Mensaje claro.

Začít od začátku
                                    

Me miró de inmediato. —¡Estás loca! No... ni siquiera. ¡Nooo! —su reacción fue extraña, pero me causó tanta risa que casi escupí todo lo que llevaba en la boca.

Su extraña aversión a los niños parecía no incluir a mis hijas, y de cierto modo no lo comprendía ya que su novio amaba a los pequeños y estaba segura de que él deseaba una vida con Viv y varios bebitos. Había notado cómo la miraba durante la privada celebración del bautizo de las niñas; "La amo más de lo que es permitido" me dijo cuando me acerqué a él al verlo recostado en una esquina con su bebida, viendo directamente a mi amiga con Kara en sus brazos.

Ella verdaderamente sería una buena madre, simplemente le costaba aceptarlo. Entre tanto, me mantuve ocupada con mi pizza y té comentando de tanto en tanto algunas cosas con Viv. No supe donde estaba Zayn por un buen rato así que le pedí a mi amiga que cuidara de las chicas por un momento más mientras hacía un corto recorrido por las clases.

Pasé por la mayoría de los salones. Desde tap, pasando por ballet hasta hip hop. Cada estudiante seguía a su maestro, escuchaba instrucciones y veía su figura en los espejos.  Fue muy agradable verlos felices, y sin duda fue bastante bueno ver a los estudiantes de último curso en su clase con Bradley. Ellos debían planear su coreografía para graduarse, así que debían estar trabajando arduamente.

Medité un momento antes de entrar a su clase. Miré a cada lado como si lo que estuviera haciendo fuera ilegal. Suspiré y entré. —Buenas tardes a todos —saludé a los estudiantes. De inmediato se detuvieron y me observaron. 

A cada uno de ellos los conocía. No mentía al decir que había tenido clases con cada uno de los estudiantes de la academia, porque así era. Cada año recibía a los nuevos y estaba presente en sus audiciones, y de vez en cuando les daba clases; algo que me gustaba hacer para sentirme conectada a ellos. La gran mayoría se acercó a abrazarme y quedé sumergida en medio de brazos y cuerpos sudorosos. Sonreí y saludé a todos los que pude, luego me acerqué hasta Bradley y lo abracé.

—¡Qué grata sorpresa! No te esperaba por aquí tan pronto —sonrió.

—Bueno, sólo vine por algunos documentos. Traje a las niñas por si quieres verlas más tarde... Creo uhmm —estaba algo nerviosa sin saber por qué—, creo que me quedaré un rato más.

Me aparté de él para que continuara la clase, sólo quería observar cómo iba todo. Los vi moverse bajo una mezcla de hip hop y tango. Todo el esquema y las transiciones estaban casi perfectas. Aún tenían un desfase de algunos segundos entre filas y filas, pero en general iban muy bien. Tenían formaciones en parejas e individuales.

En cuanto terminaron les aplaudí y les di un par de recomendaciones. —Deben tener en cuenta el tempo, algunos están fuera de él. Sigan el beat de la mezcla. Ta, TA, ta... —les hice notar chasqueando los dedos—. Cuando lleguen a la transición dos: chicas, salgan de los brazos y hagan el giro más definido antes del movimiento de cadera... Uhm, ¿Saben? sería muy bueno si logran un giro entre los brazos de los chicos, una caída a un costado muy romántica y luego soltarse para ir al esquema individual. ¿Qué les parece? —los ojos de todos estaban en mi y pasaron a Bradley. 

No quería que sintiera que me apoderaba de su clase, así que di un paso atrás.

—La extrañábamos por aquí señora directora —comentó el maestro sonriendo. Me tendió la mano y añadió: —¿Le molestaría ilustrarnos?

Tomé su mano y pasé frente al grupo. Les instruí para que me vieran mostrándoles lo que había recién sugerido. Ya que la transición era de pareja a individual le pedí a Tony, uno de los estudiantes, que me acompañara; el problema fue que en el giro entre sus brazos más la caída que quería lograr, sus brazos flaquearon y terminé cayendo de espaldas.

