–Ya basta, ¿sí?

–Pensé que teníamos un trato.

–Teníamos, ahora estoy con Ed.

–El trato no tenía excepciones ni reglas –eso me cayó como un balde de agua fría, pues él tenía razón.

–Pues me encuentro bien, y veo que tú también así que… –me encogí de hombros tratando de dejar implícito el mensaje.

–Ya veremos.

Empezamos a estudiar, al menos recordaba lo que habíamos estudiado antes. Los temas que tratamos últimamente eran un poco más complejos, pero a fin de cuentas no era la gran cosa, no para mí. Zayn no dejaba de acercarse, de rozarme y de mirarme con esos ojos miel que pueden desvestirte en unos segundos.

–Chicos, ¿nachos? –dijo Ed entrando al living con un tazón.

–Gracias amor –le sonreí.

–¿Puedo hablarte un segundo? –Ed tomó mi mano. Pensé lo peor.

–Sí claro –pasamos a la cocina–. Dime amor, ya me estoy asustando –puse mis manos sobre su pecho acercándome.

–Pues, debo irme. Mi padre me necesita en la cafetería… Perdóname hermosa –acomodó un mechón de mi cabello.

–Amor no hay problema. No pasa nada, ve –le sonreí–. Nos vemos mañana.

–Sí, para celebrar la noticia –me abrazó y me dio un beso en la frente.

–Espero que sí. Ve ahora, no querrás enojar a tu padre.

Me dio un beso tan… necesitado y tan cariñoso.

–Te amo. Te llamo luego.

–Ok. –salimos de la cocina tomados de la mano.

–Un gusto conocerte Zayn –se decidió con la mano, Zayn le sonrió, y cuando se giró me guiñó un ojo. Tuve la necesidad de pedirle a Ed que se quedara, con él me sentía segura de que no pasaría nada, pero no podía pedirle eso.

–Adiós amor –me despedí desde la puerta mientras subía al auto.

Entré nuevamente al living. El ambiente había cambiado, estaba lleno de electricidad. Cálmate Marie. Me senté nuevamente junto a él.

–Ok. Entonces como te decía –tomé unos nachos en la mano–, los compuestos químicos de carbono y… –el sonido de su celular me interrumpió.

–Disculpa –se puso en pie y paró frente a la ventana. Se acerca la primavera –recordé.

Alcancé a oír algunas cosas: –Sí… ¿Qué?...No, ¿pero qué pasó?... ¿quieres que vaya?...No, para nada… ¿Ella está bien?... Volveré más tarde…bien, adiós.

–¿Pasa algo? –se pasó la mano por el cabello, estaba preocupado. Algunos nachos llegaron a mi boca.

–No, es solo que mi hermana menor está un poco enferma. Tiene fiebre, muy alta –se sentó.

–Si quieres dejamos esto para después –dije limpiándome los labios de la salsa.

–No, no. Mi madre dice que ya están en el hospital. Estará bien, es solo un virus que está suelto.

–Amm, está bien. Puedes irte si quieres.

–No, terminemos con esto –lo miré sonrojada–, ¿No te sientes bien?

–¿Por qué no lo estaría?

–Estas nerviosa –miró su libreta–, siempre te pongo nerviosa –se le dibujó una leve sonrisa.

–No quiero que pase nada Zayn –fui honesta.

–No te he pedido nada. Puede que esté algo estresado por los exámenes, y algo preocupado por mi hermana, pero no te pediré nada.

–Eso no me hace sentir mejor –le solté.

–¿A qué te refieres? –me miró pícaro.

–No hablo de eso. Me refiero a que ahora me siento yo como la que te usó. No es agradable –tomé más nachos en la mano y los llevé a mi boca.

–No me usaste, porque yo no me opuse.

–Deberíamos olvidar lo que pasó y seguir.

–Dudo que pueda hacer eso –se estiró y cruzó sus manos atrás en la nuca. Se veía tan guapo con su camiseta gris oscura, jeans ajustados y zapatillas.

–¿Por qué?

–Me agradó ser la medicina –se rio.

–No he tomado medicina hace varias semanas –dije refiriéndome a medicinas reales.

–Siempre puedo ayudar con eso.

–¡Já! –me puse en pie para llevarme el tazón de nachos que me había acabado yo sola.

Dejé el bowl en el fregadero, me apoyé en el buscando de paz. Suspiré, salí y subí las escaleras para cepillarme los dientes. Entré a mi baño, me lavé la cara. No dudes Marie, no puedes hacerlo. Cepillé mis dientes, me hice una coleta y salí. En el pasillo me encontré a Zayn.

–¿Qué haces aquí arriba?

–Nada… recordando –sonrió.

–Bajemos por favor –ya no confiaba en mí. Se acercó y me acorraló contra la pared –¿Qué?

–¿Tú lo has olvidado? –susurró muy cerca de mis labios, todo su cuerpo cubriéndome.

–…Zayn…

–Respóndeme Marie –sonó más como una orden.

–No –respondí secamente. Terminó  con la distancia y me besó como solo él sabía hacerlo. Desarmándome y dejándome a su merced.

No Marie, aléjate. Apártate de él. Ed no merece esto y lo sabes…

I Knew You Were Trouble. [Terminada]Where stories live. Discover now