Caricia

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Sentía que no podía respirar… La tenía muy cerca, más cerca que otras veces… Y en el aire neblinoso aún flotaba su pregunta, urgente, adolorida, desgarrada, implorante…

¿Cómo romper aquel hechizo? ¡No podía! ¡No quería!

Estiré mi mano agarrotada por el frío – y por el miedo- y la acerqué a su mejilla…La congelé allí, sin tocarla, temblando…Estaba tan cerca…un poco más cerca y creía que me quemaría como un volcán…

Ella me miraba maravillada, y su respiración se agitó igual que la mía…

Y por primera vez en mi vida, al menos en esta vida de simple mortal, saboreé un bocado de valentía…y la acaricié… Y fue la sensación más extraordinaria que sentí jamás…

Ahuequé mi mano rodeando su mejilla y la dejé ahí. Ella cerró los ojos y me envolvió con su suspiro nervioso, cargado de ansiedad, y de magnetismo.

Fue como una corriente eléctrica…Me atravesó de pies a cabeza… Y de repente, cientos de imágenes me golpearon en tropel, como si me pasaran una película en cámara rápida…En todas estaba ella, en el día, en la noche, en el hielo, en la montaña, en las llamas, en el espacio, envuelta en llanto…porque iba a dejarla…

Abrió los ojos y me miró aterrada. ¿Acaso ella había visto lo mismo que yo?

Su ruego agonizante me lo confirmó:

—Por favor, mi Khan, no vuelvas a dejarme…

El retorno (Girl Love)Where stories live. Discover now