- ¿En serio me has pedido el divorcio por él? - dice quitándose las gafas en cuanto llegamos junto a ella. - Es asqueroso - escupe mirándome con mucho desprecio.

- No te voy a permitir que hables así de Taehyung - gruñe.

- No puedes haber caído más bajo, Jungkook - le dice con cierta sorna. - De todas maneras, no estoy aquí para hablar de con quién te acuestas. Necesito hablar contigo de algo importante - le dice agarrándole del brazo. - En privado - añade al ver que seguimos cogidos de la mano.

- Lo que tengas que decirme, hazlo delante de Tae también. No tengo ningún secreto con él - dice no dejándose arrastrar por ella.

- Créeme, este secreto, no vas a querer que él lo sepa - sisea, venenosa.

Puedo sentir su rabia, su ira. Su desprecio hacia mi persona la consume. No hay una sola molécula en todo su cuerpo que indique que está enamorada de Jungkook. Ahora mismo es un salvavidas al que quiere aferrarse con su último aliento. Entonces lo veo. Hay una luz diminuta en su interior, que brilla en contraste con su negra alma. Es una luz tintineante. Como la de una estrella en la negrura del cielo nocturno. Y esa luz es su única alegría. Pero quiere protegerla, que nunca se apague, y para eso, necesita a Jungkook.

- Estás embarazada - susurro.

Jungkook gira el cuello de tal manera para mirarme, que hasta a mi me duele el latigazo.

- No puede ser... - dice volviendo a mirar con terror a Lisa.

- Es... es impo... sible - Lisa está en shock. - Nadie lo sabe. No se lo he contado a nadie - habla, pero es incapaz de parpadear.

- Tae, yo no... - Jungkook intenta explicarse, pero no es necesario que lo haga, pues yo ya se la verdad.

Antes de que ella empiece a soltar el discurso tan bien ensayado que traía, la interrumpo.

- Lo sé Jungkook. El bebé no es tuyo - le digo y suspira aliviado.

- ¡Claro que es suyo! - me grita histérica y la gente que pulula por la recepción, empieza a mirarnos, haciendo la situación aún más incómoda.

- Lisa, los tres aquí sabemos que el bebé que esperas, no es de Jungkook. Lleváis años sin mantener relaciones sexuales.

- ¿Y eso te lo ha dicho él? - gruñe bajito, porque no quiere seguir siendo el centro de atención, pero está rabiosa.

- No, me lo estás diciendo tú - le digo calmado.

- ¿Qué coño estás diciendo? - no entiende nada de lo que estoy diciendo y eso la enfurece aún más.

- Soy psíquico - confieso y Jungkook me agarra la mano aún con más fuerza.

- ¿Pero qué locura es esta? ¿De verdad piensas que me voy a creer esta mierda? - suelta enloquecida. - ¿Cómo te has enterado? Dímelo - me agarra por los hombros y Jungkook me la quita de encima.

- ¡Lisa! Compórtate - le pide.

- Él te quiere - le digo y me mira como si fuese un extraterrestre. - Lo ha hecho durante todos estos años. Pero no se atreve a pedirte más, porque cree que no es suficiente para ti y no quiere ser tu vergüenza. Pero es el indicado, Lisa. Es un buen hombre, que haría los que fuese por ti. Como seguir a tu lado en la sombra, viendo como te ibas cada día a casa con Jungkook...

- ¡Cállate! - me grita.

- No es militar, no tiene un trabajo prestigioso. Nunca podrá llevarte a grandes eventos ni a fiestas pomposas. No podrá pasearte en un coche lujoso, ni pagar un restaurante con estrellas Michelín, pero es honrado. Y es un maestro muy respetado a quien sus alumnos adoran. Será un padre maravilloso. No le prives de este bebé que está en camino - le ruego. - Está completamente enamorado de ti.

Es entonces cuando veo caer su primera lágrima. Por instinto, abraza su abdomen en un intento de aliviar la pena que siente y que no afecte a la pequeña vida que crece en su interior. Y me da una tristeza infinita. Me acerco a ella y despacio, le doy un abrazo porque creo que es lo que necesita en este momento, aunque tengo miedo de que me suelte una bofetada. Pero no me aparta. Es más, se agarra a mí, con fuerza y entonces llora con congoja. Despacio acaricio su espalda, intentando darle consuelo.

