Los monstruos también sienten

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El desayuno acabó, sin mirar a nadie fui directa a mi habitación.
Cerré de un portazo, me senté en mi silla de escritorio. Inspirando muy fuerte, volví a leer la carta de mi padre.

Trastorno bipolar

Él era así por naturaleza y nosotras no podíamos cambiarlo... Ni yo, ni mi madre.

Quizás hubiese la manera de hacerle entender, que solo hace daño, NOS hace daño. Fue sorprendente ver esta mañana a mi madre en la cocina, ya que apenas salía de su habitación.
Esto estaba siemdo realmente duro y entiendo la posición de mi madre, le he hecho sufrir demasiado...

Todo esto es culpa tuya, Caroline.

El brote psicótico de mi padre lo he causado yo, porque creí que tener un padre asesino sería lo mejor, aprender sus tácticas, pero no era así.
Ojalá tuviese un padre aburrido de oficina.
Nunca fuimos normales, pero... He puesto mis caprichos por encima del amor que mis padres sentían.


Emily POV's

Otro día más sin salir de está cárcel. Estas paredes son asfixiantes. Hacia mucho tiempo que no salía ni dejaba que un pequeño rayo de Sol acariciase mi piel.
Me siento tan apagada, sin apenas ganas de respirar.

Toby, ¿dónde estás?

Fue tan fácil conocerle... tan fácil enamorarme de él. Pero no puedo seguir aquí aferrada a esos malditos recuerdos que lo único que lograban era mi perdición, mis ganas de no seguir aquí.

Me vestí y salí a buscarlo.

Con gran sigilo salí de los alrededores de la cabaña, quiero encontrarlo ya.

Recorrí toda la ciudad, sin éxito alguno. Estaba al borde de la desesperación, quería verlo, quería escucharlo.

Llegué al parque, me dirigía al merendero, porque escucha unas extrañas voces viviendo de esa zona. Permanecí escondida detrás de unos arbustos. Estaba viendo algo de lejos, intenté salir un poco de mi escondite para poder ver una figura clara, era Jeff.

-Vamos, debes volver.-Insistía Jeff.
-No, jamás.-hablaba una figura que no me era posible enfocar.
-No sabes las consecuencias que están siendo llevadas acabo por tu culpa, Emily ya no es la misma, ¿recuerdas? Tu E-S-P-O-S-A.

Dios... eran Jeff y Toby.

-To..by?
-Joder, mierda, Emily vete a casa.
-¿¡TOBY QUE TE SE TE PASA POR LA CABEZA, JODER!?
Toby apartó de el medio a Jeff y se acercó a mí, activó su hacha.
-¿Vas a matarme? Porque si es así, no me importaría. He perdido casi todo, he perdido mi pasado, mis fuerzas y ganas de seguir adelante.
¿De qué me sirve respirar y su por cada bocado de aire que doy es como inhalar gas nuclear por tu culpa? Porque me haces falta.
¿Recuerdas este lugar? Aquí juraste por la estrella más brillante que nos casaríamos y me querrías toda tu vida. Pero parece que para tí esa vida haya acabado.
¿Acaso apenas recuerdas a tu hija? Quería seguir tus pasos, te idolatraba, era mala idea. Pero amaba a su padre tal y como era, un asesino. Un asesino del que yo llevaba enamorada mucho tiempo.
-Cállate.-Me dijo dominante entre dientes.
-No me voy a callar, porque no podría parar de hablar sobre todo lo que me hiciste sentir. Realmente te quise de verdad, aunque me habías abandonado un puñado de veces, aunque matases gente, aunque convirtieras a mi hija en un monstro... yo te seguía queriendo...

Toby se tiró de rodillas al suelo, tirando su hacha. Estaba llorando. Los monstruos también sienten.

Sangre AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora