●Inocente X Mujeriego○ ^Sonadow^ T1

♡ Un Especial ♡

Capítulo Especial Salida perfecta ♡

En la casa, la tranquilidad de la mañana se reflejaba en la habitación de los erizos, donde ambos estaban acurrucados, disfrutando de la calidez del uno al otro. El mundo podía girar a su alrededor, pero para ellos solo existía ese momento.

De repente, la alarma de Sonic empezó a sonar, interrumpiendo la paz. Shadow, con un movimiento rápido y sin abrir los ojos, tomó el teléfono y lo lanzó al otro lado de la habitación.

—¡Tiraste mi teléfono! —dijo Sonic, incorporándose un poco con una expresión de falsa indignación.
—No lo tiré —respondió Shadow con voz adormilada, cubriéndose el rostro con una almohada—. Solo lo aparté del ruido.
—¡Está en el suelo! —protestó Sonic, señalando al pobre aparato que había aterrizado junto a la puerta.

Shadow solo gruñó y volvió a cerrar los ojos. Sin embargo, Sonic recordó algo importante. Se acercó rápidamente a Shadow, agitándolo ligeramente.
—¡Shadow, Shadow! Dijiste que hoy iríamos a la playa.

Shadow abrió un ojo, viéndose derrotado antes de que el día siquiera comenzara.
—¿La playa? ¿A esta hora? —preguntó, dejando escapar un suspiro de pereza mientras se giraba en la cama.
—¡Sí! Dijiste que cuando hiciera buen día iríamos, ¡y mira! —Sonic corrió hacia la ventana, abriendo las cortinas. Un radiante sol iluminaba el cielo despejado—. ¡Es el día perfecto!

Shadow se incorporó lentamente, miró por la ventana y luego a Sonic, que brillaba de emoción.
—Está bien, iré. Pero solo porque sé que no me dejarás dormir más.

Sonic lo abrazó rápidamente.
—¡Sabía que dirías que sí! ¡Eres el mejor, Shads!

Shadow rodó los ojos pero no pudo evitar sonreír al ver a Sonic tan emocionado.

En la moto hacia la playa

Shadow arrancó su moto, y el rugido del motor resonó mientras Sonic se acomodaba detrás de él, sujetándose de su cintura con fuerza.

—¡Esto es lo mejor de todo! —gritó Sonic para hacerse oír por encima del viento.
—¿A qué te refieres? —preguntó Shadow, con una pequeña sonrisa en los labios mientras aceleraba.
—¡El viento, la velocidad, y tú conduciendo! —respondió Sonic, riéndose mientras el aire despeinaba su pelaje.

Shadow giró un poco la cabeza, con los ojos brillando de diversión.
—Asegúrate de no caerte, ¿eh?

—¡No lo haré! Pero si lo hiciera, estoy seguro de que me atraparías.

Shadow negó con la cabeza, riéndose bajo su casco, mientras ambos disfrutaban del recorrido. El camino hacia la playa era perfecto: el cielo despejado, el aire fresco, y el sonido constante del motor hacían que todo pareciera sacado de un sueño.

Cuando finalmente llegaron, Shadow estacionó la moto, y Sonic bajó rápidamente, estirándose y observando el paisaje.
—¡Esto es increíble! —dijo Sonic, mirando el horizonte azul—. Gracias por traerme, Shadow.

Shadow apagó la moto y se acercó a Sonic, colocando una mano en su hombro.
—Sabía que esto te haría feliz.

En la playa

La arena dorada y el suave sonido de las olas creaban un ambiente relajante. Sonic corría descalzo por la orilla, sintiendo el agua fresca en sus pies mientras Shadow caminaba detrás de él, cargando una sombrilla, una toalla y una nevera portátil.

—¿Por qué siempre traemos tantas cosas? —se quejó Shadow mientras ajustaba la sombrilla en la arena.
—¡Porque necesitamos estar preparados! —respondió Sonic, señalando la nevera—. ¿Y qué tal si queremos un picnic? ¿Y si quiero un helado después?