Contrato de matrimonio con el Señor Jeon (Kookmin) (M-Preg)

Parte 10

A las ocho en punto escucho unos leves golpes en la puerta, siento un hormigueo que recorre todo mi cuerpo, ya está aquí, Hobi sale de la habitación para recibirlo mientras termino de colocarme un poco de perfume y tomo la cartera que Hobi me prestó, es una delicada cartera Prada en color blanco que según mi mejor amigo "complementa el outfit", escucho como Hobi abre la puerta y le pide al Señor Jeon que entre, anuncia que salgo en seguida.

Mi idea no es dejarlo esperar y a pesar de los nervios que siento tomo valor para salir, inhalo y exhalo hasta que me siento un poco mejor, tomo el pomo de la puerta y la abro, veo al señor Jeon sentado sobre el sillón, está de espadas a mi, su espalda es grandísima, Hobi está en el sillón frente a él, en cuanto me vé levanta la mirada y sonríe, el señor Jeon se levanta del sillón y da media vuelta, nuestros ojos se encuentran y veo como levemente baja la mirada y me observa de pies a cabeza con una expresión indescifrable, odio no poder leer sus pensamientos, ¿Me veo mal? ¿Muy exagerado? ¿Gasté mucho dinero? ¡Hay por Dios! ¡¡¡Diga algo o me volveré loco!!!

- No sé si sea el atuendo adecuando...- murmuró llevando mi vista a mi propio cuerpo

- Es tarde, ¿Nos vamos?- also mi mirada, él se da la vuelta y camina hasta la puerta pero no sale, solo se queda bajo el umbral

Volteó a ver a Hobi quien tiene una mirada de molestia en dirección del señor Jeon

- Nos vemos más tarde- anuncio antes de caminar hacia la puerta, Hobi asiente

- Cualquier cosa estoy pendiente del celular- menciona y yo le doy una sonrisa que dice "no me dejes ir, ya me dió miedo"

En cuanto llego al lado del señor Jeon me hace una seña indicando que salga primero, hago una leve reverencia y salgo de mi departamento, él lo hace enseguida, nos encaminamos hasta el elevador sin decir nada, el señor demonio Jeon tiene la mirada al frente y el ceño levemente fruncido, ¿De verdad me veo tan mal? No puedo evitar pensar en eso, su silencio solo demuestra que no voy acorde a la ocasión, estoy seguro que sus padres me verán como un bicho raro que no sabe vestirse, ahora más que nunca estoy seguro que no soy digno de entrar del brazo del señor Jeon, él se ve bien, demasiado bien para mi propia salud mental, lleva un traje completamente negro, pantalón, camisa, saco, corbata, ¿Ya había dicho que el color negro me parece un color aburrido? Bueno pues en él luce sexi, su cabello está amarrado en una colita y eso por alguna razón lo hace ver aun más atractivo, no lleva el arito de metal de siempre, solo un reloj y los anillos de matrimonio y compromiso, bajo mi mirada hasta mis propias manos, es imposible no sentirme vacío, tomo el anillo de matrimonio entre mis dedos y niego, fue un error, un jodido error del cual ya no tengo salida, además me pregunto ¿Por qué el maldito elevador está tardando tanto en bajar?, son solo tres pisos.

Después de unos segundos que parecieron eternos al fin las puertas del elevador se abren, el señor Jeon vuelve a darme el paso primero, es caballeroso, bueno tal vez solo está fingiendo para ir entrando en el papel del esposo enamorado y perfecto, ¿No puede darme un cumplido aunque sea por compromiso? Es un maldito demonio arrogante, me hace sentir horrible y mal vestido, adiós a la poca seguridad que sentí cuando me ví al espejo.

En cuanto salimos del edificio siento el aire golpear mi cuerpo y por instinto me cubro con mis manos, no pensé que haría tanto frío, la flameante camioneta Range Rover del señor Jeon se estaciona frente a nosotros, ya ni siquiera me sorprende que tenga un auto para cada ocasión, el chico del valet parking le entrega las llaves y el demonio le da un billete de 50,000 mil wones, el chico sonríe, le agradece y se retira, yo pienso seriamente en trabajar como valet parking, si todos los clientes son tan generosos como el demonio de mi jefe podré irme a vivir a un departamento en el que no se metan los ratones a mi clóset, o al baño...