- No llores - le ruego. - Tu... ¿quieres saber el sexo del bebé? - le pregunto.

Lisa me mira con extrañeza. Sus ojos, inundados en lágrimas, están abiertos, pero puedo ver que poco a poco empieza a creer en mi poder.

- ¿Realmente lo sabes? - susurra.

- Sí - sonrío en pequeñito porque sé que va a volverse loca.

- ¿Está bien? - traga nerviosa.

- Está perfectamente. Va a nacer y va a ser... - dudo porque no quiero revelar demasiado.

- Quiero que me lo digas- sonríe y ese pequeño gesto me agrada.

- Es una niña - le devuelvo la sonrisa.

- Oh... - llora de nuevo, pero esta vez, de alegría. - Mi niña - abraza su tripa con ternura.

- Felicidades, Lisa - Jungkook acaricia su hombro con cariño.

- No le prives del amor que su padre tiene para ella. De verdad, ese hombre tiene tanto amor por ti, que va a volverse loco de alegría cuando le digas que estás embarazada - le digo con vehemencia. - Vais a ser muy felices, Lisa. Tienes que creerme.

- Te creo, Taehyung - me dice.

Los tres nos quedamos en silencio, mirándonos tras este extraño momento que acabamos de vivir. Jungkook coloca su mano en mi espalda y me acaricia. Y entonces Lisa se ríe. Empieza siento algo tímido, pero termina riendo con ganas, y su risa es tan contagiosa que los tres acabamos compartiendo su alegría.

- Ven a desayunar con nosotros. Nuestra familia nos está esperando. Todos se alegrarán al conocer la noticia - la invita Jungkook y yo asiento.

- Os lo agradezco, pero necesito ir a buscar a alguien - sonríe mientras se pone de nuevo las gafas de sol. - Gracias Taehyung. Perdóname por haber sido una perra contigo. Eres un ser maravilloso - me agarra con una mano y con la otra, la de Jungkook. - Jungkook, cuida de él. Es extraordinario. Ahora entiendo porqué le amas tanto.

- Va a ir todo genial, pero mantennos informados - le ruego.

- Cuenta con ello. ¡Que seáis muy felices, chicos! - nos grita mientras sale corriendo del hotel.

La vemos marcharse a toda prisa. Su aura desprende una felicidad plena y suspiro satisfecho de haber podido aportar mi granito de arena. Yo sé lo importante que es una familia para un niño. Y esa pequeña va a tener unos padres que la querrán infinitamente.

- Los has hecho muy bien. Estoy orgulloso de ti, ¿lo sabes? - me dice Jungkook antes de besar mi mejilla.

- No ha sido nada - le quito importancia echando a andar hacia el comedor.

- Ha sido una verdadera pasada, Tae - me agarra para que pare y me roba un beso.

Siento que su orgullo es infinito. Puedo ver lo mucho que me quiere, lo que me hace muy feliz. Me cuelgo de su cuello, completamente enamorado. Cuelo mi lengua entre sus labios y Jungkook coloca sus manos en mi trasero. El beso es fuego y nos trae recuerdos de lo vivido la pasada noche. La mente de Jungkook vuelve a llenarse de imágenes mías mientras me penetra y yo me deshago en jadeos. Me separo del beso y le miro con los ojos entrecerrados y una gran sonrisa.

- Deje de pensar en mí de esa forma, Teniente Jeon - le advierto.

- No quiero - replica. - Es más, creo que deberíamos volver a la habitación. Necesito material nuevo para mi mente calenturienta, Sr. Kim.

- Anda, vamos a desayunar, o al final vendrán todos a buscarnos y te aseguro que no querrás que nos encuentren creando ese tipo de nuevos recuerdos - me río.

- Vamos.

Jungkook me da la mano, la besa y nos encaminamos al comedor.

Felices.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Where stories live. Discover now