Desde lejos

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El segundo mes desde mi retorno a aquel pueblo fue el más difícil… Después de nuestra noche inolvidable – aún escuchaba sus gemidos de placer en mis sueños- no pudimos vernos otra vez. La habían castigado, la obligaban a permanecer en su habitación; yo sólo la veía desde lejos, cuando – diciendo que iba a tomar un poco de aire fresco- caminaba hacia la esquina, tomaba un camino de piedras que giraba al sur y que, mágicamente, terminaba en su patio trasero. Desde allí, cobijada bajo un frondoso sauce llorón, podía ver con claridad la ventana de su dormitorio, en el piso superior. Desde que ella me había visto allí, la primera vez, no hacía otra cosa que sentarse en el alféizar de su ventanal con un libro en sus manos… Simulaba leer, aunque creo que nunca la vi pasar página…

Nos mirábamos durante horas, hasta que la lluvia o la noche me obligaban a retirarme.

En mi mente, había cruzado su patio y me había trepado a esa ventana un millón de veces. Hasta que una tarde de inminente luna llena, reuní el coraje y lo hice. 

El mundo se volvería insoportable si no rozaba su rostro y sus labios una vez más…

El retorno (Girl Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora