AU|SaFran || Una Nueva Oportunidad

Capítulo VII

Holiiii, estoy aquí ahora porque los próximos días son inciertos para mí. Así que este nuevo capítulo es un regalo para RBKlauss. Feliz día de las mamis, amiga. 🌹♥️. Que empiecen los regalos desde ahora, 🥳.

💟

Capítulo VII.

¥ Sarita ¥

La lección no podía terminar mejor que en una escena de besos apasionados en el sofá. Juntos ahí, abrazados; disfrutando de la compañía del otro, es simplemente maravilloso. Sus besos me convierten en gelatina el cuerpo entero. Sus labios atacando la unión de mi hombro y mi cuello, me hace explotar de sensaciones por todo el cuerpo. Los besos van en aumento. Su boca viaja de mis labios hacia mi mentón. Me muerde el mentón para arrastrar su boca debajo de él, llegando a mi cuello. Mis labios reclaman los suyos. Tomo su boca y la mezclo con la mía en una danza de pasión desenfrenada. Siento un líquido mojar mi entrepierna y una presión en mi vientre bajo. Mis pezones se sienten extraños y debajo de él, algo empieza a crecerse.

La intensidad del beso va en aumento. Llevo mi cabeza hacia atrás mientras que Franco ataca la zona debajo de mi cuello. Sus besos en esa zona me hacen flotar. Sus brazos rodean mi cintura mientras yo estoy sobre él con mis piernas en el lateral, alrededor de sus piernas. Mis brazos rodean su cuello.
Nuestros labios volvieron a juntarse en una mezcla de dulzura y pasión. Empezamos a movernos a un sólo ritmo buscando el contacto entre nuestras intimidades. Franco baja desde mi boca hacia mis senos, besándolos a través de la tela. Mis manos viajan, de arriba hacia abajo, por su ancha espalda.

Mis manos quieren sentir su piel. Empiezo por quitarle el saco. Lentamente, empiezo a desabotonar su camisa. Las yemas de mis dedos recorren la piel de su pecho con dulzura y delicadeza. Él lleva sus manos a los botones de mi blusa para deshacerse de ella cuando el sonido insistente del timbre nos regresa abruptamente a la realidad.

**¿¡Maldita sea justo ahora!?**

Nos miramos y sonreímos en complicidad y mucha frustración.
Intentamos no hacer caso al llamado de la puerta. Intentamos retomar nuestra cercanía cuando el timbre volvió a sonar con mayor intensidad.
Nos separamos con pesar y frustración...

Tenemos miradas de frustración y la mía combinada con una ligera vergüenza pues tengo la blusa abierta con mi brasier a exposición. Intento abotonarme de vuelta pero estoy algo nerviosa. Franco, sólo sonríe desde su espacio. Me acerca hacia él. Me da un beso corto en los labios y él procede a abotonarme de vuelta mientras el timbre vuelve a sonar , esta vez, acompañado de voces.

- Sarita, ¡abre la puerta!
- Ya sabemos que estás aquí. Nos lo dijeron en recepción.
Franco y yo no miramos de vuelta con algo de risa y nerviosismo.
- ¡Son mis hermanas, Franco! Pero, cómo...
- Ábrelas, amor, o tumbarán la puerta. Anda, ve. Yo voy a la habitación. - No desaprovecha la oportunidad y me vuelve a tomar entre sus brazos y nos besamos con camino a la puerta. El majadero me da una nalgada y se va a la habitación riéndose y yo me quedo nerviosa frente a la puerta. Respiro profundo.

Abro la puerta y veo a mis hermanas con los brazos en las caderas, cual si fueran jarrones.

- Niñas, qué... Qué gusto verlas.
Ellas entran sin permiso.
- ¿Aquí estuviste todo este tiempo? ... Pero, ¿estás bien? - Pregunta Norma con preocupación.
- Eres una ingrata. Nos has tenido sumamente preocupadas por ti todo este tiempo. - Sentencia Jimena.
- Niñas, han pasado muchas cosas. Temas de los que aún no me sentía capaz de abordar aún.
- Sabemos que algo pasó con mamá. Su falta de preocupación por tu partida nos ha cocido de sorpresa. - Norma expresa con asombro.
- Siempre has sido su favorita. Y de la noche a la mañana, no le importa qué pasa contigo... ¿ has visto a algún doctor aquí? - Pregunta Jimena con una preocupación notable.
- Sí, sí, niñas. Tranquilas, ¿sí? Lo hice y estoy estable. Todo va bien. Puedo seguir haciendo mis cosas con normalidad. - Trato de hablar un poco bajo, pues ese tema aún no he tocado con Franco.
- ¿No hay nada más que nos tengas que decir? - Vuelve a preguntar Jimena.
- ¿Yo? - Les respondo con otra pregunta haciéndome la loca, pues nunca he sabido mentir.
- ¿Por qué no le dices a Franco que salga donde sea que esté? - Inquiere Norma con mucha gracia hablando hacia el camino que da hacia la habitación.
- ¿Cómo es que..? - Intento preguntar.
- Obviamente, te mandamos a buscar. Y sumamos uno más uno. Y Óscar lo confirmo.
- ¡¿Óscar?! - pregunto con sorpresa.
Franco sale con una sonrisa de dentro de la habitación y se acerca a nosotras. Coloca su mano detrás mío, en mi espalda.
- Te quedarás viuda, Jimena. - Franco sentencia en broma. - Le dije que cerrara la boca.
- No pudo. No le dimos opción. - Afirma Jimena.
- ¿Y? ¿Entonces? - Pregunta Norma
- Entonces...