Capítulo 12: LA LLEGADA A DRACUVIA

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Ocultos bajo la penumbra de la noche, lo primero que el grupo hizo cuando bajo de la montaña fue ocultar el auto con maleza que encontraron tirada en el camino. Jordy encabezó el equipo y los cuadros anduvieron a cuclillas por entre las rocas de la tierra árida y congelada.

Benny se abrazó a sí mismo cuando salieron del coche, cada respiración enviaba una bruma hacia el exterior por el intenso frío.

—¿Cómo pueden vivir con este frío? —pensó Benny en voz alta.

—¿Qué frío? Yo no siento nada —dijo Allison, quien caminaba sin inmutarse sobre el paisaje helado con los humanos rodeándola.

Y Benny se la quedó mirando mientras su mente se aclaraba.

—Creo que ya sabemos la respuesta —rió Jordy, quien se mantenía en calma y sin ninguna aversión al frío.

—¿Cómo es que tú lo resistes? —preguntó Danny hacia Jordy.

—Vengo por aquí cada vez, ya estoy acostumbrado.

—¿A qué hora llegará tu amigo? —preguntó Benny.

—Para empezar, no es mi amigo —recriminó el tuerto, pero sin ser demasiado petulante—, y él dijo que estará aquí al atardecer. Solo hay que esperar. Al chupasangre ese le encanta el sabor de mi sangre.

—¿Tiene algo que ver con que seas inmortal? —inquirió Danny.

—Lo dudo mucho.

De pronto, se escucharon unos pasos al otro lado de la pared. El grupo se agachó, apoyando las rodillas sobre la dura roca.

—Silencio —susurró Jordy con firmeza, y sacó de su abrigo una espada larga y curvada, con la empuñadura de bronce.

Entonces apareció un vampiro pelirrojo, de mandíbula ancha y ojos rojos que los miraban fijamente. Vestía de una manera informal; es decir, camiseta azul con un abrigo de negro y holgado, más unos pantalones rasgados, no por ser así el modelo, pero seguramente sí por batallas anteriores.

—¿Qué hacen? —preguntó el vampiro extrañado. Su voz era suave y relajada, casi como una melodía clásica.

—Ah, Xander —Jordy se levantó con los brazos extendidos y con una sonrisa de oreja a oreja—. Pensé que no llegarías.

—Un trato es un trato —respondió.

Jordy sacó una pequeña bolsa transparente llena hasta el nudo de sangre y se la entregó al vampiro pelirrojo. Xander olfateó por unos segundos la bolsa, disfrutando del olor y dejando que este invadiera su interior.

A unos centímetros de ellos, los Williams observaban la escena con una mueca de desagrado. Pese a que tenían dos vampiras en su círculo social, a ellas jamás las había visto comportándose de esa manera. Valeria no hacía tanta ceremonia cuando bebía una bolsa de sangre de la nevera y Allison se tomaba sus raciones con harta prisa como si no hubiera comido en días, pero ninguna de las dos se detenía a inhalar el aroma.

Benny alzó la mirada, dándose cuenta de que Xander lo estaba mirando fijamente. La mirada del vampiro era fuerte, haciéndolo retroceder mientras él se acercaba a grandes zancadas.

—Así que... Estos son los humanos que quieres que meta a la ciudad —dijo Xander deteniéndose a unos metros del grupo, y luego mirando a Jordy por encima del hombro—. ¿Verdad, Jordy?

Jordy asintió, con una manzana en la boca que había sacado de su bolsillo.

—Bien —carraspeó Xander, girando hacia ellos y saco de sus bolsillos unos papeles doblados a la mitad, los extendió y se los entregó—. Firmen esto por favor.

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⏰ Last updated: May 20 ⏰

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BENNY WILLIAMS: EL REINO DE LA NOCHEWhere stories live. Discover now