Capitulo 27

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POV Ivón

—¡Ella debe ser quemada!—vociferaban algunas personas que estaban acercándose a nosotros al decirles lo que yo supuestamente había hecho.

—¡Sí, quemenla!—yo me estaba poniéndo algo nerviosa por sus opiniones tan fuertes—¡quemen a esa bruja!—decían al unísono y me escupian encima, hasta vi que me iban a tirar piedras.

—¡Oigan!, tranquilícense la vamos a quemar como el pueblo pide y la pondremos en el centro para dar ejemplo a los demás y para que si hay otra bruja se asuste y se vaya de estos lugares—dijo el hombre qie me apuntaba con el arma.

—Bien dicho.

—¡Sí, hagalo!—decían algunos.

—¡Busquen madera y sogas para atar a esta bruja hechicera!—lo trajeron en menos de tres minutos y de un momento a otro ya estaba yo atada con soga las manos a la espalda.

—Ya debe ser mi fin—estaba muy nerviosa agolpandose en mis ojos las lágrimas deseosas por salir y seguían con el asunto de matarme poniéndo a mis pies también una soga con un amarre a la cintura con el palo grande que me servía de apoyo en la espalda aunque sea un poco y así, poniéndo la madera a mis pies encendieron un fuego para que me quemara viva.

—Oh YAHWEH, no quiero morir aún no dejes que muera—salió un sollozo de mis labios y el fuego no subía hasta arriba gracias al fuerte viento que hacía pero, ¿cuándo cesara que iba a pasar?—¿y así voy a morir sin dar si quiera mi primer beso y sin formar una familia? ¡Sálvame!—grité mientras lloraba amargamente.

—Parece que está llamando a los suyos para que le salven.

—Oh a su ejercito de demonios así que, mejor retrocedamos y quedemosno viendo hasta que ya sea del todo quemada con su séquito si viene ja, ja.

Escuché como el cielo tronó fuertemente y yo solo cerré los ojos para dejarme morir aquí.

POV Andrew

Corro en dirección a nose donde solo pedía a YAHWEH que me guiara a donde estaba Ivón. 

Miré el cielo y note que estaba muy nublado tanto que empezó a llover haciendo mucho frío.

Seguí el camino marcado en el suelo por los caballos y cuando veo un tumulto de personas me acerco al lugar y noto que está una persona amarrada a un gran palo y una llama encendida a sus pies en medio del lugar y ya algunos al empezar a llover se estaban yendo sin embargo, yo no vislumbro bien el rostro de la persona hasta quise saber quien era o pasaba en este lugar y cuando yo me acerco más me doy cuenta que es...

—¡Ivón!—me acerco a ella corriendo pero, la llama de un momento a otro empezó a incrementarse y subía mucho humo y me preocupe mucho por ella—¿qué hago, qué hago?—pensaba y de pronto escucho una voz que le habla como a mi espíritu una voz llena de paz.

—Mira la nieve hijito—escuché que me dijo y fue como si me diera un poco de luz con esto y sin pensar mucho en ello fui tomé entre mis manos una gran cantidad de nieve y la lance hacía el fuego hasta que se apagó.

Nadie se interpuso y fui hacía ella desamarrando cada nudo de la soga en su cuerpo todo lo más rápido que podía por si venían oficiales y nos disparaban o por Ivón, no quería que muriera no sin antes darme descendencia y hacerla muy feliz. Yo solo...—Andrew—oigo que dice como en un susurro tocando mi mejilla con su mano delicada y suave entre abriendo los ojos.

—Shus, yo te sacaré de aquí—le digo y ella cierra los ojos y se abraza a mi cuello cuando la cargo entre mis brazos.

Miro que hay un bosque y decido irme hacía allá pues, creo pensar que por ahí podemos llegar a algún clan y mientras estoy adentrandome al espeso bosque veo un cuerpo tirado al suelo con un kilt de mi clan todo ensangrentado estaba el hombre—¡oye!—lo moví con el pie pero, no se movió y descubrí que estaba muerto.

