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Cuando por fin terminó su cereal, dejó el plato en el fregadero ahora sí, dispuesto a tomar esa caja y descubrir lo que sea que estuviera oculto ahí adentro. Estaba emocionado era como una búsqueda del tesoro, el problema era que su gran 'tesoro' no era algo bueno, no era nada que le gustaría mantener en el departamento y compartir con Zayn de a como lo haría con, quién sabe, monedas de oro o incluso chocolate. No. Todo lo que había en esa maldita caja eran drogas.

La cochina caja de color oscuro que posiblemente pertenecía a Zayn sólo estaba llena de pequeñas bolsas de marihuana, cocaína, metanfetaminas, cucharas, jeringas, pastillas, un encendedor y al fondo varias fotos que se negó a revisar. Quizá debió haberlo hecho.

Estaba decepcionado otra vez. Posiblemente, ése era el mayor problema de su delicada relación. Cuando las cosas parecían ir bien, de repente y por cualquier razón -estúpida o no- todo parecía irse a la mierda.

Niall no entendía por qué siempre les sucedían estas cosas, y sólo en ese doloroso y terrible momento comprendió que tal vez, y sólo tal vez, las cosas pasaban de ésta forma porque en realidad, su relación no estaba hecha para funcionar, porque ellos no debían de estar juntos y no lo habían comprendido en los últimos tres años, más que nada porque los dos se aferraban a la relación y a los recuerdos de ésta sin siquiera darse cuenta de ello.

Niall dejó sus lágrimas salir de sus ojos una vez más, negando con la cabeza esperando que todo esto fuera un sueño, una pesadilla de la que despertaría después con el sudor resbalando de su frente para luego darse cuenta de que todo estaba bien, que estaba a salvo entre las sábanas de su cama compartida con Zayn pero eso no sucedió. Todo era jodidamente real y ahora sólo tenía que esperar a la llegada de Malik para cuestionarlo por el contenido de esa caja, en verdad deseando que Zayn le mintiera gentilmente para tranquilizarlo, vaya que lo necesitaba.

[...]

-¡Niall, ya llegué!-exclamó el moreno entrando, al no recibir respuesta alguna, revisó bien los alrededores dentro del departamento, asegurándose de que al menos su compañero se encontrase ahí, y de hecho ahí estaba, sentado en el desayunador de la cocina dándole la espalda-Ey, hola.

El rubio le miró, haciendo así que se diera cuenta de su rostro inundado de su tristeza y de la ausencia del brillo dd amor en sus ojos. Quizo preguntarle qué sucedía pero al ver la caja que tenía a un lado las preguntas y las explicaciones estaban de más.

-Niall...

-¿Por qué? ¿Qué hice mal para que volvieras a hacerlo?

-Nada, no eres tú, yo sólo...-deseaba tanto encontrar las palabras correctas para explicarle que había guardado toda su mierda ahí por si la necesitaba en un futuro, pero hasta él sabía que era algo muy estúpido.

-Me prometiste que lo dejarías y te dí muchas oportunidades a pesar de que sabía que ibas a drogarte con tus amigos antes de llegar a casa-gimoteó-. ¡Lo.prometiste!

-¡Y lo siento! No pensé que llegarías a encontrarla. No, no la conservé por ser un incumplido...

-¿Entonces? ¿Para qué?

-Pensé que las necesitaría después.

-¿Necesitarlas después? ¿Como relajantes o el tipo de cosas que usarías después de tener sexo conmigo? ¿Para eso las necesitarías?-otra vez estaba llorando y Zayn trataba de no sentirse tan hijo de puta con lo que había ocasionado-¡¿Esto fue más importante que cumplir tu promesa?!

Horan había agarrado varias de las bolsitas y las había tirado al suelo, dejándole muy en claro que estaba molesto, no, más que eso, estaba decepcionado, otra vez aunque a diferencia de las demás veces, ahora si le estaba reclamando. Y a Zayn no le gustaba cuando le reclamaban por cosas que él no podía controlar. Era un adicto y dejar de ser adicto no podía ser fácil si todo el tiempo le estaban reclamando en lugar de tratar de ayudarlo. Eso era lo que estaba haciendo Niall y no le agradaba. Él también se estaba enojando. ¿Dónde estaba el supuesto apoyo incondicional del rubio?

-Creí que ibas a hacerlo pero no, siempre haces eso, siempre...-murmuró el rubio.

-¡¿Puedes dejar ya tus malditos reproches?!-exclamó el moreno, dándole una cachetada que le hizo sentir un castrante hormigueo en la palma de la mano y en realidad no se dio cuenta de la gravedad de sus actos hasta que vio al rubio tirado en el suelo, llorando y corriendo hasta su habitación compartida sin imaginar que estaría empacando sus cosas para irse definitivamente.

Cuando lo vio salir de la habitación con una maleta pequeña de ruedas una mochila y la funda de su guitarra, además de la mejilla irritada, ese fue el momento en el que se arrepintió de todo. Todo lo que había hecho desde que se conocieron.

-No, Niall, no te vayas-rogó en voz baja agarrando su brazo, esperando que eso fuera suficiente para hacerle quedarse.

-No puedo, ya no puedo, Zayn-respondió el menor con las lágrimas acumulándose en sus lagrimales.

-Niall, lo siento, en verdad lo siento, por favor-pero el rubio ya había salido del departamento-. Te necesito Niall...

dope [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora