Capítulo 22

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Denna se había levantado del sofá y había dejado un cojín bajo la cabeza de la pelirroja para que siguiera descansando y ella poder hacer la comida que se basaba en una sopa calentita aunque se había acercado constantemente a Violeta para ver si le baja la fiebre y ahora mismo solo tenía algo de destemplanza, aún tenía que preguntarle como cogió frío y ya se esperaba lo peor.

La hora de recoger a  Cayenta del  instituto llegaba ya que estaba algo más alejado de la casa, a unos 40 minutos y Denna la solía llevar en coche y recoger asique se acercó a Violeta y la empezó a despertar con cuidado.

— Violeta... Voy a buscar a Tana, ve despertando que hay que comer. —La pelirroja se sobresaltó al sentir la mano de Denna rozarla pero se tranquilizó al ver que era ella y volvió a cerrar los ojos por el molesto dolor de cabeza.

— No me apetece. — Refunfuñó

— Un platito pequeño, además es sopa, te viene bien. ¿Te importa quedarte sola un  rato Vio? — La pelirroja negó — Iré a buscar a tu hermana, por cierto, luego viene Chiara, tenemos que hacer un trabajo de Biología. — La pelirroja al escuchar aquel nombre, "que vergüenza que la viera con aquellas pintas" pensó Violeta.

El frío le estaba haciendo efecto pues ahora tenía una tos mucosa que le estaba estresando y un punzante dolor de garganta, mejor no pasar otra noche bajo la lluvia, es más guay verlo desde dentro de casa. No más gata bajo la lluvia.

Denna dejo un beso en la mejilla de Violeta y salió de la casa.

La pelirroja se incorporó en el sillón y se restregó los ojos, estaba volviendo a sentir ese frío tan extraño y sudar mucho.

Unos 15 minutos después Denna y Tana entraban por la puerta y la pequeña abalanzó sobre su hermana mayor con emoción, hacia 2 o 3 días que no la veía pero para ellas parecían años.
Violeta correspondió al abrazo con efusividad.

—Estas hirviendo...— Musitó su hermana.

— ¿Otra vez? —Preguntó Denna mientras se acercaba y posaba su mano en el cuello de la pelirroja.

— ¡Hostia que fría tienes la mano cabrona! — Dijo sin pensar y se hermana rió.

— Pues no puedo darte nada porque no han pasado 8 horas.

— ¿Que te ha pasado? — Cuestionó Cayetana.

— Solo he cogido frío con el cambio tan brusco de tiempo. — Tranquilizó a la pequeña.

Denna enarcó una ceja, luego le preguntaría.

Tana dejó un último beso en la frente de su hermana y se sentaron en la mesa.
Comenzaron a comer de la sopa que había hecho Denna.

— Ummm... ¡Que rico! — Alago la pequeña Hódar. — Violeta, tienes que aprender a cocinar como Denna, es increíble.

— Me alegro que te guste peque. — Le dijo Denna— Yo estoy encantada de enseñar a tu hermana.

Aunque Violeta estaba a su bola, dándole vueltas al plato y su cabeza estaba en otro mundo.

— Vio, ¿Te encuentras bien? — Preguntó Denna al percatarse.

—¿Qué? Ah, sí, sí.

Denna observaba preocupada a Violeta, puede que no estuviera siendo tan obvia pero la rubia sabía que algo más había pasado y que no había cogido frío así por qué sí.

***

Violeta aún con fiebre y dolor de cabeza estaba sentada junto a su hermana en el escritorio ayudándola con su tarea de inglés.

A Escondidas / KiviDove le storie prendono vita. Scoprilo ora