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Después de despertar de mi siesta reparadora fui a la habitación de Héctor, ya que me aburría y Mónica estaba dormida. Llame a la puerta y a los pocos segundos me abrió Héctor.

- Hola -sonreí- ¿Estás haciendo algo?

- Hola. No, acabo de llegar de entrenar, pasa -dijo haciéndose a un lado para que entrase, después cerró la puerta

- ¿Qué tal el entreno? -pregunte

- Bien, pero estoy agotado, me duele todo -dijo tirándose en su cama

- ¿Quieres que te de un masaje? No se me da nada mal -pregunte

- Uf si, por favor -dijo levantándose de la cama

Se quitó la camiseta, puso música y después se tumbó boca abajo en la cama.
Yo me quité las zapatillas y me subí a la cama sentándome encima de él, después comencé a hacerle el masaje.

- ¿y tú qué tal tu siesta? -me preguntó

- Muy bien, me desperté hace poco -respondí

- ¿Y cómo es que has venido a verme? -preguntó

- Me aburría y Mónica estaba dormida, así qué que mejor que venir a estar contigo -dije

- Si es que ya sabía yo que no puedes estar sin mí -bromeó y yo reí

Cuando termine de hacerle el masaje a él le hacía ilusión hacerme uno a mi, así que cambiamos de posición y ahora él comenzó a hacerme el masaje

La verdad que se le daba muy bien, me estaba relajando mucho.

- Se te da tan bien que igual me quedo dormida otra vez -dije

- No hombre, tampoco te duermas. Si te duermes paro, eh -dijo y yo reí

Después de unos minutos dándome un masaje Héctor pasó su dedo desde mi cuello hasta el elástico de mi pantalón recorriendo mi espalda lentamente provocando que mi piel se erice y poniéndome nerviosa, él soltó una risita y comenzó a dejar besos por mi espalda.

La música de fondo hacía que el momento fuese aún más sensual, ya que estaba sonando 'La paso cabron' de Trap Capos.

Si estoy sucediese hace unos meses probablemente le cruzaría la cara y me iría, pero ahora tenía la necesidad de continuar

- Bonitos lunares -murmuró en mi oído y después beso mi cuello causando un suspiro de mi parte, que provocó que él sonriera en mi cuello.

El cuello era mi punto débil, y al parecer ahora Héctor lo había descubierto.

Me dio un último beso en el cuello y luego se separó y se levantó para ponerse la camiseta.

- ¿Quieres ver una película? -preguntó mientras encendía la televisión

- ¿La puedo elegir yo? -pregunte sentándome en la cama y el asintió

Después se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros y me dio el mando de la televisión.
Yo apoyé mi cabeza en su hombro y puse una película de acción.

A los 20 minutos entraron Lamine y Marc a la habitación buscando a Héctor.

- Héctor, tío, ¿te vienes a echarnos unas partidas al fifa con Pau? -preguntó- Uy, hola Lia

- Anda, por eso no contestaba las llamadas y los mensajes -dijo Lamine

- Se lo deben de haber estado pasando genial los dos aquí solos -dijo Marc

- Pues si, nos lo hemos pasado genial -bromee

- ¿Venís a jugar? -preguntó Lamine

- Ahora vamos -dijo Héctor apagando la televisión y ellos asintieron saliendo de saliendo de la habitación

- Así que te lo has pasado genial, eh -dijo con una sonrisa burlona mientras nos levantábamos de la cama

- Puede ser -dije encogiéndome de hombros

- Ya lo sabía yo, si es que mis masajes son de otro rollo -dijo

- Y tanto.. -murmure y él rió

- Te ha gustado, eh -dijo y yo puse los ojos en blanco- eso es que si, pero no quieres admitirlo

- Luego se te sube el ego a las nubes -dije y el rió

- Si si, lo que tú digas. Anda vamos -dijo detrás de mí agarrándome por la cintura mientras salíamos de la habitación

Antes de soltar mi cintura para cerrar la puerta dejó un beso en mi cuello, para después separarse de mí con una sonrisa burlona y cerrar la puerta.

Después fuimos a la sala de juegos donde ya estaban los chicos jugando al fifa.

- Joder, por qué no tardáis más -dijo Lamine

- Déjales, estarían echando un rapidín -dijo Marc

- Bueno bueno, no os paséis -dije

- Tampoco hemos tardado tanto, que exagerados sois -dijo Héctor

- Lo que tú digas. Oye, ¿este viernes queréis salir de fiesta? -preguntó Marc

- Vale -dijimos ambos

- Mónica también va, la idea fue suya -dijo Marc

- Mucho tiempo pasáis vosotros dos juntos, eh -dije alzando mis cejas con una sonrisa pícara

- Como Héctor y tu -dijo guiñándome un ojo

Sentimientos a medianoche - Héctor Fort Where stories live. Discover now