Seguí caminando con prisa tratando de no pensar en este miembro de mi clan muerto allí y no enojarme ni preocuparme tanto aunque, podían haberlo matado cuando entró por aquí como también puede suceder a nosotros dos ahora y me empecé a poner algo nervioso—Andrew—habló mi esposa amada como si yo no estuviera con ella.

—Tranquila amor mío ya estamos llegando...—no sabía que más decirle solo que ya estabamos saliendo de este lugar y pasados como veinte minutos o quince minutos o tal vez una hora puede que sea más de ahí, logré llegar a un claro donde había casas y hombres con kilt de color rojo con rayas verdes y recordé que es el clan de los MacLeods.

Me acerqué a uno de ellos—por favor, ayúdenos—le dije enérgicamente y me miro de arriba abajo entonces, después de ver mi kilt se fija en Ivón y yo le cubro un poco el rostro con lo que usa en la cabeza para que no vea su belleza y me la quite de entre los brazos—ayudeme le ruego—ya estaba a tal punto que tenía que rogar solo por la razón de que le dieran aunque sea un vaso con agua a Ivón.

—Esta bien, sigame—el hombre de cabello algo canoso y ojos verdes accedió y me llevó a una casa.

—Oh ya regresaste esposo mío—cuando entramos nos encontramos con la que parece ser su esposa—¿quiénes son ellos?—pregunta llena de curiosidad.

—Me los encontré afuera, pidiendo este hombre ayuda no podía negarme al ver que pertenece a uno de los clanes—le contestó el tipo y me hizo ceñas con una de sus manos para que lo siguiera—vengan por aquí.

—Oh, bien—fue lo único que dijo la mujer quien nos seguía por detrás.

—Acuestala en esta cama—me señala una y le hago caso poniéndola allí con delicadeza por si estaba herida pues, no la había revisado—¿está herida?—me pregunta el hombre a mí.

—Puede ser—le miro los pies a Ivón y no le veo ninguna ni siquiera un corte allí. Le reviso los brazos y solo veo la marca de la soga en ellos como en los pies y frunzo el ceño pues, el vestido estaba ensangrentado—¿de dónde salió esa sangre?—me preguntaba y quise quitarle el vestido acercándome para hacer eso y en ese momento ella abre los ojos y me mira.

—Andrew—fue lo que logró pronunciar que yo pude escuchar y decía algo entre murmullos cerrando los ojos otra vez pero, yo no entendí bien que fue lo que dijo después de mi nombre.

—¿Quiere que salga para que con ayuda de mi esposa le quiten el vestido?—comenta el tipo y yo asiento con la cabeza luego, lo veo salir del cuarto.

La revise desde la uña de su pie hasta su cabeza y no vi ninguna herida—esta sangre entonces...—frunci el ceño pensando en que rayos pasó aquí con lo de esta sangre.

—Debe amarla mucho para averiguar por todos lados su cuerpo con tanto esmero por ver si esta mal herida y querer ayudarla—me interrumpe los pensamientos la señora de la casa y yo sonrío un poco.

—La amo y me gusta mucho sin embargo, creo que ella no piensa lo mismo de mí—fue lo que le dije y era realmente cierto.

—Oh, yo creo que también le gustas, ¿no te llamas Andrew?

—Sí.

—Ella cuando despertó la persona que llamó fue a ti ¿no crees que significa algo?

—No losé, tal vez aunque, sino despierta nunca lo sabré.

—Despertará claro que sí. ¿Me puedes decir que le pasó o más bien donde estaba cuando la encontraste?

—Ella...—observo a la mujer preguntándome si podía decirle o no y pensé en decirle, no creo que haya algún problema con esta mujer—estaba amarrada a un palo para ser quemada—cuando digo esto se asombra la mujer—yo apagué el fuego con nieve y salí hacía el bosque escapando de las personas que nos habían secuestrado y aquí estamos.

—Comprendo. Debió haberse desmayado entonces así que, no te preocupes estará bien.

—Sí—digo queriendo que sea así y le pasamos un trapo húmedo por el rostro a Ivón y después de unos minutos ella despertó del todo.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora