CAPÍTULO 9

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Maratón 2/3

Freen se limitaba a agarrar fuertemente a la castaña de su cintura. Tenía miedo a caerse.
Cosa que no sucedió. Pues esta condujo prudentemente para que no se asustara.

Al llegar ahí, la pelirroja quedó maravillada por la vista que tenía a su alrededor

La castaña la mira atentamente, mientras se acerca a ella lentamente y rompió el silencio hablándole desde su espalda

Becky: Pensé que después de verte salir así del consultorio, necesitarías estar en un lugar que te genere tranquilidad.

Freen: (Nerviosa por el acercamiento, gira para quedar frente a ella) Me gusta estar rodeada de la naturaleza.
Gracias por traerme aquí. (Sonríe tiernamente de lado)

Becky: Me alegra la idea de conocer algo de ti.
Si bien es cierto que apenas nos estamos conociendo, es agradable saber que de manera inconsciente, te he traído a mi lugar favorito, y te gustara lo que en este se encuentra.

Freen: No quiero sonar prejuiciosa, y que sientas que juzgo apariencias. Pero por la manera en que sueles vestirte, no creí que este tipo de lugares pudiesen gustarte.

Becky: Pues, si suena algo prejuicioso eso, pero no lo tomaré mal dado a tu explicación.
Pero si, me gusta mucho estos lugares también.
Así como puedo estar en la disco bailando, puedo estar en un parque de diversiones jugando en todas las atracciones.
Y aunque no lo parezca, también puedo estar en un museo de arte, estar aquí rodeada de la naturaleza, o en la calma y tranquilidad de mi habitación.

La pelirroja no podía estar más maravillada por escuchar a Becky decir esas cosas, causando una gran curiosidad de cómo realmente es esta chica.
Y agradecida por compartirle algo de su vida.

Freen: Es muy agradable escucharte decir esas cosas.
Lamento sonar prejuiciosa, no era mi intención.
Realmente, agradezco el gesto de que me hayas dicho lo que te gusta.

-Ni siquiera lo planeé, solo nació decirlo (Pensó la castaña)

Comenzaron a recorrer el lugar.
Freen lamentó no saber a qué lugar irían y dejar su cámara para captar esos momentos. Por lo tanto, hizo uso de su teléfono celular para esto

Las horas fueron pasando, pero para ellas se sintió muy rápido.
El estómago de la pelirroja gruñó de hambre. La castaña se limitó a reírse ante el sonido

Becky: Vamos, pequeña gruñona. (La toma del brazo para ir a la moto)

Freen: (Se paralizó ante esa palabra) Becky

Becky: ¿Pasa algo?
Te quedaste ahí, quieta.

Freen: Esa palabra, no trae recuerdos muy agradables para mí.

Becky: ¿Cuál?, ¿Pequeña? (Esta asiente)
Lo siento, no sucederá de nuevo.
Discúlpame.

Freen: (Cabizbaja) No te preocupes. No lo sabías.
Quizás algún día pueda escuchar o permitir que me llamen de esa manera y no me provoque amargas sensaciones. Pero por ahora, eso no sucede.

Becky: (Se acerca y la abraza) Tranquila, bonita.
Paso a paso.
Todo lleva su debido proceso.

Freen sintió latir fuerte su corazón al escuchar nuevamente que la llamó bonita y sonrió ampliamente.

Becky: Vamos. (Rompe el abrazo, pero la toma de su mano)
Tu panza dice que tienes hambre.

Freen se limita a ser guiada por la castaña y partieron de regreso, en busca de un lugar para comer

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