【Este libro contiene algunos cortos que se me ocurren del ship Shadowpeach, donde el rol del uke y del seme varia entre Wukong y Macaque, la mayoría de cortos serían +18 , sin embargo también pueden a ver cosas tiernas, tristes, entre otras.】
[ Pa...
Era una noche tranquila y agradable en Flower fruit mountain, en lo alto de la montaña, en una cueva convertida en un acogedor hogar, el rey mono, Sun Wukong, dormía plácidamente en su cama
Todo estaba en calma...
Pero de pronto un leve crujido logro despertarlo
Abrió los ojos y recorrió la habitación con la mirada, estaba oscuro, pero gracias a la poca luz de la luna que entraba por la ventana descubrió al causante del ruido, no era nada grave, solo era uno de sus súbditos, un pequeño mono que estaba saliendo por la ventana, probablemente en busca de un bocadillo nocturno, se habría quejado como suele hacerlo cada vez que lo despiertan, pero no lo hizo porque ese pequeño le permitió apreciar una buena imagen de su compañero durmiendo, lo miró durante unos segundos con una sonrisa suave en sus labios
Macaque, su amado guerrero roncaba suavemente, mientras tenía una expresión relajada, era como si todas sus preocupaciones hubieran decidido abandonarlo por esa noche, sus ojos se desviaron hacia su pelaje, notando algunas hebras blancas entre las negras, al parecer su glamour había caído, si bien esto podría considerarse una debilidad para la sombra, para Wukong era una señal reconfortante, significaba que Macaque se sentía lo suficientemente seguro y cómodo en su presencia como para no mantener su magia activa incluso cuando dormía junto a él.
El resplandor de la luna que se filtraba por la ventana, hacia que el pelaje de su compañero brillara, parecía una escena de un cuento de hadas, el sabio extendió su mano, acariciando suavemente el brazo de su guerrero, maravillándose ante la suavidad de su pelaje, ese simple gesto desencadenó una cascada de recuerdos en la mente del rey, con una sonrisa nostálgica, se sumergió en los recuerdos de cuando conoció a Macaque por primera vez...
Era un recuerdo muy divertido y grato para él.
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Cómo cualquier día normal para Shi Hou, este se encontraba recostado bajo su melocotonero favorito, mientras disfrutaba de la tranquilidad y la brisa de su montaña, además del sabor dulce de su fruta favorita...
Sin embargo su tranquilidad no duró mucho porque a lo lejos vio como una pequeña nube de polvo se acercaba a gran velocidad hacia el, pronto un grupo de sus súbditos más jóvenes llegaron donde estaba, lo miraron con grandes sonrisas y con sus ojos brillando de la emoción, como si esperaran recibir elogios de su parte, no pudo evitar sonreír ante su entusiasmo, pero su atención se desvió rápidamente hacia el mono albino que estaba detrás de ellos, atado con lianas y con una expresión de absoluta indignación en su rostro, el inmortal arqueó una ceja curioso por la escena, pero decidió que preguntaría después, primero quería ver si ellos se lo dirían.
—¡Rey! ¡Rey!— piaron los cachorros queriendo hablar a la vez.
—Hey, hey ¿Qué fue lo que hablamos la semana pasada sobre los modales?— los regaño con cariño —uno a la vez, respeten el turno del otro— les recordó, su voz firme pero amable —y sin morder— añadió al ver a uno de los más jóvenes tratar de morder la cola de otro, por suerte se detuvo cuando mencionó eso.
