Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño.
Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste secreto, ahora tenía dos inquilinos en su casa.
Habían pasado una noche muy agradable, Jimin estaba preparando el desayuno tranquilamente y con una gran sonrisa recordando su día anterior, las confesiones de sus sentimientos, el beso con Yoongi y sobre todo escuchar al mayor declarando a Minki cómo suya, fue la parte más hermosa de su día. No sabía cómo expresar tanta felicidad que ahora sentía.
Jimin había quedado verdaderamente encantado con el doncel mayor. La mayor parte de la noche estuvo conversando con él enterándose de algunas cosas acerca de Yoongi, pidiéndole que le tenga paciencia que es un buen hombre, solo que no sabe cómo expresarse. Según lo que el doncel mayor le había contado, Yoongi tiene un pasado muy doloroso y que cuando sintiera plena confianza le contaría todo.
Jimin asiente con una sonrisa, él ya sabía ese lado de Yoongi, por eso decidió darle una oportunidad y libertad a sus sentimientos, aún no sabía cómo iba a terminar el tema de la verificación del documento, cosa que lo seguía poniendo nervioso, pero confiaría en el mayor.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Yoongi venía entrando en la cocina, va directo a él abrazándolo por la espalda y apoyando su cabeza sobre su hombro, Jimin se tensa y automáticamente se sonroja, detiene lo que estaba haciendo, no esperaba esa actitud del mayor.
—Buenos días, Mi Flor — susurra ronco en su cuello.
El doncel sonríe tímido y emocionado por el llamado — ¿Y esas confianzas, Señor Min? — consulta bromeando, tomando las manos del mayor que estaban en su cintura.
— Ya me aceptaste — responde con una gran sonrisa. Aún no podía creer que Jimin le había dado una oportunidad.
El doncel se da vuelta y queda frente al mayor, Venía muy bien vestido y con su cabello azabache bien peinado, señal que estaba preparado para volver al trabajo.
—Estás aprueba — le recuerda con una sonrisa triunfante, no le dejaría el camino tan fácil.
Yoongi sonríe más grande y vuelve acercarlo a él, esta vez en un abrazo muy fuerte que hacía que el corazón del menor saltase de felicidad.
—¿Dime que no es un sueño?— consulta incrédulo — En medio de todas las pesadillas que he estado viviendo — termina con un suspiro.
Jimin se conmueve por sus palabras, aún no sabía lo sucedido con Yoongi, pero según Jin ha sufrido bastante. Sale del cuello de Yoongi y le empieza a acariciar el rostro, el mayor cierra los ojos disfrutando el contacto de las suaves y pequeñas manos.
—Somos reales Yoongi, y depende de ti mantenerlo así — declara con mucho cariño.
El doncel estaba consciente que cada vez el sentimiento se tornaba más fuerte, pero aún sentía un poco de miedo e inseguridad que no le permitía ceder del todo.
Yoongi entiende perfectamente, se acerca lentamente y le da un casto beso que Jimin corresponde muy nervioso — No cometo errores dos veces — declara con seguridad separándose de sus labios. Jimin desvía la mirada tímido.
—Vamos a desayunar — pide tomando su mano y dirigiéndose al comedor.
—Empieza tú, iré a despertar a Minki — anuncia.
—¿Por qué tan temprano? — consulta confundido.
A Jimin le hace gracia que el mayor no recordará la promesa que le hizo a su bebé, para pasar el día en la casa del doncel mayor —Iremos a la casa de Jin hyung, no dejarás de ida a la productora — le recuerda con una sonrisa.
Yoongi entonces comprende, después de la pequeña escena de celos de su Pulguita, había quedado encantada con su sobrino, que le prometió que la llevaría al día siguiente en su casa.
—¿Puedo despertarla yo? — consulta emocionado. Él sabía cómo ser un papá, pero la decisión ya estaba tomada, su Pulguita tendrá al mejor papá de todos.
Jimin lo observa inseguro y es que su pequeña bebé era muy difícil de despertar — ¿Estás seguro?— Yoongi asiente.
—Suerte con eso — comenta sonriendo y volviendo a sentarse, para esperar el llamado de Yoongi, para ayudarlo.
El mayor se encamina emocionado a la habitación de la pequeña, se adentra y la observa, está hecha una bolita en medio de la enorme cama, con su pijama de conjunto de estrellitas, se encontraba profundamente dormida, tan tranquila y pacífica y ya se estaba sientiendo mal por despertarla.
—Pulga— llama moviéndola de apoco.
La pequeña Pulguita seguía sin despertar, después de varios intentos más intenta llamándola por su nombre, pero tampoco funcionaba, Yoongi entendía ahora a lo que se refería Jimin. De verdad es difícil, el mayor sonríe de alguna forma lo recordaba a él, también tenía el sueño pesado.
—Pulguita vamos a comprar Chocolates— la llama por última vez, ahora intentando con un chantaje.
La pequeña abre los ojitos, se levanta rápidamente emocionada encontrando a su papá delante de ella, lo abraza fuertemente.
—Bo día — exclamó con felicidad.
El mayor sonríe y la abraza de igual forma, con mucha emoción y felicidad — Buen día, Pulga — expresa con un beso en su frente.
—Debe se gande— pide observando al mayor.
Yoongi queda hipnotizado por los ojitos brillantes que lo observaban— Será el chocolate más grande — asegura con mucho cariño.
Ya pasaron varios minutos y Yoongi no venía, el doncel sabía que no lo iba a lograr, se levanta para ir junto a él para ayudarlo, pero queda perplejo al observar al mayor venir felizmente con su bebé en brazos.
—Bo día, papi— anuncia la pequeña Minki, tirándose en los brazos de su papi, al tenerla con él, la llena de muchos besos de buenos días.
—¿Cómo lo lograste? — consulta el doncel curioso. Yoongi solo sonríe y no responde nada. Ahora tenía que buscar un chocolate muy grande porque su Pulguita así lo quiere.
Desayunan tranquilamente, sintiendo la calidez total del momento, disfrutando de las conversaciones con la pequeña Minki, un momento tan cotidiano, que ninguno de los tres había vivido hasta ahora, un momento familiar.
—¿Nos iremos al campamento?— consulta con cautela el doncel.
Yoongi siente tensarse completamente, durante los cuatro años ha estado negándose a ir al campamento que realizaba la productora, para la convivencia del staff, los idol y sus familias, Yoongi nunca participaba.
—¿Jin hyung, te lo pidió? — consulta con las cejas alzadas. Jimin sonríe avergonzado y asiente.
—Estuve pensado, sería bueno, estamos todo el tiempo aquí en la casa, un contacto con la naturaleza nos vendrá bien — comenta el doncel — Nos ayudará a conocernos mejor — termina susurrando.
Yoongi entonces comprende la preocupación del menor — Está bien, preguntaré todo acerca de eso a Namjoon — declara. Jimin sonríe emocionado.
Yoongi estaba dispuesto a avanzar, por su flor, por su Pulguita y sobre todo por él, era tiempo de dejar el pasado.
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