CAPÍTULO 32

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Maratón 3/3

Freen que mordía su dedo sensualmente, le dice...

Freen: Bec... No quiero que veas solamente.
Quiero que toques.

Becky: Y no sabes cuánto disfrutaré. (Mordió su labio. Sacó distintas esposas para atarla de pies y manos)
Tú y yo, disfrutaremos como no tienes idea.

Freen: (Miró con sorpresa lo que la castaña tiene en sus manos) Esta noche va a ser, intensa. (Sonrieron mutuamente)

Becky: (Se acercó a su chica y se posiciona sobre ella con las esposas)
Lo siento, mi amor. Pero ahora tú no podrás tocarme. (Mientras separa sus piernas atándola a cada extremo de la cama, al igual que sus brazos)
Y mucho menos verme. (Esta quiso protestar, pero Becky no lo permitió)
Ahora no, bonita. Solo permítete sentir. (Puso la venda)

A la castaña le encanta contemplar el hermoso cuerpo de su Freen.
La volvía loca.
Y aunque quisiera hacerle de todo durante el sexo, quería cuidar ese cuerpo en todos los aspectos.

Estando encima de su chica, comienza a hablarle en un tono sensual, aunque sus palabras fuesen poesía...

Conocer tu cuerpo antes de tocarlo.
Saber que el sexo con una persona a la que realmente deseas se hace lentamente, y cada beso sabe a universo.
Conoce el poder de un susurro, y acariciar con palabras. (Acariciaba su cuerpo lentamente)
Saber que un abrazo no se da solo con el cuerpo. (Agarra el arnés y se lo pone lentamente, y lo lubrica con el gel)
Quien sabe abrazar, sabe dar, sabe besar porque está viva y llena de deseo que se desbordan cada vez que se mueve, que habla o mira. Sabe gozar del silencio, del viento, del tacto. (Se posiciona en medio de las piernas de Freen, agarra el arnés y comienza a rozarlo en la vagina de esta)
Esa mujer tiene las mismas ganas de follar, probar cosas nuevas, bajar la luna sola, sintiendo que no necesita a nadie para ser feliz.
Puedo intuir que ella es de las que pide jugar algo en la cama, la que se pone arriba y marca el ritmo, la que puede apretarte fuerte y dejarte marcada la piel. Ella, al igual que yo, puede ser la que te enseña cómo se juega...

Besa los labios de su chica, y junto a sus labios le dice...

Becky: Te amo, mi niña bonita. (Freen sonrió)

La pelirroja sintió cada palabra.
No sabía que su chica pudiese decirle aquellas palabras.
Palabras que encajan a la perfección con el momento que están compartiendo.

Sentía su pecho inflado de la felicidad al reconocer una vez más a la gran mujer que tiene a su lado.
Y aunque la castaña no pudiera notarlo, los ojos de Freen estaban cristalinos.
Pero de felicidad.

Quiero escuchar tu voz entrecortada con las piernas abiertas, húmeda, caliente, mientras escucho tus gemidos.
Paciente, ver y sentir tu cuerpo lleno de lujuria ardiente.Recorrerlo.
Quiero ser fuego contigo esta noche.
Seamos una en la hoguera.

Follemos como si mañana fuese a morirme.
Follemos contra la nada, contra la soledad, contra la cama.
Ponle tu nombre a estas ganas locas de correrme contigo.

Becky estaba llena de poesía gracias a su madre que le compartió con ella esos conocimientos y libros...
No había prisa.
Quería ir lento. Porque lo que estaba por hacer, lo haría con calma y delicadeza.

B

ecky: (Pasando su lengua por el cuello, deteniéndose en sus senos) Te deseo, te deseo, te deseo mi amor.
¿Te quedo claro o te lo digo al oído mientras te meto dos dedos? A ver si así lo entiendes...

GOTTA BE YOUWhere stories live. Discover now