1. Nuevo trabajo

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Se solicita cuidadora.
Horario: ****
Paga: ***
Interesados favor de llamar al **********

—¿Que te parece? —pregunta una chica mientras le muestra el bolante a su prometido.

—Me parece bien. Digo. La paga es buena y no piden muchos requisitos —Responde mientras le da un sorbo a su café.

—Si, es demasiado bueno para ser verdad. —ella ve el papel con duda—. No sé si llamar...

—Hazlo, no pierdes nada con intentarlo. —le sonríe.

Ella asiente.

—Si, tienes razón. Además, hay que ahorrar para la boda.

—Bien. Ya debo irme al trabajo o me correrán.

—Pero si trabajas con tus padres. Además, tu papá es el rey de la impuntualidad. —ríe

—Si pero llegar antes que él y decirle: "¿Que bonito? Mire que horas son estas de llegar", no tiene precio.

Ella suelta una carcajada.

—Si mejor vete ya. Saluda a mis duegritos por fa'

Le da un beso y él se va. Dejándola sola. Miro aquel papel antes de decidit marcar.

[...]

—Que bueno que si te contrataron. —su prometido conducía mientras ella jugueteaba con sus dedos mas quenegviosa.

—Si. Pero parece que serán muy estrictos.

—Te irá bien.

—Te vez muy seguro.

—Claro. Eres buena en todo lo que te propones. Sino que a mi jefe se le pierda su traje de gala.

Ella ríe, sabiendo que aquel traje era algo que su suegro cuidaba como a su vida.

—Recuerda que mi mamá odiaba que juraras por otros.

—A tu mamá todo le molestaba. No por nada siempre terminaba peleando con mi papà. —se rie—. Eran igual de tercos.

Ella solo sonríe para ver por la ventana del auto. Su madre. Aquella gran mujer a la que siempre admiro, recordarla era una mezcla de emociones para ella, de verdad la extrañaba, pero le alegraba en cierta forma saber que ella había vivido feliz sus últimos días y que no la había dejado sola. Tenía a aquellos que su madre consideró hermanos; pues ella había sido huérfana. Ella los quería como sus tíos, hasta que terminó enamorándose del hijo de uno de ellos. Los padres de ambos casi se infartan pero al no ser parientes, los dejaron seguir juntos.

—¿En que piensas linda? —la voz de su prometido la regreso a la realidad.

—Oh, nada. Solo recordé a mamá.

—Hmm. Ya veo. ¿Recuerdas cuando supo lo de nuestro noviazgo? —sonríe divertido.

—Si. Casi te mata con un acha. —ella rie.

—Por suerte papá me defendió, pero luego me amenazó diciéndome. "Más te vale que si dures con ella, porque la madrisa que la loca me puso no será en vano. Y si no, pues yo te daré una igual".

—Ay mi suegrito, por eso lo quiero. —se ríe.

—A veces siento que te quiere más que a mi. —dice indignado—. Seguro si por él fuera te heredaba todo.

—Ya relájate. —sonríe divertida—. ¡Ojalá. Ya llegamos!

Se detienen frente a una mansión.

—Bien. Vendré por ti en la noche, suerte.

—Gracias amor.

Ella le da un dulce beso antes de bajar del auto y admirar la mansión. Era más grande y lujosa de lo que esperaba.

—Tramquila ¿si? Tú puedes. —se animo a sí misma antes de tocar la puerta.

Esta fue abierta por una joven rubia de ojos verdes que la recibió con amabilidad.

—Hola. ¿Usted es la señorita Ucranadá?

—Si soy yo. ¿eres la chica del trabajo? —pregunta la rubía.

Ella asiente y la rubia la invita a pasar. Explicándole en aue consistía el trabajo.

—Deberás cuidar de mi tío, es un hombre muy difícil de tratar y al estar enfermo alguien debe vigilarlo para que coma bien y tome sus medicamentos. Según tu expediente, haz sido voluntaria en hospitales y albergues, así que quizás no sea gran cosa esto. Y con respecto a la limpieza, de eso se encarga el personal.

—De acuerdo. Prometo dar lo mejor de mi señorita.

—Gracias. Yo vendre cuando tu turno este por acabar. —la ve con pena y se acerca a ella, tomándola de las manos—. Mi tío es alguien frío y a veces algo grosero. Por favor soporta su carácter, me es difícil buscar a cada rato alguien que se encargue de él. Solo yo lo tolero pero mi trabajo no me permite estar durante el día. Por favor no te vayas...

La rubia se veía realmente desesperada.

—Haré lo que pueda.

—Gracias. Cualquier cosa no dudes en llamarme.

Siguió dándole más detalles hasta que Ucranadá tuvo que irse. Ella por su parte preparo el desayuno que se le indicó, para llevárselo al tío de la rubia.

Camino hasta llegar a la puerta del dormitorio de este y tocar.

—¿Que quieren? —respondió una voz de mala gana.

—Le traigo su desayuno. —entra al cuarto con la bandeja que tenía huevo con tocino, jugo de naranja y café con galletas.

Ella vio a un hombre de unos aproximados 50 años que se veía más acabado, su cabello rubio ya algo canoso, con grandes ojeras en aquel inexpresivo rostro, con unos ojos azules que alguna vez tuvieron brillo pero ahora se sentía como si reflejarán lo vacía que estaba su alma.

—Supongo que eres la nueva ¿no? —dijo sin dejar de ver su periódico.

—Si señor USA. Me llamo.

Él la interrumpe.

—Me da igual cual sea tu nombre. Solo deja eso y lárgate. —ordena sin mirarla.

Ella se indigno internamente por aquella actitud tan grosera. Si no fuera porque le estaban pagando. Le habría aventado la bandeja con todo y comida a la cara. Así que se contuvo y le dejo el desayuno para luego retirarse.

Una vez aquel hombre escucho la puerta cerrarse, él miró de reojo la comida y siguió leyendo.

[...]

—Perdona su actitud.  Mi tio USA odia que alguien lo cuide, es muy orgulloso y eso lo hace sentir como que lo tratamos como a una carga. —explicó Ucranadá desde el otro lado de la llamada.

—Si no se preocupe. ¿Pero que hago si se niega a comer?

—Bueno... trata de herir su ego. Eso siempre funciona.

—¿Herir su ego?. —una sonrisa se dibujo en su rostro.

Si algo sabía hacer era eso, su madre lo hacía muy a menudo con sus hermanos.

—Bien, lo tomaré en cuenta señorita Ucranadá.

—Solo dime Ucranadá ¿si?. No me gusta ser tan formal.

—Claro seño-. Eh, digo. Ucranadá.

—Jeje. Por cierto. Por las prisas olvidé tu nombre. ¿Cuál dijiste que era? —pregunta apenada.

—Me llamo Usper.


Continuará...

Recuerdo | ( USA x Perú Fem) | CountryhumansWo Geschichten leben. Entdecke jetzt