado muchas cosas. Por eso me asuste cuando me di cuenta de que algo estaba haciendo que esto no se diera correctamente, fue un jueves, cuando Harry decidió ignorarme el día entero, mientras que yo, cansado, dejé de intentar.

Me había hecho de fuerza por hablarle cuando vi que estaba con una chica. Lo saludé y de paso la saludé a ella, me sonrió, se presentó diciendo que su nombre era Mel, fue muy educada. Sin embargo no recibí respuesta de Harry, encogiéndome de hombros me fui de allí. Yo no iba a rogarle a nadie por un poco de atención, ya fui un niño rogando por mis padres tanto tiempo que aprendí que nadie jamás tendría eso de mi de nuevo.

Me pasé todo ese día con Josh, pero mi mirada estaba permanentemente puesta en Harry, él también tenía sus ojos puestos en los míos. Cuando Josh me tocaba o me besaba e incluso cuando un color rosa se esparcía en mis mejillas a la par que él decía cosas tiernas, yo no ocultaba mi felicidad al ver el esfuerzo que hacia Harry por no demostrar que esto le estaba molestando, quizá no tanto, pero lo estaba.

Esta era mi pequeña venganza por haberme estado evitando todo el maldito día. No, no estoy enojado, solo es mi ego que esta algo dañado más de lo que ya lo está comúnmente.

Cuando el día termina y siento que una mano me jala hacia atrás, no tengo que ser un genio para adivinar que se trata de Harry. Él, con su ceño fruncido y ojeras notorias, yo, con ojos cansados más estos nuevos moretes alrededor de mi brazo que hacen el agarre de Harry más doloroso. Sonrío torpemente de costado ante su enojo, es lindo. —Hazz, ya te extrañaba.

— ¿Y que es precisamente lo que extrañabas? Porque te vi demasiado ocupado con Josh como para pensar en mí en algún momento, ¿No te parece? —su voz se estaba elevando demasiado y él mismo fue capaz de darse cuenta. Lleve mi mano hasta su rostro y lo acaricie, porque no me gustaba que estuviese tan alterado, después de todo la euforia de las drogas que usualmente consumía no eran muy buenas mezcladas con emociones fuertes. No le hacía bien a su corazón que ya palpitaba acelerado.

—Hey, tranquilo. Tú no me hacías caso, yo estaba aburrido. En mi defensa, todo esto ocurrió por tú culpa. —intenté tomar su brazo pero él se aleja con obvio mal humor. Sin embargo, no me doy por vencido, vuelvo a intentarlo siendo insistente, lográndolo esta vez.

Hay un silencio como el que comúnmente se formaba entre ambos, y luego, cuando encontramos un lugar donde sentarnos, me afirmo al metal de la banca, balanceando mis pies con una pequeña sonrisa en mi rostro.

— ¿No tienes que ir a ver a Jess hoy?

—No, mañana es día de visita. —lo miro y él me mira, saca un cigarrillo de su bolsillo y me ofrece uno, pero yo niego. Le había contado lo de Jess, lo que era extraño, nadie más que Gabrielle lo sabía. Sin embargo, pude soltar todo con Harry, pude decirle lo que en verdad pasaba y lo mucho que me atormentaba saber que mi hermano era una bomba de tiempo. Él lo entendió, calló, me abrazo. Fue lindo en el momento. Me confesó que me había visto muchísimas veces antes en el hospital y que quería ir un día junto a mí para conocer a Jess. No iba a negarle ese lindo gesto de su parte.

— ¿Él está bien? —tomó un encendedor y prendió su cigarrillo, asentí con la cabeza aun que no estaba seguro de si bien era la palabra con la que debía describirlo. Jess extrañaba mucho a mis padres, yo lamentaba que lo hiciera pero solo es un niño, él también necesita de ellos. Me siento con impotencia porque cada vez que les hablo sobre esto ellos me dicen que verán que es lo que van a hacer, pero nunca hacen nada. Y entonces tengo que soportar a Jess llorando y diciendo que siente que no le importa a absolutamente nadie, si él tuviera algo de conciencia sobre todo lo que significa para mí, yo sé que no diría eso. Me perdí en todos estos pensamientos antes de sentir la mano de Harry en mi rodilla, acariciando con su pulgar suavemente la zona. —Y tú, ¿Cómo estás?

—Bien, —apoyé mi cabeza en su hombro, el aroma a tabaco mezclado con perfume me envuelve. Es una mezcla extraña, quizá no de mi agrado, pero no puedo hacer nada. Siento que su respiración es pesada y me está extrañando su comportamiento tan cercano.— ¿Qué pasa contigo?

—Nada, ¿Por qué?

—Estas extraño, como si tuvieses miedo de algo. ¿Es a mí? ¿Por eso estuviste ignorándome todo el día?

Sus labios se fruncen en una línea casi recta. Arregla su cabello hacia atrás, sentando a mi lado. No dice nada durante unos largos minutos, hasta que por fin encuentra las palabras que quería decir. —No te tengo miedo a ti, Lou. Le tengo miedo a lo que estas haciendo. —da una calada al cigarro, mientras yo removía mi cabeza un poco. Seguía confundido o fingía estarlo, en realidad estaba consciente de lo que estaba diciendo. —No hagas esa cara de confusión, tú sabes muy bien de lo que estoy hablando. ¿No me estas usando? ¿No estás haciendo esto porque te encanta jugar con los corazones ajenos? Puedes creer que me quedan dos neuronas funcionales debido a las drogas, pero idiota no soy.

—No es así Harry. Solo me pareces interesante.

Suelta una risa sarcástica que me hace esconder mi rostro en el pliegue de su cuello. Me intimida de alguna forma. —Quiero que sepas una cosa, amor. Estas entrando en un campo minado y de ahí no hay forma de que salgamos sanos y salvos ni tú, ni yo.

—Si pudiésemos ser, seriamos un desastre. —le dije, como una afirmación triste. Él no tuvo que enviarme una respuesta, solo espero que alejara mi cara de su hombro, por alguna extraña razón le gustaba que hiciésemos contacto visual. Yo le temía un poco a ello, pensaba que podían revelarse muchos secretos que tenía escondidos gracias a eso.

—Si pudiésemos ser, seríamos hasta consumirnos.

Él sonrió de costado cuando vio que mi boca quería formular palabras que no salían. Los dos teníamos la certeza de que de alguna forma u otra este jueguito sin reglas nos terminaría llevando a una inevitable miseria.

No dije nada porque no tenía nada por decir.

Él beso mi mejilla y se levantó tirando al suelo la colilla de cigarro. Me pregunto si iba a tomar el bus, le dije que sí. Cuando me levanté él tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos. Me resulta difícil saber quién se supone que es ahora, su personalidad cámbiate es todo un rompecabezas.

Nunca nos habíamos tomado las manos, así que fue más que una sorpresa para mí. Sentía las mejillas calientes, no sabía a qué se debía, tampoco sabía que ocurría con el cosquilleo en mis dedos y brazo.

Lo único que si sabía, es que nada de lo que de aquí en adelante ocurriría, sería bueno.

drama king  _ larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora