3. Al final del día

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USA sacudió su cabeza para salir de aquel trance. Había sentido algo extraño ¿quizás un deja vu? Sintio una ligera punzada en su corazón. ¿Que le ocurria? ¿Porque una simple mirada de una simple desconocida lo aturdia de esa forma?

Cuando reacciono, ella tenía la bandeja en manos u de la acerco. Su mirada era seria pero más relajada.

—Entonces ¿va a comer? —Pregunta.

—Si. —Responde seco.

Toma la comida y la come de forma robotica: como si su cuerpo actuará, mientras su mente aún fivagaba en la sensación que la mirada de la chica le provoco.

Ambos estuvieron en silencio por un buen rato, el ambiente se sentía tenso y algo incómodo. Luego de que USA tomara su nedicamento, ella tomó la bandeja con la vajilla ya vacía y se dispuso a retirarse.

—Que descanse. —Dice en in susurro antes de cerrar la puerta del cuarto.

Él no dijo nada, se quedó inmóvil un buen rato, se sentía extrañamente nostálgico. Pero no, no debía ser nada. Sacudió su cabeza y se golpeó así mismo con molestia.

—No te dejes engañar. —se regaño—. Será mejor que haga que relájate renuncie lo antes posible.

[...]

La noche había caído ya. Mientras Usper caminaba por los pasillos con curiosidad, la arquitectura del lugar no dejaba de asombrarla. No tardaría mucho para que la señorita Ucranadá volviera, por lo que al haber terminado ya sus deberes, solo le quedaba esperarla.

Entre los pasillos. Llamo su atención una puerta que estaba muy alejada de todp. Supuso que sería algún cuarto privado y ante todo ella sabía que no debia meterse en problemas por andar entrando a lugares privados.

Siguió caminando y por una ventana vio a un hombre de avanzada edad regando las plantas del gran jardín. Seguro era el jardinero.

—¡He vuelto! —se escucho la abimada voz de Ucranadá por el vestíbulo.

Usper corrió para recibirla.

—Hola señorita. Me alegra verla. —Usper le sonrió.

—Hola Usper. Li mismo digo, espero y todo haya ido bien. —Ucranadá la saludo feliz.

—Eh si. —Usper se rasco la nuca—. Puede que solo discutieron un picó con su tío, pero logre que comiera y tomara sus medicamentos.

—Eso es bueno.

Ucranadá sonrió pero noto que la ropa de Usper estaba manchada de café.

—¿Y eso? —Preguntó señalando su ropa.

—Oh. Digamos que lo hice enojar y él me arrojo la jarra de café.

Ucranadá se sorprendió un picó, aunque ya esperaba eso se sintió apenada por Usper, le parecía una chica tan dulce y amable, temía que el comportamiento de su tío la asustara.

—Perdon por eso. Si gustas puedo regalarte ropa limpia. —Ucranadá fijo con pena.

—No se preocupe señorita. Me he ensuciado de peores formas. —Usper trato de animarla.

—Espero y esto no te haga renunciar. Sé que él puede ser difícil pero...

—Descuide. Crecí con una familia de carácter complicado así que esto no es nuevo.

Los ojos de la rubia se iluminaron y la abrazo bonita emoción.

—¡Gracias! —Exclamó pero al darse cuenta que estaba rompiendo su postura la soltó y volvió a pararse con retitud—. Jeje Perdona. Fue la emoción.

—No se preocupe señorita.

—Por favor, solo dime Ucranadá. —le insistió.

—Bien.

Afuera de la casa se escucho un auto y Usper supo que ya debia irse. Así que se despidió. Tono su bolsa y salió.

Afuera, su prometido la esperaba. Ella le dio un cálido beso y entre bromas subieron al auto para irse del lugar.

Desde el piso de arriba, USA los observaba con curiosidad, a.bos jóvenes poseían una vibra que le resultaba "familiar".

[...]

—¿Cómo te fue en tu primer día, linda?

Usper suspiró.

—Fue algo... interesante.

—¿Cómo? —él preguntó sin entender.

—Solo digamos que la actitud del señor USA es extraña. Pero logre que comiera.

—Si se ve que es un amargado. —él rió.

—Si. Aunque me pregunto ¿que lo habrá llevado a ser así? —ella miró el cielo por la ventana del auto.

—Si lo llegas a descubrir, ahí te encargo el chisme.

Ella lo volteo a ver seria.

—¿Es enserió? —suspira—. Tú nunca cambiaras.

—¿Que? Así me conociste y así te enamoraste, ahora te aguantas.

Le sonríe con superioridad a lo que ella solo rueda los ojos hasta que recuerda algo que ls hace dibujar una sonrisa de maldad.

—Ahora que recuerdo, en la mañana me dijiste mamona ¿no?

Él abre sus ojos con sorpresa y la ve con miedo.

—N-no sé de que me hablas. —Tartamudeo.

—Claro que lo sabes. Asi que espeta a llegar a la casa. —Dice molesta.

—¿Y si pido perdón me dejas al menos conservar mi alma?

—Lo siento, pero de esta no dales vivo, Rume.

Él solo trago saliva y pensó en como sobrevivir a ella.

[...]

USA estaba sentado en una silla junto a la ventana mientras sostenía algo entre sus manos. Cuando escucho la puerta abrirse y escondió sus manos con el objeto bajo su abrigo.

—Tío. Ya d3be cenar. —Ucranadá entro con una bandeja de comida—. ¿Que tiene ahí?

Señala sus manos que estaban ocultas en su abrigo a la altura de su estómago.

—Nada, es solo que creo que me duele el estomago. ¿Porque no me traes algo para el dolor? —Hablo serio.

Su sobrina asintió y salió dejandolo solo.

USA aprovecho para ver aquel objeto antes de guardarlo. Era una foto sobre un marco de madera sobre la que se apreciaba a una joven de cabellera negra y ondulada, de ojos marrones miel, su piel era morena. Una joven realmente linda que luvia un vestido rojo con una mirada dulce.

Él avaricio la foto y un susurro inaudible se escapa de sus labios, uno que reflejaba una tristeza que llevaba años tratando de ocultar, acompañada de culpa y odio hacia sí mismo.

—Honey.



Continuará...

Recuerdo | ( USA x Perú Fem) | CountryhumansWhere stories live. Discover now