Fue un golpe fuerte. Mi espalda dio contra la madera y mi cabeza le siguió. Lo siguiente que supe fue que los brazos de Bradley me sostenían. Lo miré a los ojos y estaba claramente preocupado, pero no tanto como Tony. Lo único que hacía era pedir perdón una y otra vez, hasta que su maestro lo calló con el ceño fruncido.

—Estoy bien. Tranquilos. Todo el mundo tranquilo. Sólo fue una caída —tomé la mano de Tony—. No te preocupes, estoy bien, ¿vale? —él asintió algo nervioso aún.

Puse mi mano sobre el pecho de Bradley para que se calmara, era evidente que estaba agitado. —¿Segura estás bien? No debiste... caíste fuerte. 

—Soy bailarina, no es la primera vez que me caigo. Ahora, ayúdame a mostrarles.

 Tomé su mano e iniciamos. —Seis, siete, ocho...

Primero giré en sus brazos, luego la caída al costado tomado directamente del tango y finalmente la conclusión de la transición para llegar al movimiento de cadera individual. Bradley lo entendió perfecto y a los estudiantes les gustó, tanto que aplaudieron. —No has perdido el toque —susurró él en mi oído cuando ya salí del suelo.

Los aplausos cesaron y sonreí. De la nada un par de aplausos espaciados se apoderaron del salón. Allí en la puerta estaba Zayn. Cielos. —Sigues siendo magnifica —las palabras en su boca sonaban secas y sarcásticas. Doble cielos.

—Zayn —susurré y me acerqué a él. Antes de que lograra alcanzarlo la campana sonó y los estudiantes pasaron entre él y yo despidiéndose; algo así como si presintieran la batalla campal que se iba a dar allí.

Al final sólo quedamos los tres en el salón. Mi esposo se acercó, tomó mi mano derecha y me arrastró tras él hasta quedar frente a Bradley. Ambos eran de la misma altura y complexión lo cual los dejaba al mismo nivel. No quería ser testigo de una pelea, así que tiré de Zayn atrás, aunque no logré nada. Él era bastante fuerte.

—Ella es mía, incluso tiene una anillo para recordártelo —tendió mi mano frente a la cara del castaño, quien lucía muy tranquilo a pesar de todo. —Te sugiero que te alejes y no vuelvas a ponerle una mano encima, o tendré que dejarte un recordatorio mucho más permanente en tu rostro —bajó mi mano y lo miró con ira. 

—Zayn... por favor. Sólo estábamos enseñándole a los chicos —me ignoró del todo y me arrastró fuera. Apenas pude volver mi rostro para pedir disculpas a Bradley.  Ugh, esto se pondrá feo.

Nada se me ocurría. La verdad era que no estaba haciendo nada malo, pero los celos de Zayn y lo que había entre "mi empleado" y yo —que no era nada más una amistad— me hacía sentir que merecía lo que se avecinaba.

Para mi sorpresa Zayn me llevó hasta un salón vacío, cerró la puerta detrás de mi y me estampó contra la misma. —Te amo, Marie —me besó con toda la pasión de los amantes alrededor del mundo. Me sentí atraída hacia él, lo quería todo para mí sin pensar en lo que había pasado unos segundos antes. Se separó sin are viéndome directamente con sus ojos de fuego. —Me vas a enloquecer mujer, juro que enloqueceré —posó su frente en la mía, y yo estaba tan perdida que sólo pude acariciar su rostro y volver a besarlo.

—Te amo loco y celoso Malik. Lo siento —dije sin pensar y me aferré a él en un abrazo.

—Esto no se quedará así —susurró en mi oído seductoramente. Mordió el lóbulo de mi oreja y añadió: —Se ha portado mal señora Malik. Debe recordar a quién pertenece.

En definitiva lo amo. Más allá de la locura y los celos.

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¡Hola mis Troublemakers!

Espero que les gustara este capítulo. Fue... divertido escribirlo :) Muchas gracias por sus votos y comentarios, los aprecio mucho. ¡Ya son más de 20000 lecturas! GRACIAS :D

Lots of Love!

Pau.

Forever Troublemaker. [Terminada]Kde žijí příběhy. Začni objevovat