SHARED COMPANION; J, H. E, C. [+18]

1.07

(No está corregido)

Caroline se mordía las uñas con desesperación. La ansiedad la estaba consumiendo cada minuto que pasaba. Sus nervios estaban a flor de piel. Por un lado se arrepentía de haber aceptado la salida con los dos Cullen, pero por otro lado quería saber que era lo que estaba sucediendo. Sentía que su vida cambiaría después de esto.

Ella nunca había estado en una situación como está.

El sonido de su teléfono la saco de sus pensamientos. Con cuidado la joven tomo el teléfono entre sus manos. Sus nervios crecieron más al ver el mensaje en la pantalla.

"A las 8 pasaremos por ti" Aquello hizo   que sus ansiedad creciera que más.

Como pudo le envío un: "está bien".

Revisó la hora y vio que tenía que comenzar a prepararse. Ella era de la que tardaban horas eligiendo que ponerse. Quitándose la ropa y envolviendo una toalla en sus cuerpo la rubia entro al baño.

Tardó unos cuantos minutos bajo la ducha, aquello la hizo relajarse un poco. Luego lavo su cabeza con sus shampoo favorito. Luego de eso la chica salió del baño.

No había nada mejor que una buena ducha ya que ahora sentía como si sus energías se hubieran recargado. Evitaba pensar en ellos, sabía que si lo hacía quedaría sin uña en sus dedos. Morderse las uñas era una costumbre que había cogido desde que se ponía nerviosa o ansiosa.

No sabía que le inventaría a su hermana. Soltando un suspiro profundo la joven fue a su clóset a buscar un vestido. Cómo por obra de magia vio aquel vestido que le quedaba tan bien. Aquel vestido que se ajustaba perfectamente a su figura. No era un secreto que la rubia tenía unas curvas bien pronunciadas.

El vestido era rojo vino, con una escote en la espalda baja. Luego se colocó una zapatillas negras de tacón. Se acercó al espejo y se maquillo naturalmente. Después seco su melena rubia, lo dejo suelto con ondas en la punta.

Se miro al espejo y sonrió por el resultado. Sentía que estaba muy arreglada, pero ellos no le habían dicho a dónde irían. Sabía que no sería en el mismo Forks. Justo cuando termina de alistar su pequeño bolso escucho el sonido de una bocina. Y como por arte de magia sus nervios volvieron.

Soltando un suspiro largo la joven salió de su habitación. Ni siquiera le había dicho a Bella, pero le mandaría un mensaje más tarde. Cuando terminó de bajar la rubia tomo el pomo de la puerta y la abrió. Al abrirla se encontró con Jasper.

Frunció el ceño al no ver a Emmett, pero no cuestionó nada ya que sus palabras no salían al ver lo hermoso y elegante que estaba el rubio frente a ella. Si Jasper era hermoso en aquel momento lo era aún más.

Jasper estaba igual que ella. para Jasper ella era la mujer más bella que había visto en sus años de vida.

— Yo quiero verla también estúpido. — Jasper escucho la voz de Emmett desde el auto.