Capítulo 12

97 14 3
                                    

Germán miro su celular para después levantarse del sillón, diciendo que tenía que irse porque tenía que alimentar a su gata llamada Miel. En ese momento justo me llego un mensaje de Lucas. Me estaba avisando que venía a mi departamento y eso era extraño porque Lucas se aparecía cuando quería sin decirlo.

—Lucas va a venir acá —le dije a Germán.

—Entonces me voy antes que venga la musa de tus pajas.

—¡Germán! —chillé, mi cara no daba más de lo colorada que estaba de la vergüenza.

Germán se rio antes de darme una leve palmada en la espalda.

—¿Querés que me quede, Iván?

—No es necesario.

—Pensé que como estabas empezando a sentir algo por Lucas…

—No creo que la cagué con Lucas.

—Bueno, entonces si tenés todo controlado me voy yendo.

Cuando Germán se fue, esperé a Lucas con algo de impaciencia. Era como si no pudiera aguantar ni un segundo más sin verlo. Era la primera vez que algo así me pasaba. Minutos después escuche como alguien tocaba la puerta y caminé rápido la entrada, acomodándome el pelo bajo la gorra antes de abrir.

—Iván… —la voz de Lucas se quebró. Me preocupe al notar que tenía los ojos rojos e hinchados por las lagrimas.

Lucas me abrazo con fuerza como si no quisiera que lo soltará nunca. Mi mano subió por su espalda e intenté calmarlo dándole leves palmadas, pero eso pareció ponerlo más tenso.

—¿Qué te paso, Lucky?

—No puedo decírtelo.

—¿Por qué no?

—Es un tema delicado —contesto, abrazándome con más fuerza. —Por favor no me sueltes, Iván.

—Nunca te voy a soltar.

Lucas no me soltó en ningún ni un segundo y como se lo prometí ningún momento intente hacerlo tampoco. No sabía que le había pasado, pero respetaba que no quisiera decírmelo. Media hora después estábamos acostados en mi cama. Lucas parecía entretenido pasando su dedo por el contorno de mis labios mientras yo miraba el celular.

—No quiero que nada ni nada lo lastime a mi hijo —dijo Lucas, después de casi una hora de silencio.

—Es normal que pienses en cuidarlo a Gonzalo, pero tampoco se tiene que ser muy sobreprotector o pibe se va a sentir asfixiado.

—No quiero que se sienta así conmigo. Soy su papá. Quiero que confié en mi y me deje protegerlo.

—Sos el tipo de padre que me imaginaba.

—¿Y cómo me imaginabas?

Lo miré a los ojos mientras él seguía pasando su dedo pulgar sobre mis labios. No pude evitar bajar la mirada hacía su boca entreabierta. Tragué mi propia saliva al sentir unas ganas de besarlo.

—Como un padre muy bueno.

—Espero serlo.

—Te aseguro que lo sos en el poco tiempo que tenés a ese pibito.

Lucas dejo de acariciarme los labios con su dedo para sentarse a mi lado.

—¿Pensas que existe la mujer perfecta para mí?

—No sé si perfecta, pero existen muchas mujeres —contesté, sentándome también y con un poco de vacío en mi interior porque cortó el contacto entre nosotros.

—Me cuesta tanto mantener una relación que pienso en rendirme a veces.

—¿Y si el amor de tu vida no es una mujer? —le dije sin pensar. Me arrepentí rápido de decirle eso.

—¿Te referís a…? —él hizo una pausa para hacer un gesto pensativo. —Puede que tengas razón.

—¿En serio lo decís? —le pregunté, extrañamente esperanzado, pero ¿por qué esperanzado?

—Sí, el amor de mi vida tal vez es mi familia.

La esperanza se desvaneció. No sé porque, pero esperaba en fondo que me contestara otra cosa como que estaría…conmigo. Bueno, un hombre. Lucas se recostó a mi lado, pasando sus dedos de nuevo por mis labios.

—Gracias por hacerme ver lo que tengo, Iván. Mi familia es lo que más importante para mí en el mundo.

—¿Por qué haces eso? —le pregunté, mirándolo a los ojos.

—¿Qué cosa?

—Acariciarme los labios.

—No sé. Me gusta tocarte los labios con mis dedos, aunque besarte aún más.

Me estaba jodiendo, pero mi corazón no pudo evitar a latir hasta casi salirse de mi pecho.

—No me lo voy a creer de nuevo, Lucas.

—Besé a muchas mujeres en mi vida, pero ninguna se compara con vos. Ninguna me dio un beso como el que me diste vos.

Decidí seguirle el juego. Dos podían jugar a esto.

—Fuiste vos quien me beso, Lucky —le dije, acercando mi rostro al suyo.

—Tus labios se sintieron tan familiares como si los hubiera probado antes.

Lo mismo sentí cuando nos besamos, pero era imposible que lo haya besado antes porque si fuera así lo recordaría.

—Puede ser por el pico que nos dimos en stream —contesté, quedándome a unos escasos centímetros de él.

Lucas me dio un pico, haciendo que el corazón casi se me explotará. Él sonrió para después negar con la cabeza.

—Estoy seguro que te besé antes, Iván.

Me acerqué él para darle un pico. Eso fue tan inesperado hasta para mí, pero Lucas no se lo tomo a mal.

—¿En serio tenés ganas de devolverme la joda, Iván?

—Lo intenté por lo menos —contesté, fingiendo que esa era mi intensión.

Lucas se acercó a mí para darme un beso más largo mientras me agarraba de los hombros, profundizando más el beso.

—Si me hubieras dado un beso así te hubiera creído, Iván.

—La único forma de que te lo creas es hacerlo con vos —contesté, jodiendo.

—¿Arriba o abajo? —me pregunto Lucas, haciendo que me ponga colorado y lo empuje de la cama.

—Sos un pajero.

Lucas comenzó a reírse a carcajadas hasta que termino tosiendo sangre, haciendo que me asustara. Él se quedo mirando sus dedos manchados por sangre para después voltearse hacía mí, mirándome con preocupación.

Margaritas entre Hortensias ; Iván Buhajeruk, SpreenWhere stories live. Discover now