Capítulo 10

1.2K 57 11
                                    

—Pues tu novia es muy guapa Kiki.

— Y dale, ¡Que no es mi novia Naiara!

—Yo no me pongo colorada con una compañera.

—Solo la estaba ayudando a estudiar.

—Si, a estudiar anatomía humana — Se unió Bea.

—Bea... Tu también no porfavor. — Suplico la morena.

Las dos mayores se miraron a la cara con una sonrisilla maliciosa, ambas se estaban entendiendo a la perfección.

—No porfavor pesadas.

—¡Kiki tiene novia, kiki tiene novia, kiki tiene novia...! — ambas cantaban al unísono repetidas veces mientras que Chiara se escabullía hasta su habitación.

***

Violeta se despertaba con otra pesadilla, era la cuarta esa noche. No entendía por qué hoy le estaban viniendo todas si se había acostado super feliz.

Era la cuarta pesadilla que la aterraba aquella noche haciéndola aferrarse a su pecho, su corazón latía extremadamente rápido, su respiración estaba totalmente entrecortada y tomaba grandes bocanadas de aire tratando de ignorar aquel sentimiento de terror. A todos lados donde miraba le veía, sin embargo, no estaba en ninguno, simplemente en su imaginación.

Encendió la pantalla del móvil para mirar la hora, 2:30. Increíble, una hora y media había tenido 4 seguidas.

" Todo es tu culpa, si hubieras estado aquí esto no me hubiera pasado."

Aquellas palabras volvieron a estrujar si corazón, ¿Por qué la tartaban así? Ella solo quería ser suficiente.

Se llevó las manos a la cabeza y agarró tratando de alejar aquellos pensamientos, aquel insufrible dolor de cabeza.
Comenzó a dar vueltas en la cama mientras sollozaba.

De repente unos pasos comenzaron a oírse caminar hacia allí, su respiración de agitó aún más, si aquello era posible.
Aterrada de quien pudiera ser, se escondió bajo las sábanas y se agarró a ellas tanto como pudo.

Trato de hacerse la dormida pero su respiración no ayudaba lo bastante.
La puerta de la habitación se abrió lentamente. Los pasos se adentraron y sintió como alguien se sentaba en la cama, Violeta cerró los ojos con fuerza.

—Violeta, ¿Estás bien? —Escucho la voz de su hermana y se sientio totalmente aliviada.

—¿Que haces aquí Tana? —Susurró con un hilo de voz temblorosa.

—Te escuché llorar.

—Lo siento.

—¿Por qué?—Preguntó al no entender por qué su hermana decía aquello.

—Por despertarte.

Tana ignoro la disculpa de su hermana y se tumbo a su lado, acurrucó a su hermana en su pecho y comenzó a acariciarle la cabecita, por primera vez cambiaron posiciones, esa noche Tana cuidaba de su hermana mayor.
Aquella noche Violeta comprendió que no solo ella debía cuida de su hermana por ser la pequeña, ambas debían hacerlo siempre.

La respiración de la pelirroja comenzó a calmarse, aquellas caricias le estaban proporcionando tanta paz, tanta seguridad y tanto amor.
Violeta cayó totalmente rendida en su brazos, era consciente de que pasaba grandes partes del día durmiendo pero estaba tas destrozada psicológicamente que necesitaba escapar de aquello.

Tana apenas durmió aquella noche, observaba a su hermana mayor tratando de descifrar aquel llanto, nunca la vio llorar. Violeta era una persona dura que no se dejaba ver débil ni vulnerable, sin embargo, Tana sabía que algo estaba pasando,  que si hermana llevaba escondiendo algo muchos años y no se lo contaba.

A Escondidas / KiviWhere stories live. Discover now