Día 6: Reconciliación [En la frente]

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Sus pasos eran cautelosos, silenciosos, a pesar de que Gigi, el Pokemon de tipo fuego, iba por delante haciéndole señales para avanzar, no quería cometer ningún error, no iba a desperdiciar la oportunidad que le dio White ayudándola a volverse a infiltrar en la Fragata Plasma, con la misión de rescatar a N.

Al girar en una esquina, unas manos cubrieron su boca y abdomen jalándola justo a tiempo de que unos guardias pasaran por el lugar y la pudieran ver. Su cuerpo temblaba, se arrepentía de haber ido sin tener nociones de combate con un Pokemon que ni es suyo, sus ojos se cerraron esperando lo peor.

—No hagas ruido Whi-two, estaremos bien —susurró una voz familiar, en un inicio no lo había reconocido, era un tono suave, calmado, pero le sonaba de algún lugar—. No te asustes, soy yo.

Una vez que pudo asegurarse que estaban a salvo la soltó, la entrenadora aún asustada se giró retrocediendo un par de pasos para poder ver de quien provenía esa voz.

—¡Hugh! —exclamó sorprendida, a lo que el chico le hizo señas de que no hiciera ruido—. L-lo lamentó —susurró.

—Whi-two, me alegra ver que se encuentras bien —sus manos se posan sobre sus delicados hombros, con una leve sonrisa—. Me informaron que seguramente te habían capturado, ya que tus intenciones no estaban con este nuevo Team Plasma.

Su cuerpo volvió a temblar, su último encuentro fue con la revelación de que era un ex miembro de ese equipo que causó tanto mal en la región, con ideales que parecían honorables pero que por dentro su líder tenía una oscura intención con ello. Cuando se enteró de lo que su pequeña hermana había pasado, de la impotencia que sintió al no poder hacer nada por no ser lo suficientemente fuerte y también el saber porque deseaba tanto hacerse fuerte, el mejor de todos, no era un deseo egoísta, tenía una razón detrás, el devolverle la sonrisa a su hermana.

Haberle ocultado esa verdad cuando él nunca fue malo con ella, incluso dándole consejos en ciertas clases, portándose amable y quizás algo protector, esa mirada llena de odio y esos gritos que tuvo en el puerto se los merecía, después de todo, contribuyó a que ese mal continuara. Pequeñas lágrimas salieron de su rostro, el verlo otra vez después de la última foto mental, en el suelo, herido por protegerla, inconsciente, sin que ella pudiera ayudarlo ya que fue secuestrada, era algo que no podía olvidar, dentro de su culpabilidad pudo sentir un pequeño peso menos al verlo vivo.

—Tranquila, no te pasará nada malo mientras esté aquí —volvió a susurrar, esas fueron las mismas palabras antes de que el caos se desatara. La joven sin saber cómo responder, como actuar, solo se mantuvo en silencio, llorando. La mirada de Hugh cambio de una calmada, a una preocupada—. Tranquila, esto será diferente, lo prometo.

El ver como caían lágrimas lo apresuró a sacar su pañuelo y ayudarla a limpiarse, por dentro sentía una ira inmensa contra sí mismo y contra el Team Plasma, no quiere ni imaginarse si la torturaron o algo peor.

—¿Te hicieron daño los imbéciles de aquí? —la observaba desde varios lados, en busca de algún moretón o algo que le indicara que debía ir a golpear a todos los esbirros.

—No, no te preocupes.

—Si te hicieron algo, dímelo.

—Estoy bien —sonrió levemente, tomando aire—. Siempre te preocupas por mí, a pesar de todo lo que hice.

—Tú no hiciste nada —antes de que Whi-two pudiera responder, continuó—. Yo... Lo que yo hice en el puerto, estaba incorrecto, mi odio me cegó tanto que empecé a desahogarme de esa forma tan horrible con alguien que jamás le hizo daño a nadie.

La entrenadora quedó sorprendida al ver como Hugh se inclina ante ella, en un acto de disculpas.

—Lo siento Whi-two, aquí el idiota soy yo.

Ese tono tan suave para no llamar la atención, esa mirada tan diferente a la de antes, ¿Realmente estaba hablando con Hugh? ¿Dónde estaba ese chico impulsivo lleno de energía?, Tenía muchas dudas que no sabía sin ser respondidas.

Se movilizaron unos metros, ya que los guardias se acercaban, charlaron de lo que habían hecho en la ausencia del otro, con Whi-two enterándose de que el peliazul fue rescatado por uno de los altos miembros del Team Plasma que se oponía a los nuevos ideales y que ahí pudo reflexionar de que estaba en un error encapsulando a todos con un odio desmedido, también conociendo a su madre que le pidió que la buscara. Por su parte Hugh, se enteró de las desventuras que tuvo con el recientemente revelado Superintendente de la Interpol, además de conocer a los Holders que salvaron la región hace dos años.

—¿Te hizo algo ese idiota?

—Su verdadera personalidad está muy lejos de ser un casanova, es más aburrido, pero ya no es molesto —se rio un poco, dibujándole una pequeña sonrisa en Hugh, la charla estaba ayudándola a calmarla.

—Lo importante es que estás a salvo —Whi-two pudo notar como dio un pequeño suspiro de alivio, a lo cual se detuvo en sus pasos.

—Te agradezco por preocuparte por mí —sonrió más, con sus ojos aun brillosos por las ya secas lágrimas, era un retrato hermoso ante la vista del peliazul, pudo recuperar esa linda y sincera sonrisa, una tan suave como cálidos rayos de sol de la mañana, tan apacible.

Dio un par de pasos para depositar un pequeño beso en su frente, quería hacerlo y no iba a ocultarlo; volvió a mirarla, estaba sonrojada y algo nerviosa, se veía linda, quería conservar esa imagen mental, con esa bella sonrisa que lo había cautivado desde el primer día que la vio.

—¡Ahí están! ¡Atrápenlos! —mencionó uno de los miembros acercándole a toda velocidad. Hugh dio un paso frente tomando sus Pokeballs, su mirada agresiva había vuelto.

—¡Los acabaré idiotas!

Bueno, algunas cosas no cambian.

Caleidoscopio de besos [Corruptedshipping / Kisspril 2024]Место, где живут истории. Откройте их для себя