8. Cuando te conocí

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Era una tarde muy cálida en aquel barrio bajo de la ciudad. Cuando por las calles corria un joven bastante agitado con el cabello rubio alborotado, detrás de él iban xuatro pandilleros que querían atraparlo. 

—¡Vuelve aquí maldito oxigenado! —Gritó el líder de los delincuentes.

El rubio siguió corriendo, buscando salir de ese barrio de mala muerte. Sus piernas ya no estaban soportando tanto correr y temía caer en cualquier momento, y más con esas calles llenas de baches, grietas por árboles y plantas que sabrá Dios como nacen en las banquetas, y topes mal echos.

Aumque por una vuelta en una esquina, logro perdernos. Pero mientras miraba atrás, no noto a la chica que caminaba en contrasentido a èl. Por lo que ambos chocaron, y la joven cayó al piso.

—¡Oyeme estupido! —le reclama mientras se pone de pie—. ¡Fíjate por donde vas que la calle no es para correr como loco!

La chiva estaba muy molesta, aumque no era por el choque. Había tenido un día bastante pesado y esto era la gota que colmo el vaso.
Pero dicha actitud también le molestó al chico.

—¡Fíjate tu! —Exclama mientras se sacude la ropa como si aquella chica lo hubiese ensuciado al chocar con él—. Vaya actitud. Aunque qué se puede esperar de la gente que vive en este tipo de lugares.

—Eh.

Ella lo analizo y se percato de que el chico vestía ropa costosa, al igual que la mochila que traía que era de marca. Sin duda era de dinero, ¿Pero que hacía en ese barrio?

—Pero se puede saber ¿por qué estabas corriendo? —Prwgunta curiosa.

Él estaba dudando si seguir hablando con la joven, hasta que escucho a los pandilleros que lo estaban siguiendo.

—¡Al fin te encontramos! —Gritó el líder.

El chico dio un salto por el susto y se escondió dereas de la chica.

—Ah ya veo porque. —Susurra ls chica como si nada.

—Ahora si, danos tus cosas —Exigió el líder.

El chico se aferro a la chica muerto de miedo.  Ellos sólo se le quedaron viendo a la joven.

—Hola causas. —Saludo esta para disipar la tencion—. Si les agradecería si dejan a mi amigo en paz.

Ellos la ven en silencio para luego verse entre y soltar unas fuertes carcajadas como focas retrasadas.

—Jaja que tierno.

—El idiota cree que una enana lo va a proteger.

Ella Gruñe molesta.

—Uy, la chiquilla va a sacar sus garitas jajaja

Y así siguieron molestando a la chica, hasta que esta se artó.

—Wawa. Agarrame esto. —Dice para darle al rubio la bolsa que traía con Sigo, para caminar a paso firme hasta los pandilleros—. Ahora si. Les haré saber quien es Perú.

Recuerdo | ( USA x Perú Fem) | CountryhumansWhere stories live. Discover now