011; El pecado más grande

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¡Atención, contenido +18, si no te gusta este tipo de cosas, eres libre de salir o simplemente saltar el capítulo, gracias por leer!

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Sus dedos comenzaron a deslizarse por mi cintura hasta llegar al borde de mi pantalón, con desespero, comenzó a bajar mis ropas.

—¡Francis!

Detengo mis movimientos una vez que soy capaz de separarlo de mi, Pero intentar huir es inútil, ya que de un momento a otro, ya me había atrapado otra vez. Solo que ahora me tomo entre sus brazos y se lanzó hacia la cama conmigo, cuál habrá sido mi sorpresa al sentir cómo dejó caer su gran erección plenamente sobre mi intimidad.

Espero por su acción Pero, en silencio, no hace nada. Se me queda viendo fijamente, como si estuviera esperando a qué yo le diera alguna señal.

—¿Eso es todo?—murmuré, con cierto tono de sorpresa.

Su rostro se queda neutro, suspira con decepción y me suelta para echarse a mi lado en la cama. Me quedé sorprendida, detenida por la conmoción mientras el suspiraba una y otra vez con decepción.

—Si eso fue sexo, no lo hagamos más. Es muy aburrido, ¿Sabes? Mejor prefiero besar tus labios por debajo de la mesa.

—¿M-mis labios?—volví a susurrar.

—Los labios que tienes aquí—dijo poniendo su mano sobre mi intimidad, provocándome un escalofrío—, Por dónde a veces sangras, Dios mío, ese olor es delicioso.

—Cierto... Jamás te expliqué lo que eran las relaciones—de mis labios solo salían especulaciones que, únicamente, lograron hundirme más en la miseria—, Qué bueno que nunca te lo expliqué...

Mi astucia se vio interrumpida por el doppelganger, quién se sentó en la cama con ojos espectantes.

—¿Eso no fue sexo?

—¿Ah?—cuando me sacó demis pensamientos, me senté sobre la cama cubriendo mi cuerpo con la manta al final de la cama—, Po- por supuesto que fue sexo... Creí que te gustaría más.

—No, eso no fue lo que dijiste.—comenzó a acercarse lentamente, gateando sobre la cama hasta llegar a mi, que me ví acorralada por él y el respaldo detrás de mi—, No lo hagamos, pero explícamelo, si eso no fue sexo, ¿Cómo es? Debo meter esa cosa en ti Pero, ¿Dónde?—sus dedos largos se aproximaron a mi rostro, metiéndose en mi boca y explorando cualquier agujero en mi rostro.

—Basta.—lo detuve, el paró, lo que me sorprendió porque hasta ahora era casi la primera vez que me hacía caso—, Ya te lo expliqué una vez, no es mi culpa que no hayas aprendido nada.

—Pero tenemos un trato.

—No, no lo tenemos.

Francis sujeta mis piernas y, en un movimiento rápido, las separa dejándome en medio de la cama más abierta que una puerta.

—¡O-oye!—sujeté su cabeza, Pero éste elevó la mirada sin vergüenza.

—El agente vive a cambio de que tú seas de mi propiedad, ese es el trato. Si no me enseñas el sexo, lo aprenderé por mi solo.

Apartó mis manos y con la suya libre y las sujetó con fuerza sobre mi abdomen, y comenzó a adentrarse cara hasta dejarla frente a frente con mi ropa interior.

bloody strawberries (Milk Man y tu) Where stories live. Discover now