Capítulo 5.

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Al siguiente día, Guillermo llegó corriendo al salón de clase. Todos ya estaban dentro mientras que a él se le había hecho tatde.
—Llegas tarde —le recordó el maestro.
Guillermo buscó a Frank y este estaba sentado al lado de Luzu. Parecía que lo había hecho a propósito. No tuvo de otra más que sentarse con Samuel. Y eso estaba bien, le gustaba estar con él.
—Muy bien, alumnos. Quiero que para mañana hagan un relato —les pidió el maestro.
—¿Un relato sobre qué? —preguntó Alex.
—De lo que ustedes quieran. Una historia, sentimientos, lo que sea.
Guillermo se alegro, era bueno en esas cosas, quizás no el mejor pero sí bueno escribiendo. Así que sacó las hojas de su mochila y se puso a escribir.
Samuel solo lo miraba impresionado, veía la rapidez y lo fluido que le salia la hostia a Guillermo que él no sabia que escribir.
—Cielos, eres bueno —lo alagó.
—Gracias.
—¿Sobre qué escribes? —preguntó.
—Es un tipo que va en busca de tesoros a lugares escondidos y eso —dijo Guille.
Samuel miró las pequeñas lineas que llevaba y sonrió. Pero él no escribiría sobre tesoros o historias falsas. Escribiría lo que sentía.
Luzu no dejaba de mirar feo a Guillermo, lo cual hacia que Guille se intimidara un poco, aún le debía el gorro y una paliza por haberlo tirado. No es que quisiera, pero tenia el presentimiento que Luzu tramaría algo.
A la hora del almuerzo, Guillermo se fue a sentar con Frank, Alex y Samuel.
—Guille, necesito tú ayuda —le pidió Alex.
—¿Que sucede?
—Samuel me dijo que eres muy bueno y quiero que revises mi historia, porque he ido tres veces con el profesor y me regresa y...
Alex empezó a hablar demasiado y desesperarse, eso era uno de los defectos por Alex.
—Oye, oye, a Stephen King lo rechazaron un millón de veces antes de que alguien leyera su mierda —lo tranquilizó Guille—. La leeré y te diré que tal.
—Gracias —le dijo Alex.
Todos comenzaron a hacer su relato, mientras que Guille ya tenía terminado el suyo, se puso a leer el relato de Alex, el cual era bastante malo.
—¿Que haces? —le preguntó Samuel acercándose.
—Estoy leyendo el relato de Alex y es... una mierda.
—¿Es su relato ese en donde las personas viajan a través del tiempo por medio de las relaciones sexuales? —preguntó Samuel intentando contener su risa.
—Sí. Es pero que cincuenta sombras.
Samuel se rió ante el comentario de Guillermo y este rió con él.
—¿Puedo ver tú historia? —preguntó Guille.
—No, tendrás que esperarlo hasta que pase —le contestó Samuel guiñándole un ojo.
—Por favor, tú apellido empieza con L.
Aunque Guillermo intentó convencerlo, Samuel se negó profundamente. No lo convencería por nada del mundo.
Al siguiente día, cuando volvió a tocarles la clase para compartir su relato, Guillermo estaba emocionado, pero no lo estaba por compartir su historia, más bien no, estaba emocionado por leer la historia de Samuel.
Todos empezaron a pasar uno por uno. Lo que ninguno esperaba era que la historia de Alex triunfaría, a todos les gustó su historia.
—¿Como es posible? ¡Lo aman! —dijo Mangel.
—Es solo una historia pornográfica sin sentido —dijo Guille.
—Sí, pero el alguacil elver galarga es un dios en la cama. ¡tiene dos pollas! —dijo Rubén.
—Oh por Dios, tengo que leer esa mierda —exclamó Mangel.
—Mangel, por favor —lo calmó Samuel.
Finalmente, le tocó el turno a Samuel. Guillermo evadió todo y se concentró en prestarle atención a su historia.
—Esta historia, es la historia de dos amigos. Ellos eran buenos, amigables el uno con el otro. Siempre estaban juntos, y cuando no lo estaban, se deseaban. Aunque uno de ellos, empezaba a sentir algo más. Y él pensaba "¿Qué importa lo que piensen los demás? A la mierda con ellos, yo quiero estar con él ". Aunque no se atrevía a decirle lo que sentía, sabía lo que quería —concluyó Samuel.
Samuel miró hacia donde estaba Guillermo y le sonrió. Guille, no supo que hacer. Sintió una punzada en el pecho, como diciéndole que Samuel había lo escrito por él.
—Oye, eso no es tuyo. Sacaste la mitad de John Green —le dijo Frank.
—Pues sí, pero es pura poesía.
Todos rieron y le aplaudieron a Samuel, mientras que Guillermo seguía anonado por las palabras de Samuel.

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¿Será cierto? ¿hablarán sobre la historia de Samuel? Descuberlo en el siguiente cap. z4

Yo Antes de Ti  «Wigetta»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora