ZAKHAROVA

♔ Capítulo X ♔

KATRINA. 

—Por ahora prefiero quedarme en mi casa. 

—Está también es tu casa Katrina, espero que lo entiendas y cuídate mucho. 

—Lo sé Alice. Cuídate. 

Cuelgo la llamada y me muevo a la sala donde me encuentro a los hombres de Emiliano en completo silencio mientras él grita en la oficina del lado. 

—¡Ese simple error como le dices pudo costar la vida de mi hermano! —grita. —¡Me vale una mierda, la vida de mi hermano es más importante que todo este puto país!

Busco un lugar junto a Liam y susurro mientras continuamos escuchando los gritos de Dashiell. 

—¿Está confirmado? —pregunto a Liam. 

—Sí. —susurra. —Fue Lombardi. 

Me abrazo a mi misma cuando recuerdo las imágenes de mi mejor amiga y su prometido hace media hora en la habitación de arriba. Cuando el vehículo explotó ambos estaban a unos metros del auto, por suerte solo recibieron quemaduras leves tratables a diferencia del chico que encendió el vehículo quien murió en la explosión. 

Italia tomo el control de la situación y a pesar de sus heridas protegió y tranquilizó a su prometido quien sufrió un colapso nervioso a tal punto de que solo con calmantes logramos que se calmara. 

—Ambos están durmiendo en este momento por la medicina, tendrán que llevar esas vendas por varias semanas hasta que su piel sane. —avisa Damon bajando las escaleras. 

—Las asistentes de la casa están limpiando la casa. —avisa Ally. 

—Es una suerte que Dinah se llevará a Aleska con el General y su esposa. Este lugar no es bueno para la niña en estas condiciones. 

El comentario de Damon me da una punzada en el pecho por tener que alejar a mi bebé nuevamente de mí, pero no dudo que es lo mejor para ella en este momento. Aleksander y Ciara la cuidaran muy bien mientras se calma todo aquí. 

—¡Jódete maldito hijo de puta! —El grito de Dashiell nos silencia a todos. 

Me levanto dispuesta a buscar a Dashiell luego de escuchar como los cristales se rompen en la oficina cerrada. 

—No. —pide Liam. —Cuando esta así no es bueno molestarlo 

—Necesita saber que estamos aquí. —susurro. 

—Él prefiere pasar sólo estos momentos cuando se calme nos buscará. —habla Ally. 

Camino hacia el estudio pero Damon me detiene negando con la cabeza. 

Sé que ellos lo conocen mejor que yo pero no me importa sus advertencias y aun así entro cerrando la puerta tras de mí. 

Dashiell tiene la oficina hecha una porquería con documentos y jarrones por el suelo al igual que el teléfono que acaba de romperse contra la pared. 

—¡Largo! —sube la voz sin mirarme, se mantiene con las manos contra el escritorio dándome la espalda. 

—Damon curó a Italia y a Emilio. —me acerco. —Y ahora parece que alguien debe cuidar de ti.

Sus manos sangran como si hubiese roto un vaso entre sus palmas. Intento tocarlo pero se aparta sin darme una sola mirada.

—Vete, Katrina. —habla firme. 

—No. 

—Vete. 

Camina lejos e intenta abrir la puerta para mi pero lo detengo atrapandolo entre la madera y mi cuerpo.