Día 7: Batalla Final [Beso de la vida]

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En el cielo nublado solo se podía visualizar a dos figuras voladoras persiguiéndose, dos agresivos entrenadores se batían en una batalla donde el más mínimo error, significaba la perdición

—¡Colress, ya no tienes a donde huir! ¡Ni siquiera tu máquina especial te librará de esto! —los movimientos veloces de Lack-two sobre su Genesect, le daban una ventaja en velocidad, su adversario podía esquivarlo con curvas muy cerradas que aún no podía controlar a la par.

—¡No me esperaba menos de mi rival! Vamos, incrementa el potencial de tu pokemon, aún tiene mucho más por mostrar —su risa tan risueña irritaba mucho al superintendente, sabía que debía concentrarse en encontrar ese punto ciego que le daría la ventaja definitiva.

En un cambiar inesperado de los giros de Colress, que esperaba confundir a Lack-two no era nada más un signo de que la desesperación estaba consumiendo al científico ya que atenta a su razonamiento lógico y sistemático, solo le basto un par de segundos de atraso en su último giro para iniciar la emboscada.

De entre los árboles, Dewott y los demás pokemon del agente se abalanzaron sobre Colress haciéndole perder el equilibrio, más importante aún, quitándole su artefacto del que estaba tan orgullo, aquel controlador de la voluntad de sus Pokemon. Con giros bruscos se los quitó de encima, pero era demasiado tarde, el invento había caído en manos de Lack-two que lo partió en dos, despertando en él una ira inimaginable.

Pero antes de que pudiera decir algo, su Genesect variocolor empezó a volar de forma errática, en forma de zigzag que el entrenador no pudo seguir el ritmo, hasta que descendió casi tocando suelo para luego elevarse a lo alto de las nubes.

—¡Es tu final, Colress! —gritó Lack-two mientras ascendía en un ángulo de 90 grados, en su mano izquierda tenía preparada una red desplegable eléctrica con la que lo detendría.

Sin embargo, en un momento le pareció ver una sonrisa por parte del rubio, y al llegar a pocos metros cerca de él, lo confirmó. Observó sorprendido como saltó desde lo alto, mirándolo, con una amplia sonrisa.

—¡Admira, el verdadero potencial! ¡Tecno Shock!

El Genesect de Colress cambió de forma, obedeciéndolo, apuntando su cañon muy cerca de su cuerpo.

—E-es imposible...

A lo lejos, el grupo de Holders observaron cómo era disparado una enorme descarga de energía que retumbó en el suelo. El corazón de Whi-two se hundió.

—A-ahí estaba Lack-two... ¡Ahí estaba peleando Lack-two!

—Maldición —gruñó Black, con Reshiram aumentando su velocidad.

[...]

Al llegar, los árboles vuelto cenizas daban un indicio de un mal presagio que los jóvenes entrenadores no querían que se cumpliera.

Whi-two fue la primera en bajar de Reshiram, buscándolo, gritando su nombre, corriendo por todos lados, la zona afectada era inmensa por lo que Black y White se sumaron a ayudar.

—Aquí está... —susurró White, con un tono débil, no quería que su amiga la escuchara, pero fue inútil.

—No.. ¡Lack-two! ¡Lack-two! —se lanzó sobre el cuerpo severamente herido, sus quemaduras se notaban sobre todo su cuerpo, apenas se hallaban rastros de su traje de protección—. Lack-two, ya vinimos, ya estamos aquí...

White quería acercarse a su amiga, seguramente para llevársela, pero Black le indicó con un movimiento de cabeza que no lo hiciera. El dio un par de pasos, cerca del agente para comprobar su estado, colocó sus dedos sobre su yugular, podía sentir un pulso débil, apenas notable.

—Continúa aquí, pero no sé por cuanto tiempo, necesitamos llevarlo.

—P-pero si lo mueven quizás se lastime más, quizás podrían causarle una hemorragia interna... quizás... —lágrimas salían de su ya rostro angustiado.

—Debemos hacerlo, Whi-two —la compasiva mirada de la presidenta, provocó que la más joven fuera a abrazarla mientras gritaba llena de dolor.

—¡E-esto no puede estar pasando! ¡Él no! ¡No quiero perderlo de nuevo! ¡No otra vez!

[...]

El camino de vuelta hacia la ciudad más cerca fue en silencio, Black se aseguró de comprobar los signos vitales, mientras White intentaba calmar a Whi-two sin éxito. Al llegar al hospital más cercano, los doctores y enfermeras se apresuraron en darle atención, fueron unas angustiosas horas donde cada vez que veían pasar a algún galeno le preguntaban sobre su compañero.

—Pueden pasar a verlo, ahora se encuentra estable físicamente pero aún no ha despertado, no sabemos cómo se encuentre su estado mental, o si siquiera despertar.

Una vez le explicó el protocolo para ingresar a cuidados intensivos, el traje especial que debían colocarse y que solo uno debía ir, tanto Black como White decidieron que su amiga vaya a verlo primero, la cual agradeció entre lágrimas de dolor.

Al entrar a la enorme sala y ver a compañero conectado a varias máquinas que tomaban su pulso, con una mascarilla que le brindaba oxígeno, con todas sus heridas ya desinfectadas, ver esa escena le partió el corazón. Se acercó lentamente, estaba ahí, dormido, solo si de solo una siesta se tratase, sentía que en cualquier momento despertaría, como esos momentos de receso en la escuela donde se recostaba a descansar un poco, quiso tomar su mano, pero no pudo.

Ahora más que nunca deseaba volver esos misteriosos ojos carmesí, esos ojos que siempre trató de descubrir todos sus secretos, el pensamiento de no saber si despertaría le hizo dar un grito ahogado, sin sonido.

Pasó su mano sobre su cabello, maltratado por las quemaduras, bajando por sus mejillas, igual de suaves de cuando, hace unas horas había acariciado.

Miró el reloj afuera de la habitación, ya no le quedaba mucho tiempo para que terminará su visita del día, así que, antes de irse e ignorando el protocolo que le habían dicho, se quitó su mascarilla y le retiró por un momento la mascarilla respiratoria de Lack-two, depositando un pequeño beso, del que, al menos esperaba que ayudara en algo, esa idea fantasiosa le hizo reconfortarse un poco.

Solo que, contra todo pronóstico, a unos pasos antes de salir, escuchó una fuerte respiración con un movimiento brusco, que provocó un giró violento en Whi-two.

—¿¡L-Lack-two!?

El chico solo la miraba, respirando con pesadez, con un notable miedo en sus ojos.

—Tú... ¿Quién eres?

Caleidoscopio de besos [Corruptedshipping / Kisspril 2024]Where stories live. Discover now