♔ Capítulo XI ♔

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—La FES no le rinde cuentas a nadie, no sigue reglas o protocolos de ninguna de las otras fuerzas militares del mundo. —avisa Ally sirviendo un vaso con jugo. —Nosotros somos como mercenarios o justicieros qué acaban con lo más cruel del mundo oscuro, pero eso no nos hace reyes o personas buenas. 

Asiento. 

—Lo sé. 

—Katrina, nosotros no tenemos miedo a quitar vidas si de proteger nuestra familia se trata. Nosotros estamos de la mano de Boss porque a pesar de que tu familia es una de las familias de mafia más temidas, tiene códigos de ética. Como no tocar niños, ni trata de personas. Aun así repito, eso no nos hace buenos. 

—¿Me dices esto por qué? 

—Siento que tus padres intentan mantenerlos lejos de su mundo, pero los dejaron vulnerables al futuro. —sube los hombros. —Hablemos de Alice y Máximo, la pelirroja es hija de Alice y Harry los escoltas más importantes y reconocidos en la historia, ambos fieles seguidores de tu madre al punto de que murieron por ella. ¿Crees que Alice tiene alguna posibilidad de sobrevivir si le rompen la burbuja en la que la educaron? 

—No. 

—Luego está Máximo igual de noble y débil qué su madre. Porque lastimosamente en Dusmurk ser una buena persona te hace débil. 

Nos acomodamos en los sillones qué dan al jardín y continuó observando a la mujer que parece saber todo sobre mi familia. 

—Los gemelos, a pesar de ser los menores siento que actúan como los mayores. El de Italia decidió tomar su destino en las manos y prepararse para dominar —sonríe de lado. —. Y él de aquí me da miedo, si soy sincera siento que es demasiado parecido a tu abuelo Bernardo. Con apariencia tranquila y pasiva, pero dispuesto a acabar con lo que se le atraviese en el camino. 

—¿Cómo sabes tanto de mi familia? 

—Stefano era mi padre. —confiesa. —Era el hacker de confianza de la Queen hasta que tu padre lo exilió de Dusmurk. 

Recuerdo la historia en los diarios de mi bisabuela, mi madre dormía con el rubio sexy que la acompañaba a todos lados, quien junto a Camil, Alice y Harry eran sus personas de confianza. 

—¿Y te contó todo esto por? 

—Porque sabía que el mundo del que viene no sería fácil de soltar. Prefería que yo estuviera preparada y no me tomarán por sorpresa si algún día quisieran lastimarme. —suspira. —Así que decidí ser sargento en la FES y ser letal. 

—Cuéntame de ti, Ally. 

—Mi vida la he dedicado a la FES, allí conocí a los que ahora son mi familia ya que quede huérfana muy joven. —me da una mirada fija. —Me enamore de Emiliano y nos comprometimos, el plan era casarnos y luego irnos lejos y vivir una vida feliz, pero obvio eso no sucedió. 

—¿Por qué? Eres jodidamente perfecta, guapa, inteligente, letal. —Soy sincera. 

—Porque nada de eso importa cuando él está enamorado de otra. 

Su confesión me da un golpe en el pecho y la extraña sensación de molestia y dolor se mezclan en mi interior. 

—¿De quién? 

Ella ríe negando. 

—De alguien que conoció en su país, alguien capaz de hacerlo cambiar de ánimo en un segundo. Alguien a quien nunca deja de ver o pensar incluso cuando están lejos, el gran amor de su vida. 

—¿Él te lo dijo? 

—No necesita decirlo, lo note en sus ojos cuando…. —suspira. —Cuando renunció a su carrera de coronel y desapareció sin más. 

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