Capítulo 8: Heridas.

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Al-haitham estuvo intentando contactar con Beidou, y lo consiguió.

─Beidou, necesitamos tu ayuda.

Al-haitham tenía un plan.

Le dijo a Beidou que preparará el barco para marcharse, y que estuviera lo antes posible. Beidou obedeció las ordenes y siempre que necesitaba que necesitaba hablar con Al-haitham sobre el plan, lo contactaba. Después de un tiempo, dejó de hablar con Beidou y se concentró en cuidar a Kaveh. Le tomó la temperatura apoyando su mano sobre su frente, estaba ardiendo. Le abrazó fuerte, tomó sobre todo sus manos y las comenzó ha masajear cuidadosamente para calentar sus manos, le besaba en la cabeza mientras veía que poco a poco despertaba, estaba adolorido por todas partes por las heridas de la tortura que sufrió.

─Lo has hecho muy bien Kaveh… debes aguantar unas horas más, solo eso… por favor, tú puedes.

Mientras decía esto, lo abrazó muy fuerte mientras sollozaba.

─Al-haitham… duele.

Dijo mientras dejaba escapar algún que otro gemido de dolor.

Al-haitham con lo que tenía más su vision dendro, intentó ayudarlo como podía.

─Debes comer.

Kaveh se negaba a comer ya que, vio el plato entero, Al-haitham llevaba más tiempo sin comer, ya que antes de que los secuestraran; Kaveh había comido y Al-haitham no. Solo había comida para uno, Kaveh rechazaba mientras Al-haitham, lo intentaba.

─Debes comer Kaveh.

─No quiero.

Al-haitham estaba apunto de rendirse hasta que pensó como conseguir que comiera.

─No quiero obligarte.

Al final, después de mucha insistencia, accedió a comer con la ayuda de Al-haitham, este le ayudaba y cuidaba. Cuando terminó le dio un beso suave y tierno en sus mejillas rojizas por el frio.

─Gracias Kaveh.

─¿Y qué hay de ti? Llevas más que yo sin comer.

─No te preocupes, nos queda una hora, necesito que aguantes pero ahora debes descansar.

Cerró lentamente los ojos, Al-haitham le mimó y se encargó de él como nunca, solo estaba atento a él. Llegó Scaramouche después de una hora y golpeo un poco la cara de Al-haitham.

─¿Hablarás ahora o te niegas?

Al-haitham se quedó callado para a continuación asentir, iba a contar el gran secreto de Sumeru que podría destruirlo.

Al-haitham comenzó ha hablar y después, cuando le faltaba lo más importante, atacó a Scaramouche mientras tomaba a Kaveh en brazos y empezó a correr con todas sus fuerzas rompiendo todas las paredes para escapar del lugar. No conocía en absoluto Inazuma, ni siquiera donde estaría la salida pero él corría con todas sus fuerzas. Encontró una puerta y la derrumbó con cuidado de que Kaveh no saliera lastimado. Al salir vio unas costas a lo lejos, enfocando la mirada, descubrió el barco de Beidou sin dejar de correr en ningún momento, no se detenía ni un momento a descansar hasta llegar al barco. Gritó que debían marcharse y Beidou se puso en marcha, cuando Arlecchino con Scaramouche llegaron, ya habían comenzado su regreso a Sumeru. Después de unos minutos de zarpar, llevó a Kaveh a su camarote y lo puso sobre la cama, pero rápidamente Al-haitham se quedó dormido arrodillado con la cabeza en la cama, pero sin soltar en ningún momento a Kaveh. Cuando despertó, noto que estaba al lado de Kaveh abrazados con una manta encima, justo Beidou entró para ver si despertó alguno de los dos. Susurrando le comentó:

─¿Estas bien? Ya estamos de camino a Sumeru.

Asintió.

─Gracias Beidou…

Dijo apenas diciendo eso ultimo ya que estaba bastante cansado, apenas soportaba seguir despierto, durmió mientras abrazaba al rubio.

Al-haitham a la mañana siguiente despertó solo, seguía procesando aun todo lo que sucedió en un lapso de veinticuatro horas, pero lo que más le preocupaba era Kaveh. Unos minutos después entró Kaveh por la puerta del camarote y se alegro bastante de ver a Al-haitham despierto. Rápidamente lo abrazó y llenó su cara de besos, apenas dejaba tiempo para dejarle reaccionar o siquiera respirar, el rubio sollozaba de la emoción.

─Kaveh, cariño, ¿estas bien?

─Si, gracias por salvar mi vida.

Este lo abrazó muy fuerte, estaba demasiado feliz para siquiera contenerlo, Al-haitham acariciaba su cabeza mientras estaba él apoyado con su cabeza sobre su pecho.

─Te amo, Kaveh.─dijo en un susurro.

Contesto con un beso leve sobre sus labios, justo puso a Al-haitham algo nervioso ya que lo pillo completamente desprevenido, pero respondió con más besos. Siguieron los besos, mientras se hacían cada vez aun más lentos. Cuando se quedaron sin aliento, se quedaron mirándose, como si sus miradas se quedaran hipnotizadas y necesitaran mirarse cada vez más.

─Gracias por cuidarme.

─Siempre lo haré, Kaveh.

─Aun así, es mejor tu salud que mi bienestar.─dijo mirando el cuerpo de Al-haitham, que estaba todo vendado debido a las heridas.

El viaje de un amor imposible [Kaveh x Al-haitham]Where stories live. Discover now