Capítulo 22

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Taehyung

¡Qué hijo de puta!

A los efectos secundarios de la droga, podemos añadir la egolatría, la toxicidad y los celos. Ambos nos estamos manteniendo la mirada. Los ojos de Jungkook, ahora mismo son fuego. El calor de su cuerpo me abrasa y su polla parece querer follarme con el pantalón puesto y todo.

El chupón que acaba de regalarme, retumba al ritmo de mi acelerado pulso. Sus manos me agarran con firmeza y soy consciente de que estoy justo donde quiero estar, entre sus brazos.

¿Por qué me gustas tanto?

En cuanto le he visto salir de su habitación, lejos de sentir miedo, he anhelado someterme a él. Ver esa hambre por mí en su mirada me ha dejado las piernas temblando y con el culo suplicando ser llenado por él. A diferencia de Yoongi, Jungkook tenía muy claro que era a mí a quien quería para desahogarse. Y ahora aquí estamos, odiándonos y deseándonos a partes iguales. Sus labios perfectos, están entreabiertos y estoy haciendo un verdadero esfuerzo por no sucumbir a ellos, pero ya no lo soporto más. No he podido dejar de pensar en su cuerpo desde que nos acostamos.

- La próxima vez que te acuestes con tu prometida, no te confundas de agujero - le digo con la única intención de tocarle los cojones. - ¿O también le gusta que te la folles por el culo?

Jungkook baja la mirada finalmente, riendo mientras niega con la cabeza para seguidamente volver a clavar sus preciosos ojos en los míos. Una de sus manos me agarra del cuello con fuerza, pero sin hacerme daño realmente.

- El único culo que quiero follarme es el tuyo, Taehyung - me dice antes de lamer mis labios.

¡Joder!

Me tiro a besarle como un loco, acariciando su corto pelo. Nuestras lenguas se buscan desesperadas. Estoy tan perdido en este beso que me está licuando los sesos, que no me doy ni cuenta de que Jungkook me ha llevado hasta su cama. Sin mucho más preámbulo, nos desnudamos de manera rápida y desordenado, arrojando nuestras prendas aquí y allá. Volvemos a encararnos de nuevo y volvemos a besarnos y se tumba sobre mí.

Las traviesas manos de Jungkook me soban de arriba abajo. Puedo sentir que el deseo le consume y está haciendo un verdadero esfuerzo por no empotrarme contra el colchón sin miramientos. Acaricio su polla y sisea sobre mis labios.

- ¿Te duele mucho? - le pregunto con sincera preocupación.

- Sí. Está siendo insoportable - pega su frente a la mía, mimoso.

Entonces invierto las posiciones, dejándole a él boca arriba y yo me coloco sobre él, en un perfecto 69. En cuanto mis labios rozan su prepucio, deja escapar un jadeo. Yo hago lo propio cuando siento su lengua en mi agujero. Intento concentrarme en aliviar su dolor, subiendo y bajando mis labios por su dura carne, pero cuando su lengua se cuela en mi interior no puedo evitar gemir porque simplemente me encanta. Sin previo aviso, me mete un dedo. Siseo por la invasión.

- ¿Cómo puedes seguir así de estrecho? - pregunta sorprendido.

Debe de pensarse que he follado con Wang y aunque estoy deseando decirle que no ha habido nadie más después de él, recuerdo que el muy cabrón está prometido y decido guardarme el secreto.

Jungkook me dilata mientras yo sigo mamándole. Todos sus sentimientos llegan a mí a través de mi don. Me desea. No ha podido dejar de pensar en mí. Y está bastante obsesionado con mi trasero. Le gusta lo redondito que es y no quiere compartirlo con nadie.

Pero a su vez le doy miedo. Se avergüenza de que sea hombre y sobre todo, de esta capacidad que tengo de sentir a los que me rodean. Me duele el corazón, así que para alejar esta mala sensación, me concentro en sus dedos que siguen jugueteando en mi interior.  

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Where stories live. Discover now