-Gracias, gracias. ¿Puedo verla, cierto? ¿Cuándo podrá ir a casa? ¿Puede regresar a casa hoy? -okay Liv, muchas preguntas. Quería sacarla de este lugar ya.

-Puedes verla dentro de un rato, pero- aquí viene la parte mala. -te tengo que advertir que tiene una contusiones grandes y marcadas, el forcejeo en el que estuvo fue fuerte; por eso te aviso antes de que entres para que no te sorprendas de mala manera, ella estará bien después de todo. - me dio una suave sonrisa y la mano en señal de despedida, y se fue a través del pasillo. Ahora solo tenía que esperar.

Mariel regresó al cabo de dos horas, tenía el cabello húmedo y otra ropa, así que supuse que había ido también a su casa por un cambio; me entregó mi mochila y le conté lo que me había dicho el doctor diciéndome que todo estaba bien. Sin embargo vi en su mirada que quería decirme algo más.

-Deberías cambiarte, yo estaré pendiente del doctor. - dijo para tranquilizarme.

-Esta bien, ya regresó. -esta vez no me negué, tenía frío. Me levanté y empecé a caminar en dirección a los servicios.

-¿Liv? -volteé hacia ella. -Harry estuvo llamando muchas veces, así que llamé. Deberías leer tus mensajes ya que estarás sola ahí, y espero que no te haya molestado que lo llame. - dijo apenada. ¿Estaba molesta con ella? No podría.

-Tranquila, - le sonreí. -Gracias por eso, ya regreso. -seguí caminando. Harry, lo había escondido en mi mente por tantos pensamientos sobre mi madre.

Entré a uno de los cubículos del baño y me dispuse a cambiarme primero. Luego me senté y saqué el teléfono de la mochila, fui al índice de llamadas y tenía tantas llamadas perdidas de él, junto a una saliente de mi teléfono hace un rato, o sea la llamada que realizó Liv. Fui a la bandeja de mensajes y encontré un número de ellas perteneciente a él, Harry.

De: H

Amor, bebé, Liv...


Ese era el último mensaje recibido, era tan dulce y preocupado. Sonreí automáticamente y luego recordé todo lo que me había rodeado estas últimas semanas y suspiré, aún puedo soportar mucho más por cosas como estas...sus palabras dulces, sus besos, todo lo que lo hacía ser él...

(Mensaje de texto)

Para: H

Corazón, no sabes lo mucho que te extraño yo a ti. xx : )

Ese era el último mensaje recibido, era tan dulce y preocupado. Sonreí automáticamente y luego recordé todo lo que me había rodeado estas últimas semanas y suspiré, aún puedo soportar mucho más por cosas como estas...sus palabras dulces, sus besos, todo lo que lo hacía ser él...

(Mensaje de texto)

Para: H ♥

Corazón, no sabes lo mucho que te extraño yo a ti. xx


No quería tocar el tema de mi madre por mensaje de texto, además suponía que Mariel ya le había explicado. Iría a ver a mi madre pprimero, luego descansaría y me tranquilizaría para poder hablar de él sobre todo lo que me pasaba.

Llamé a papá.

-Hija, te estuve llamando-su voz se volvió más pausada.- ¿Estas con tu madre?

-Estoy aquí papá, pero todavía no he podido verla...

-Ay amor, he hecho lo posible pero no voy a poder ir; estamos haciendo una campaña muy importante y ...- le conté todo lo que había dicho el doctor y lo tranquilicé diciéndole que si algo malo llegaba a pasar lo llamaría.

Un rato después me encontraba abriendo la puerta de la habitación de mi madre con Mariel a mi lado, no pudimos evitar mirarnos la una a la otra al observar a mi madre; se encontraba con notorios moretones y contusiones alrededor del cuello, felizmente se encontraba dormida. Sentí la mano de Mariel en la mía, mostrándome su apoyo.

-Ella se recuperará y estará molestándote otra vez cuando menos lo esperes.- me dijo con una pizca de humor, sonreí.

-Lo sé, pero aun así es...difícil verla de este modo.

-¿Qué dijo tu padre?-me preguntó.

-No estará aquí, hará lo posible en tratar de venir-dije apenada.- pero no creo que lo logre, le avisaré de todo lo que ocurra.

Luego de tratar y tratar, logré que Mariel vaya a su casa a descansar porque ya había hecho mucho por mí. Yo estaba dispuesta a quedarme toda la noche despierta si era necesario con tal de ver la sonrisa de mi madre a primera hora de la mañana.

Ya de noche y no había mucho que hacer en esta habitación de hospital, mi madre dormía. Estaba cansada pero los acontecimientos del día me permitieron estar activa, y recién el cansancio llegó a mi cuerpo con gran fuerza. A la vez dormir en este sofá no era muy cómodo, cerré los ojos, los abrí; y agarré mi teléfono y marqué a Harry.

Apagado.

Marqué otra vez.

Apagado.

No podía dormir. De repente él ya estaba durmiendo, cosa que yo debería estar haciendo. Me paré de ese duro sofá y arrastre la silla hacia un lado de mi madre, apoyé mi cabeza en la cama y tomando su mano empecé a susurrarle canciones mientras me sumergía en el sueño.

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