Sentimientos a medianoche - Héctor Fort

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Narrador Omnisciente

Habían pasado 2 semanas desde que Lia despertó, hoy la daban el alta. Durante estas 2 semanas había estado yendo a rehabilitación, y gracias a sus amigos y familia que habían ido a visitarla estaba recuperando poco a poco la memoria.

Ahora Héctor estaba en la cafetería del hospital junto a Marc.

- ¿Cuando vas a dejar de fingir que todo estaba bien entre vosotros y vas a contarla la verdad? -le preguntó Marc

- Hoy, después de llevarla a un lugar especial para ella y contarla un recuerdo muy importante para ella -respondió Héctor

- Eso espero, no puedes aprovechar que ha perdido la memoria para seguir mintiéndola -dijo Marc

•••

Lia

- ¿a dónde me llevas? -pregunte a Héctor ya que todavía no dejábamos de caminar

- A un lugar importante para ti -respondió él

Caminamos hasta llegar a una estación de tren abandonada, donde había un puente sobre las vías, subimos allí y nos sentamos en el borde dejando que nuestras piernas colgaran.

- Hace unos meses me trajiste aquí, y me contaste que solías venir para despejar tu mente cuando necesitabas estar sola. Me contaste que tu padre murió cuando tenías 8 años en un accidente de tráfico, me dijiste que venías aquí para sentirte un poco más cerca de él -me contó y luego se levantó- Sígueme

Me levanté y le seguí hasta dentro de la estación abandonada, allí dentro alumbró con la linterna de su móvil hacia una pared grafiteada

- ¿lo hice yo? -pregunte admirando el graffiti donde había pintados un hombre y una niña de espaldas andando sobre un camino dentro de un corazón con alas

- Si, es increíble -dijo y yo asentí

Me quedé observando el graffiti y por mi mente pasaron algunos pequeños recuerdos con mi padre que me hicieron sonreír con nostalgia.

- ¿recuerdas algo? -me preguntó y yo asentí

Después de eso volvimos a sentarnos en el puente.

- Ahora lo último que tengo que decirte es cómo sucedió tu accidente -dijo y yo le mire con curiosidad- Me viste besando a otra chica, te enfadaste y dijiste que no querías volver a verme y que me olvidara de ti, saliste de la discoteca y yo fui detrás de ti pero te subiste a tu coche y aceleraste yéndote de ahí. Y a todas horas me echo la culpa de tu accidente, si no hubiese sido por mi culpa tú te habrías quedado en la fiesta y no te habría pasado nada

- ¿Me pusiste los cuernos? -dije mirándole con decepción y él asintió apenado

Dentro de mi algo se rompió y deseaba verle lejos de mí, quería gritarle, quería echarle cosas en cara pero no recordaba que debía de echarle en cara. Algo dentro de mi quería irse de allí, quería llorar. Pero no podía

- Lo mejor será que suceda lo que te dije aquella noche -dije- Quizás el destino quería que borrase todos los recuerdos que tenía contigo y esa fue la única forma -dije con frialdad mientras me levantaba- No me busques más

Y tras decir eso me fui, dejándole ahí, comencé a caminar de vuelta a la masía mientras las lágrimas caían por mi rostro.

Mi alma se había roto, los que esta noche lloraban por Héctor era mi alma y mi corazón, ambos rotos y decepcionados.

¿Alguna vez has tenido que decir adiós a alguien pero dentro de ti sentías una voz que lloraba
gritando quédate? Así me sentía en ese momento