Capítulo V

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💜 Hola a todos,
✨Os dejo un nuevo capítulo de esta historia.
✨Este capítulo está dedicado a fnaty_klauss y RBKlauss.

💟


Capítulo V.

¥ Sarita ¥

El camino de regreso a casa es un poco menos largo, o al menos así se siente. Mi cuerpo siente un propio cansancio por todo el trajín del día, teniendo en cuenta que estoy despierta desde la madrugada por el insomnio y por la visita del insomnio con nombre y apellido, de carne y hueso.
Siento la palma de la mano de Franco rozar mi mejilla con amor, con afecto y con cierta preocupación.

— Cariño, duerme un rato. Estás un poco agotada y para el día hoy, aún no han acabado las sorpresas.
— ¿Hay más? ¿De verdad, cariño? — Sonrío mientras me hago la loca y desentendida por haberlo llamado “cariño” y me sumerjo en una pequeña siesta.
Me quedé dormida todo el camino de regreso a casa. Llegamos antes del anochecer.. Siento unos labios en la unión de mi cuello y mi hombro y un estallido en mi vientre bajo me despierta con una sonrisa.

— Despierta, amor. Llegamos. Despierta, mi vida, a no ser que quieras que te lleve en brazos por todo el edificio.

Mis ojos se abren con pesadez pero también me recorre el deseo que dejó impregnado Franco con sus besos en esa zona excitante, al parecer.

— No. Ya. Está bien, camino solita. Todavía puedo. — Le digo sin abrir mis ojos por completo.
— Eso es mi amor.

Cuando mis ojos están abiertos por completo aún recostada en el asiento del copiloto y el rostro de Franco está en frente mío. Sonrío y ya no podemos conterneros. Franco acerca su rostro junto al mío y toma mi boca con la suya. Me devora los labios con pasión y yo respondo su beso con la misma intensidad. Nuestros labios juegan, se saborean, se extasian de placer hasta que, nuevamente, siento un estallido en mi vientre bajo… La basoexia nos alcanza junto con el líquido extraño que siento humedecer mi interior.

Cuando nuestras bocas se separan. Sonreímos juntos. Él lleva sus manos a cubrir mi rostro, mis mejillas y me repite lo mucho que me ama y yo ya no lo niego más y le respondo cuánto lo amo yo también.
Respiramos hondo. Sonreímos, el uno frente al otro. Franco se acerca un poco más para darme un beso corto. Sale del auto para así poder abrir la puerta del copiloto, y como todo un caballero, ayudarme a bajar del auto.
Entramos al edificio de la mano, sonriendo como dos niños que han hecho travesuras y ¡sólo fuimos al mar!

La cara de sorpresa del recepcionista de turno es notoria. Tres meses de verme sola, sin amigos ni novio, seria y sin sonreír mucho; y de pronto sonrío, brillo con mi luz propia y tengo a lado mío a un hombre guapo que todo lo que hace es adorarme.

Entramos en el ascensor en medio de risas y las puertas del mismo se cierran mientras Franco me acerca hacia a él para darme un beso. Sus labios vuelven a atacar los míos en un baile de placer. Nuestros corazones laten con la misma intensidad, laten de felicidad, de emoción y de sana paz. Estamos solos en el cuadrilátero que sube hacia el piso del departamento. A este punto, ya no tengo sueño. Quiero disfrutar el tiempo con él al máximo porque aún, a mí,  me quedan tres meses aquí y él tiene que, eventualmente, volver a su casa y a sus negocios.

Cada que me entra la duda de cómo vamos a enfrentar esto al regresar, él la calma con un beso, una caricia, con un “te amo” porque yo sé que él estará conmigo. Franco toma mis manos entre las suyas… y me dice con dulzura:

AU|SaFran || Una Nueva Oportunidad Where stories live. Discover now