12.

395 26 2
                                    

En 2011 falleció tu abuelo, me di cuenta de lo mucho que te extrañaba, de lo mucho que quería estar cerca para vos. Te pedí perdón por todo y te propuse ser amigos de nuevo, costó bastante.

Es difícil confiar cuando tu alma ya sabe lo que esos ojos son capaces de hacer, cuando conoce  las mentiras o insultos salen de esos labios.

Fue difícil, dolió, teníamos que acostumbrarnos a estar juntos de nuevo, te tenía cerquita pero había muchas personas a nuestro alrededor. Había interferencia, mucha, como cuando se corta el cable y el tele hace mucho ruido y está lleno de puntitos grises, como cuando se te duerme la planta del pie y sentís millones de agujas.

Estaba aturdida, teníamos frecuencias diferentes, pensábamos diferente, nada era igual.

Estaba harta de seguir pretendiendo que todo estaba bien, exploté y nos gritamos, fuimos honestos, queríamos terminar el uno con el otro, queríamos rompernos a pedazos, hacernos daño y dejar que el mundo nos juzgue por lo que éramos en realidad. 

Un par de almas destruidas, desesperadas y furiosas la una con la otra. Insultarnos eran la única forma que teníamos para ser sinceros. Nos arrancamos las palabras como si fuesen oxígeno. 

Ese día me acordé de Heathcliff y Catherine Earnshaw, ese día entendí por qué se odiaban y se querían tanto a la misma vez. 

Ellos se destruyeron.
Nosotros también.

La honestidad siempre fue nuestro punto débil, pero ese día, hasta los mismos personajes tuvieron miedo de las cumbres. Sacudimos el mundo, lo quemamos hasta sus cimientos dejando en pie sólo nuestros corazones desnudos de cualquier sentimiento.

Casi te empujo por un barranco.
Casi salto yo también.
Perdón.

25 Excusas [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora