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Taeyong desde muy pequeño sabía que quería ser, y lo confirmó el día que rescato un ave al tener sus alas rotas. Así mismo se rompieron sus alas cuando su madre escapó, y lo abandonó a su suerte siendo un niño, no sabía por qué su madre había tomado esa decisión.

 Actualmente su cabeza dolía mucho, sus muñecas retenidas por una cuerda y ni hablar de su garganta reseca, iba a morir y no estaba listo. ¡No habia tenido su primera vez!

— El jefe dice que lo llevemos al cuartel. — Se escucha la voz del que Taeyong reconocía como el líder, solo daba órdenes y los otros le seguían, eran cuatro chicos, musculosos y muy altos.

El pelinegro evitaba emitir algún sonido, ya estaba muy maltratado y no quería que lo golpearan, lamentablemente era débil, debió hacer caso a Johnny se hacer ejercicio juntos. Se lamentaba tener ese físico, pero ahora solo pensaba en como huir de esta situación, tenía miedo, mucho miedo y sed.

—Llegamos, perdedores, bájenlo y llévenlo a la oficina. — Dice uno de ellos, la voz era nueva, lo tomaron entre dos y mientras se hacia el dormido, los llaveros de peluche en su pantalón hacían un tonto sonido. Uno de ellos reía despacio.

Como tenía los ojos cerrados solo veía sombras, dentro del lugar donde estaban se escuchaban más voces, sentía el lugar grande. En cuestión de segundos estaban en un ascensor, el lugar era muy frio para su gusto y empezó a temblar.

—El niñato está temblando. — Informo el hombre que lo tenía del brazo.

—No te preocupes, en el sótano hace mucho calor. — todos rieron con cierta malicia.

¡¿Sótano?! Odiaba ese tipo de lugares, estaba seguro de que moriría, al menos debió haber dejado una nota a sus peces.

¡Sus peces! ¡Mike, Tiara y Sasha! Sus hijos morirían de hambre, tenía que salir de ahí lo antes posible.

Un golpe al suelo lo hizo entrar en razón y acordarse en donde estaba, el dolor en sus rodillas se hizo presente y comenzó a sollozar, no soportando el dolor. Lloraba como un niño pequeño, sus ojos doliendo al abrirlos por primera vez en mucho tiempo, solo quería ir a casa.

—¿Quién es este chico? — Pregunto una voz, demandante y muy gruesa, sus vellos se erizaron cuando levanto la mirada a su raptor. — Este no es Kim Jungwoo. — dijo frunciendo el ceño.

¡¿Jungwoo?! Ahora todo tenía sentido, lo habían confundido con su amigo, ¿Que mierda?

—¡¿Que?! ¡jefe Jeong, es el mismo Kim Jungwoo! Estaba en el centro comercial con sus amigos. — se acercó uno a pasaos rápidos.

El hombre sexy, como lo había apodado Taeyong, estaba rojo de la ira, tomo una foto de su escritorio y se la tiro a los hombres de negro que estaba temblando igual que el ahora mismo.

—¡Me estas discutiendo, Mingyu! Este chico no es Kim Jungwoo, y acaban de secuestrar a un civil, son unos inútiles. — les aventó la foto arrugándola en el proceso — ¡Confié en ustedes porque son mis trabajadores más cercanos, pero son una fila de imbéciles! —

Los mencionados temblaban uno detrás del otro, pareciendo unos cachorros regañados, Taeyong seco sus lágrimas todavía con sus manos atadas y con fuerza de voluntad y mucha valentía se puso de pie. El señor sexy y los demás le miraban expectante, sin poder creerlo.

Wrong guy [JAEYONG]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant