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—¡Vaya, ese vientre es enorme!—exclamó Jackson Wang que había llegado de visita donde su hijo, Hyung Sik se mantenía a lo lejos conversando con el Patriarca, el albino sonrió y se hincó poniendo su oído sobre el vientre.

—Por supuesto, ya son nueve meses y dos semanas, el doctor dice que en cualquier momento puede nacer—sonrió con sumo orgullo Jung Hoseok—, espero que sea un niño sano.

La sonrisa del Murkesht se borró con lentitud al lograr escuchar los latidos suaves del interior de su nieto. Se levantó, muy arrepentido de toda aquella situación, porque sabía en su interior que ese pequeño no viviría mucho tiempo. El vampiro al sentir la mirada acusante del demonio, decidió alejarse un poco e irse a sentar a un sofá que se mantenía en la esquina.

—¡Será un bebé sano!—ingresó Jisoo que había logrado escuchar un poco de la conversación de padre e hijo—, todas las expectativas están puestas en el futuro heredero del ducado—, mi señor se ha encargado de mantener una comida balanceada y no esforzarse mucho.

Hoseok dio un pequeño respingo al sentir un dolor; pero creyó que era parte de las patadas que su hijo solía dar cuando dormía o se ponía inquieto en su vientre, por lo que acarició, sin mucha preocupación.

—Los dejaré hablar en privado, iré a la biblioteca a leer un rato—avisó el más joven de aquel grupo, entendía que los mayores buscaban tener una reunión privada, ofreció una sonrisa saliendo del lugar con sus manos sobre el vientre. Volviendo su mirada una vez más sobre el Patriarca, al parecer, no estaba de buen humor aquella tarde, tampoco los demás, era mejor retirarse. Jisoo lo siguió en silencio para acompañarlo.

Kim Namjoon siguió a ambos personajes con la mirada, hasta que el castaño salió del interior del cuarto y se dispuso a dirigirse a su escritorio, tomando una pluma.

—No entiendo como la Orden se puede ocultar tan bien, no ha habido algún movimiento desde lo sucedido con Jung Somin—comentó preocupado aquel Patriarca, s, siendo seguido por los demás, que se sentaron en los sofás que se mantenían adentro de la gran oficina.

—Es por eso que tuvieron poder y lograron mantenerse en secreto entre los Altos Mandos, además—afirmó Hyung Sik que notó a Jackson bastante callado, cuando usualmente era el primero en romper el silencio o decir alguna tontería—¿Y tú, se puede saber qué hiciste ahora?—interrogó en dirección del albino, que se mantenía reposado sobre un brazo del sofá.

—¿Acaso tengo que hacer algo malo para estar así?—respondió con sorpresa el mayor.

—Porque siempre que estas callado o desaparecido, es porque has hecho algo—le reprochó Hyung Sik.

—Pueden discutir después—interrumpió el demonio. Kang Joong enfocó su vista en ambos—, las discusiones de los amantes no son bienvenidos en esta sala.

—No somos amantes—negó con rápidez el Murkesht asqueado al escuchar aquella palabra y se sacudió, como si se limpiara de alguna suciedad.

Namjoon frunció el ceño, tomando un puro y lo metió a su boca, para encenderlo después con cuidado, inhaló aquel aire y luego exhaló, los de la Orden en serio que eran demasiado sigilosos, si no había encontrado pistas de ellos en ese país, significaba que se habían ido a otro lugar, a un país más lejanos, donde no tenían poder.

—Namjoon tenía sospechas que uno de los cabecillas de los Murkesht tenía contacto con la orden, Jeong Han—agregó pensativo el hijo de Jung Somin—, pero aunque se le estuvo persiguiendo por vario tiempo, no se le encontró nada sospechoso, por lo que quedó descartado.

—La única forma de sacar a la Orden de su escondite es de que el Noblesse vuelva a despertar—prosiguió hablando el demonio un tanto pensativo—, pero poner en peligro al joven Jung no está en mis planes.

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⏰ Last updated: May 08 ⏰

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Namseok||NobilityWhere stories live. Discover now